Park ChanYeol puede describir su vida como "asquerosa", si bien estaba llena de dinero, lujos, putas, drogas y muerte, él no la disfrutaba del todo, para él sería mejor estar muerto, pero había un pequeño detalle, aún tenía dos hermanos y una linda madre a quienes cuidar y proteger, junto a una mafia a la cual tenía que llevar a lo más alto para poder dominar Corea, esas eran las razones de Park para no meterse una bala en la cabeza.
ChanYeol era un hombre de 25, quien vivía apegado a la misma aburrida rutina, el mafioso estaba en su oficina, sentado sobre su grande y suave silla de cuero negro, la cual había colocado frente al ventanal; entre sus manos tenía su arma favorita, un Korth Combat .357 Magnum, un revólver de alta gama, manufacturado artesanalmente en Alemania, el cual tomo como obsequio del primer hombre que asesinó el día que tomo el liderazgo de Wang-gug.
Estaba jugando con dicha arma, girando una y otra vez el tambor, mientras veía a través del gran ventanal, hacia el jardín trasero de su mansión.
El hombre se puso alerta cuando escucho la puerta de madera de su oficina abrirse sin que hubiesen llamado antes.
—Si vas a darte un tiro, hazlo de una vez y deja de perder el tiempo. — Un hombrecillo de mediana estatura, grandes ojos expresivos, piel blanca, cabello rojo, rosados y regordetes labios, se dejó caer en la silla al otro lado del gran escritorio de caoba.
—Ganas no me faltan, pero si yo muero, ¿Quién se hará cargo de todo esto?... ¿Tú? — Giró sobre su silla para encarar a una de las dos únicas personas que se atrevían a hablarle de esa manera, sin formalismos, ni respeto.
—Haría un mejor trabajo que tú, pero está claro que sí mueres nuestro líder sería tu hermanito. — El peli rojo rió con sarcasmo después de sus palabras, sin dejar de mirar al hombre frente a él.
ChanYeol le coloco el tambor a su revólver, jalo el martillo y apuntó en dirección a la cabeza del chico frente a él, para después presionar el gatillo.
Ninguna bala salió del arma, simplemente se escuchó un click y el líder de la mafia sonrió de lado.
—Sobreviviste a la ruleta rusa, felicidades KyungSoo, te regalo otro día de vida. — KyungSoo puso sus ojos en blanco, a veces el jefe lo desesperaba.
—Bien, déjate de juegos tontos, es hora de que tú y SeHun se vayan, SuHo los invito a su cumpleaños y si no asisten lo tomara a mal y no quiero que vengan a descargar sus armas dentro de la mansión de nuevo. — Dicho eso simplemente se levantó de aquella silla y salió de la oficina, cerrando la puerta detrás de él.
ChanYeol dejo salir un largo suspiro, odiaba tener que ver a SuHo, pero si no lo hacía después tenía que soportar sus dramas, era verdad que eran enemigos, pero al final de cuentas eran mafiosos, los únicos que había en Corea y aunque fuese hipócrita, fingían llevarse bien, pues nunca se sabía cuándo iban a necesitar un favor.
Él hombre se puso de pie, tomo las 5 balas que estaban sobre su escritorio y se las coloco a su revólver, para después guardarlo en la funda sobre su cinturón, por debajo de su saco.
❤
Un casino, este año SuHo había innovado, su fiesta de cumpleaños se llevaba a cabo en el más grande y reconocido casino de Gangnam, alquilado únicamente para la mafia de Cheoungug.
Alcohol, drogas, dinero y prostitutas, aquella noche era de lo que estaba lleno el casino, aparte de todos aquellos hombres y mujeres pertenecientes a la mafia coreana.
—Park, bienvenido, toma asiento, justamente Kai se acaba de largar con tres de mis chicas, pero no lo necesitamos para divertirnos, ¿En dónde está el pequeño SeHun? — SuHo estaba sentado en la mesa central de casino, mientras jugaba poker con algunos hombres.
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MUTISMO - [ChanBaek] • |EDITANDO|
Fanfiction× *.*.*.✧ • F I N A L I Z A D A • ✧.*.*.* × ❝ Soy Park ChanYeol y no me arrodilló ante nadie, todo el país y tú, me pertenecen. ❞ ❥ Una vida llena de dolor y lágrimas, un destino que cambia gracias a un juego de poker, malditos mafioso enfermos de p...