#12: Negar lo evidente

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- ¿Todos se han ido bien?- le pregunté a Eraser nada más verlo regresar de la estación, y se limitó a asentir antes de ponerse en su sitio a ordenar documentos. Tenía ganas de reírme un poco de su enorme faceta de tsundere, así que lo miré con atención buscando esas fallas en la máscara que solo Mic y yo sabíamos distinguir-. ¿Los vas a echar de menos esta semana que van a pasar de prácticas?

- Estaré muy tranquilo así que no.

- Es la primera vez que te veo tan unido a un grupo, Eraser, no mientas- se burló Mic entrando en la sala de profesores. El pelinegro gruñó por lo bajo y siguió con su papeleo, tratando de ignorarnos.

- ¿Te acuerdas el apodo que le pusimos cuando empezó a usar ese saco de dormir?- le dije al rubio intentando no reírme-. Oruga-Chan ha evolucionado a Mami Oruga.

Eran estupideces típicas de chiquillos de instituto, pero fue inevitable el ataque cuando vimos al centro de la conversación mirarnos con sus ojos asesinos de cuando empezaba a enfadarse. Sin embargo no era eso lo que hacía tanta gracia, sino el leve rubor de sus pómulos, aquel que nos daba la razón que él no iba a decir en voz alta: efectivamente, se había encariñado con sus veinte alumnos de la clase de 1-A.

- Ahora en serio- respiré hondo con alguna que otra carcajada involuntaria mientras me limpiaba las lágrimas de risa-, ¿han elegido buenas agencias?

Por toda respuesta, Aizawa cogió los papeles con las elecciones de los estudiantes y me abofeteó con ellos antes de dejarlos sobre mi parte de la mesa. 

- ¿Qué?- me sorprendí al ver que Todoroki había ido con su padre. 

- A mí tampoco me encajó, pero si es lo que el chico quiere...- se hundió de hombros.

- Es que no sé, me parece extraño que de todas las opciones haya optado por ir con Endeavor... Aunque debería callarme, yo hice lo mismo en su día, dos veces.

- Tú no tienes lazos con él- me recordó Mic, que siguió guardando documentos en su ordenador. Aún faltaban un par de semanas para los exámenes finales y él ya estaba empezando a preparar los suyos, era muy buen profesor en todos los sentidos.

- Ahora que lo pienso, Tora, hay algo que no tiene sentido en tu historial de la SFA- ¿y ese tono de reproche?

- ¿Por qué saltas con eso ahora?

- Dijiste que tu contrato era de cinco años presenciales y uno de ayudas internacionales, sin embargo por lo que has ido contando te quedaste seis años en el mismo continente y es ahora que pareces estar trabajando desde Japón.

- Repito, ¿por qué preguntas...?

Giró su pantalla hacia mí y señaló mi ficha, la que me habían hecho en la academia como miembro oficial del equipo de profesionales, y seguía sin entender a qué se debía esa duda cuando habíamos mencionado un tema completamente distinto.

- ¿Qué, ahora te ha dado por indagar en mi perfil?

- Responde.

Puse los ojos en blanco antes de reclinarme en la silla.

- Sí, me quedé un año más, y no es que siga ayudando desde aquí, lo que ocurre es que como soy de los pocos profesionales que han vuelto a casa sin problemas sí o sí cuentan conmigo, por eso terminé como la madre adoptiva de Sharik y por eso mi antiguo jefe me tiene en la lista de ayudantes extranjeros. ¿Tan raro te parece?

- Lo que me parece raro es que aceptes seguir sufriendo cuando se supone que ya puedes olvidarte de todo ese infierno.

- Shota, no es tan sencillo, por mucho que quiera no puedo simplemente dejarlo atrás, si puedo hacer algo desde Japón quiero y debo hacerlo, es decisión mía. ¿Por qué te molesta tanto?

La metáfora del escorpión (BNHA)Where stories live. Discover now