TWO... THREE © | V, BTS. 🔞

VIGÉSIMO SÉPTIMO

En el fondo yo sabía que algo así iba a ocurrir, el miedo siempre estuvo presente, sin embargo, intentaba que todo fluyera de la mejor manera.

Pero una vez más fracasé.

Flashback

—Mía para siempre, Aroa —me seguía besando mientras que estaba sentada en su regazo.

—Para siempre —respondí separandome un poco de sus labios y lo volví a besar. Sus labios estaban calientes y en este momento me doy cuenta que es la situación en la que quería estar para toda la vida.

Nos separamos y él me sonríe, su sonrisa es ladeaba y un poco descuidada, está muy borracho.

Yo, por mi parte sólo he fumando un par de porros y he bebido poco. Sabía que Suga se pondría como una cuba y tendría que manejar yo.

—Bebé, voy por un trago, ya vuelvo ¿si? —le digo y él asiente al mismo tiempo que suelta una nube de humor.

—Pero no te tardes —su voz arrastrada me parecía chistosa y reí negando con la cabeza —, no puedo vivir sin ti.

Le di un beso corto y me levanté para comenzar a caminar a la barra.

Camino contoneando mis caderas y escucho el silvido de Suga entre el bullicio y comienzo a reír.

Llego a la barra y le pido al chico que está de espalda, una cerveza. Ni loca seguiré dándole a mi novio más alcohol, pero yo si merezco un poco más, ni siquiera estoy mareada.

Comienzo a mirar mis uñas mientras espero y el sonido de la cerveza contra la madera de la barra me hace levantar la vista para agradecer, pero mis ojos se abren más de lo normal, y mi garganta se seca al momento que hago contacto visual con J-Hope. Pero, ¿qué hace él aquí?

Esto tiene que ser una pesadilla, e contarlo a él aquí y yo estando con Suga no es una buena idea, y más después de show que armó en mi apartamento el otro día y si no hubiese por Maia y Monster, no sé que sería de mi ahora.

—Una cerveza para la mujer más bella que veré esta noche por aquí —me muestra sus dientes y yo niego, realmente me niego a mi misma.

—¿Podríamos tal vez olvidar lo que corrió entre nosotros? —le digo y son sonrisa se borra tan pronto como escucha esto.

—No sé podría olvidar tan perfectos movimientos, Aroa —se acerca más a mi—, no podría olvidar como gritabas lo mucho que te encantaba ese día.

Tomé la cerveza en mi mano, pero el atrapó ambos para que no me fuera aún.

—Es tonto de allá, ¿es lo que realmente quieres?, ¿de verdad imaginas un futuro con él? Miralo, nunca está sobrio y lúcido —me obligó a mirar a Suga, quien seguía fumando su porro.

—¡Sí, él es lo que quiero! —dije con seguridad.

—Yo puedo darte mucho más de lo que Min te puede dar en toda tu vida. Una persona así no es estable. Se aburrirá de ti —su mirada ahora era diente y podía jurar que estaba sintiendo miedo en este momento.

¿A mi que mierdas me importa? Yo sí quiero a Suga y él se ha convertido en mi compañero y me atrevo a decir que él sí puede ser una mejor persona, sólo que estamos en ese momento de nuestras vidas donde las responsabilidades valen verga.