A mí me decían a los catorce años que iba a entrar a la U.A., que iba a conocer a mis dos mejores amigos justo un año antes de eso, que iba a ganar el Festival Deportivo en mi último año y que iba a entrar a la agencia del héroe número 2 nada más graduarme... Me habría reído hasta caer al suelo por falta de aire.
Sin embargo, ahí estaba.
Tras mi victoria en el festival y una semana de prácticas junto a Endeavor, había pasado algo muy curioso que tampoco pasó desapercibido para el director Nezu ni para los que yo consideraba hermanos: aquel hombre tenía una personalidad que yo odiaba, era demasiado orgulloso y anteponía tanto su deseo de superar a All Might con sus hijos que no los veía como tal, sino como armas que pulir. En especial al menor de todos, Shoto, aquel pequeño y adorable niño de cinco años que tenía el quirk doble que su padre tanto ansiaba ver. De hecho, en apenas una semana habíamos tenido tantas discusiones a gritos que fue sorprendente cuando ambos prometimos volver a trabajar juntos cuando yo me graduase.
- Es que es muy raro, somos tan distintos y a la vez trabajamos tan bien...- soplé un mechón fuera de mi cara, ya que no podía apartarlo con mis manos: con el brazo izquierdo tenía a Aizawa medio dormido gracias a mis dedos paseando constantemente por su cabeza, y mi mano derecha estaba ocupada sirviéndole de masajista a Mic en la nuca. Así solían ser nuestras tardes después del trabajo, normalmente en mi casa ya que era la más cercana a nuestras respectivas agencias.
- Tiene muy mala fama por su carácter, me sigue sorprendiendo que estés trabajando con él- murmuró el pelinegro, que a pesar de estar a punto de dormirse por las caricias en el pelo estaba muy atento a la conversación. Había tenido un día muy ajetreado en su agencia, tras dos robos y un secuestro a mano armada que habían tomado bastante más tiempo del esperado el pobre apenas se mantenía despierto.
- Endeavor mismo me lo dijo, que no sabía por qué había decidido volver si no paro de discutirle, y aun así me agradeció a su manera que aceptase porque nos entendemos sin problemas cuando toca salir a las calles. Nuestros quirks funcionan juntos, podemos lanzar ataques combinados muy efectivos, pero basta con volver a su casa y empieza el griterío.
- Por lo que nos has contado es muy estricto con su hijo menor, ¿no?- recordó Mic.
- Estricto no, lo siguiente. Es un pequeño de cinco años y lo entrena como si estuviesen en el ejército. Ya una vez le grité que parase y a punto estuvimos de llegar a las manos, menos mal que ahora puedo bloquear también los quirks ajenos... Cuando entré a la academia solo podía defenderme de ataques físicos, ahora hasta puedo mantener lejos sus flamas, eso es en gran parte lo que nos hace buenos compañeros de trabajo.
- Mi voz sigue siendo un peligro para ti.
- Claro, porque no es un quirk que involucre el tacto, igual que Eraser- miré de reojo al pelinegro, que ya estaba empezando a dejar caer la cabeza sobre mi hombro-. Endeavor produce fuego, que quema al tacto, por lo que con una de mis barreras puedo mantenerlo lejos, supongo que cuanto más tiempo trabaje con él o con otros más fuerte se hará mi expansión.
- ¿Por qué no te vas a agencias con héroes de tu altura moral?- propuso el que creí dormido, levantándose un poco con tal de acomodarse mejor y apoyarse boca arriba sobre mi regazo. Así, podía vernos a los dos que seguíamos con bastante energía-. Aparte de nosotros podrías trabajar con otros que lleven pocos años como profesionales, tal vez Edgeshot o Best Jeanist, y te puedo asegurar que ellos no son para nada como Endeavor.
- Si llego a un punto en el que ya tenga que decir basta lo haré, hasta entonces prefiero seguir debutando con él a pesar de todo lo que me hace rabiar. También he recibido algunas ofertas en el extranjero, pero no estoy muy segura de querer dar semejante paso... Al menos, no ahora.
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La metáfora del escorpión (BNHA)
FanficYamada Hizashi, Aizawa Shota y Nakahara Tora se convirtieron en amigos, literalmente, "por accidente". Ellos estudiaban en la Academia U.A. y ella apenas iba terminando la secundaria, negándose a seguir la ruta del héroe que se llevó la vida de su m...