La metáfora del escorpión (BNHA)

#18: Por mil razones más

Fue poner un pie en la sala de profesores... 

- ¡Feliz cumpleaños!

Y recibir una lluvia de confeti y aplausos que por poco nos dejó tiesos del infarto.

- A mí no me miréis, quise detenerlos- saltó Mic para defenderse cuando Aizawa lo fulminó con la mirada.

- Ya me parecía raro que nos quisieras aquí tan temprano- lo acusó, quitándose algunas serpentinas de colores del pelo.

- ¡Felicidades, Aizawa-Kun, Nakahara-San!- vino enseguida All Might a saludarnos, quien a pesar de estar en su forma normal fue perfectamente capaz de levantarnos a los dos por los aires sin mayor esfuerzo. Con algo menos de excesivo entusiasmo, todos los demás profesores se fueron acercando para felicitarnos, incluso Recovery Girl se había unido a la celebración sorpresa antes de que siquiera llegasen los primeros alumnos aquella fría mañana de un 8 de noviembre.

Fue breve, cálida y divertida, con aperitivos de desayuno, café, algún que otro pequeño obsequio como por ejemplo un llavero de gatitos para el pelinegro y otro con un tigre para mí, charlas triviales... Cuando nos quisimos dar cuenta ya había sonado la primera campana del día, así que tras darles a todos mil gracias por el precioso detalle y la molestia de haber venido antes para saludarnos con calma, cada quien se fue a su respectiva sala para comenzar la jornada mucho mejor de lo esperado.

- Se te ve muy feliz, mi niña- sonrió Recovery apenas nos quedamos las dos solas en la enfermería.

- Normal, no me esperaba que hiciesen todos algo tan bonito- le devolví la sonrisa, peleándome con la anilla de mi llavero para poder meter al nuevo integrante felino.

- Además es el primer cumpleaños apropiado que vas a pasar en mucho tiempo, ¿cierto?

- Sí- con un último giro, el llavero quedó perfecto y, tras admirarlo un poco sin parar de sonreír, lo guardé en mi bolso de nuevo-. Por fin vuelvo a celebrarlo con mi familia y mis amigos, mi padre me mandó el primer mensaje justo anoche, quedé esta noche con él para cenar juntos y después vendrán Mic y Eraser a mi casa a dormir, tengo el día completo.

- Por cierto, antes de que se me olvide, el director Nezu me pidió ayer por la tarde que hoy te encargues de hacer una evaluación práctica a los grupos de Eraser y Vlad, con todo el tema de que ahora pueden ejercer como profesionales en casos de emergencia están muy estresados. Exceptuando a los dos que suspendieron los exámenes de licencia provisional, después del almuerzo van a llevarlos contigo al gimnasio, será un todos contra uno, el reporte que hagas tienes que entregárselo a sus respectivos tutores.

- Lo dicho, día completo- me reí-. Entonces iré a hablar con el director para hacer otra evaluación aparte para Todoroki y Bakugo, buscaré alguna forma de ayudarlos a aprobar el siguiente examen.

- Especialmente a ese chico tan explosivo- suspiró.

- Ya, él es el más rebelde del grupo, sin embargo es un buen chico que solo quiere ser un gran profesional en el futuro, igual que la inmensa mayoría de estudiantes de la academia. A veces me recuerda un poco al tío que me acosaba cuando estudiaba aquí, aunque no es ni de lejos tan mezquino como él, de serlo me habría dado cuenta enseguida.

Acto seguido me fui de la enfermería, directa al despacho del director para cumplir con lo dicho, sorteando a algunos alumnos que aún no llegaban a sus aulas y pensando de paso en qué tipo de prueba podía imponer para evaluar con atención a Todoroki y Bakugo, sobre todo dando por hecho que la frustración harían del rubio una bomba humana.

Casi literalmente.

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Con un radio bastante amplio de mi "cúpula" para permitirles su propio espacio a cada uno, poder notar mejor las diferencias en sus ataques y con el fin de analizar alumno a alumno las evoluciones propias, el ataque grupal de 18 chavales contra mi expansión en un inútil intento de alcanzarme apenas duró cinco minutos de reloj, pero era tiempo suficiente para memorizar los cambios más notorios de cada quien.