VIGÉSIMO OCTAVO

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POV Maia

Me acerqué más al espejo para poder aplicarme mucho mejor mi máscara para pestañas y lograr que se vean perfectas.

—Lo sabrás —continúa Aroa con un persistente tema desde la mañana—, algún día te darás cuenta que el hogar no es el lugar, sino quienes lo conforman.

—Sí, un día muy lejano —sigo haciendo mi trabajo y siento que su mirada está encima de mi.

—No digas eso, mira que aunque tú no me lo digas se que te traes algo, Maia, pero esta vez es diferente —paro en seco, cierro mi máscara y la observo.

—¿Diferente? —la miro como si estuviera loca.

—Te conozco, perra —sonrió de lado, esa sonrisa no me gusta—. El día de la fiesta vi tu cara al estar con V, eres otra, es como si estuvieras en otro lugar.

Realmente así me siento con él, fuera de esta galaxia, me siento como si existieramos solamente él y yo, pero no voy a decirle eso, no cuando ni siquiera soy capaz de decírmelo a mi misma frente un espejo.

—No digas bobadas, Aroa —chistee, mientras negaba con la cabeza al mismo tiempo.

—Recordarás esta conversación un día, mientras despiertes un domingo en la casa que compartes con él —¿Qué mierdas hicieron con mi amiga? La han clonado y definitivamente me dieron a la doble.

Sé que ella está en todo este rollo del amor, pero yo no, ella lo sabe muy bien, y juro que me gustaría ser otro tipo de persona, quisiera poder despertar algún día y no ser yo.

Pero esas mierdas sólo suceden en las películas, y mi vida no es una de ella, y si por lo menos habría alguna posibilidad, sería una de terror, donde la protagonista está tan dañada que termina siendo como yo.

Alguien que se esconde detrás de vicios estúpidos y tan dañinos que te llevarían al borde en cualquier momento.

Me siento en la cama que Aro comparte con Suga y coloco mis botas de tacón. Es lo único que faltaba para completar mi vestimenta de hoy y mirarme de nuevo en el espejo.

***

—Nunca me aburriría de este lugar, lo juro —ella me sonríe, al mismo tiempo que aprieta mi mano.

Yo asiento y voy justo a mi lugar de siempre, mi persona confiable. Monster.

—¡Hey, Cristal!

—Necesito algo, joder, necesito que me ayudes, Monster, me siento demasiado tensa —niego con la cabeza y me abrazo a mi misma.

No recuerdo el momento en que me volví tan dependiente de todas estas mierdas, que lo único que dan como resultado en mi vida es un día menos de existencia. Pero tampoco es que me importe tanto como para detenerme, no tengo límites, yo puedo contra todo, e incluso llego a pensar en una de mis dosis grandes de drogas, que puedo ser inmortal. Sí, es una maldita estupidez, pero considero que si por todo lo que he pasado no ha logrado matarme, ahora nada lo hará. 

Él me sonríe de lado y enseguida estira su brazo para poner en mi palma la pastilla de color que me haría sentir que puedo flotar.

—Siempre el mejor, creo que eres el único que puede entenderme —le guiño el ojo y lanzo un beso a su dirección para luego girar sobre mis talores e irme a una mesa para ingerir mi pastilla.

Me siento y observo todo a mi al rededor, veo mi palma y sin pensarlo tanto, la llevo a mi boca, cierro mis ojos y sólo puedo sentir el sabor amargo que tanto me gusta, y me ayuda a relajarme un poco.

—¿Tú? ¿Sola? —esa voz.

Abro mis ojos y la sonrisa tierna de Jungkook me aborda de inmediato. Él sólo me mira por lo que para mí parece una eternidad y yo lentamente conformo una sonrisa.

TWO... THREE © | V, BTS. 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora