Los rastros que dejó

Cap.10

Con él.

-- ¡No es justo, yo gané!-- Grité empujando a Bennet que reía sobre la maquina de baile del arcade.

-- Perdedora. Ahora te toca comprar helado.

Bufo en mi lugar e inflo mis mejillas. Ambos salimos del centro arcade y caminamos unas cuantas cuadras hasta la plaza ubicada en el centro de la ciudad. Nos dirigimos a nuestro puesto de helados favorito y pagué un helado extra grande para mi mejor amigo.

Continuamos caminando por la plaza y escucho como Bennet habla sobre algún vídeo juego nuevo que no comprendo. Una chica pasa por nuestro lado y nos mira.

--¿Hablas de Leyenda infinita?-- Ambos nos detenemos para mirarla. Frunzo el ceño y la observo de arriba abajo. Usa una coleta en su cabello castaño, muy parecido al color de cabello de mi prima mayor Leslie. De hecho, era muy parecida a Leslie. Tenía esos ojos verdosos y mejillas rosadas, aunque vestía ropa deportiva, que Leslie jamás vestirá.

-- Sí ¿Lo conoces?

--¡¿Quién no lo conoce?! Es lo máximo. Aunque el segundo fue una decepción.-- Murmura ella arrugando el entrecejo.

-- Sí, esperaba más.

-- Y los comandos son una putada. Los mejores.

Bennet sonríe y veo un destello en sus ojos verdes con tonos grises-- Dios santo ¿Dónde estuviste toda mi vida?

Ella ríe-- Liana Crowley.

Dios mío. Hasta su nombre empieza por L, como el de Leslie.

--Bennet Danvers.-- Espero a que Bennet me presente, sin embargo sólo se queda mirando a la supuesta Liana con extraño acento extranjero. Carraspeo la garganta-- Ah, y ella es Dakota Beaumont.

--Una francesa, eso está súper cool.

No me agradaba esa chica. De seguro Bennet se daría cuenta y la apartaría, estaba convencida de eso. Por ello borré mi mueca y la transforme en una sonrisa de suficiencia.

No puedo creer esto.

Estoy en los asientos traseros de la camioneta de Bennet mientras él y Liana conversan animadamente en los asientos delanteros. Esa chica ríe de manera excesiva y yo trato de ignorarla lo más que puedo.

Pero es tan difícil.

-- Vengo de Los Estados Unidos. Soy estudiante de intercambio. Voy a...North Hills.

No puede ser.

--¡Súper! Nosotros también somos de North Hills. Aquí en frente tienes a la capitana de las animadoras y el capitán del equipo de fútbol. Somos los mejores de toda Londres.-- Le guiña un ojo y ella ríe nerviosa.-- Y...¿te gustaría venir conmigo a comer?

-- Pero tu amiga.

-- Da igual. Ella se baja.

Frunzo el ceño ante esas palabras. Recuerda, siempre mostrarte feliz ante los logros de tu mejor amigo.

Dudaba en bajarme. Podría simplemente quedarme y arruinar su salida; porque si bien quizás estaba exagerando y sólo era una noche de conquista, podría que Liana se quedara con nosotros más tiempo del que deseaba. Ser novia de Bennet la convertirá automáticamente en parte oficial de nuestro grupo, nuestras salidas. Y tendría que morderme la lengua y callar mis quejas; Bennet no se había quejado cuando Dean empezó a formar parte de nosotros, al menos hasta el momento.