capítulo 22

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Ya habían entrado las compras y eran demasiadas, parecía como si una familia entera fuera a tener una fiesta.

- ¿porque tantas cosas?...es un poco excesivo- al terminar de hablar happy miró a Peter matando lo con la mirada, asustado se encogió de hombros y se ahorro las palabras.

- ¿tú crees pet?, Ejejje pues no lo sé, quisimos re decorar todo, por eso compramos tantas cosas, por cierto hay una bolsa que es tuya...te compre algunas cosas.

- en realidad son dos, ya las encontraras.

- espera...¿no eran tres?, Si happy, ¡son tres!, Peter son tres, cuando acomodemos todo ya sabrás cuales son.

Peter miro sorprendido a happy y pepper, les habían comprado muchas cosas, ¿como pretendían que las aceptará?.

- porque si no lo haces mamá te dará más cosas.

Los tres miraron a Morgan de pie entre todas esas compras, la menor sonrió y se acercó a happy y pepper para saludarlos.

- Morgan tiene razón pet, si no me aceptas las compras...te compraré más.

Peter suplico con la mirada a happy, pero lo ignoro haciéndole pensar que no lo había visto.

“gracias happy”, pensó Peter indignado.

- bien chicos, hoy será una noche en familia, ayuden a ordenar todo por favor- ¿que clase de noche en familia era esa?.

Peter asintió y tomo una bolsa para ver qué cosas tenía, utensilios de cocina, la tomo en brazos y la llevo a su respectivo lugar.

- uff tardaremos mucho haciendo esto- susurro Peter con voz lastimera,
Estiró su cuerpo y fue en busca de la siguiente compra.

Después de dos horas acomodando todo, por fin habían terminado, Peter tenía sus tres bolsas, Morgan había llevado las suyas a su habitación.

Ahora los 4 estaban en el suelo descansando después de tanto trabajo.

- estoy muy cansada, ¿tienen hambre?- todos le asintieron a pepper, el hambre los estaba matando.

- mamá ¿y si pedimos comida?.

- ¿que quieren comer?- hubo un pequeño silencio hasta que todos sonrieron y contestaron al tiempo.

- pizza...

La pizza no había tardado en llegar, ellos eran por decidir lo así: los clientes diamante de la pizzería, siempre pedían y cuando lo hacían eran pedidos grandes.

Las tres cajas estaban vacías y cada uno se estaba retirado a su habitación, Morgan al llegar a la suya se acostó en su cama y miro el techo,

Recuerdos de lo que pasó hace rato llegaron a su mente provocando un fuerte sonrojo en su rostro, Peter había hecho que tuviera un orgasmo.

Morgan se estaba muriendo de la vergüenza, y no era ese tipo de vergüenza que te arrepientes de tus acciones, oh no, era el tipo de vergüenza al saber que te gustó lo que hiciste, y quieres volver a repetir lo.

Era difícil que la pequeña Stark dejara de pensar en eso, le había gustado demasiado, y no solo a ella, Peter también le había fascinado.

Los gestos y los gemidos que soltaba Morgan lo habían matado completamente, se había visto jodidamente sexy y tierna, ¿como es posible que una persona se esas dos cosas al mismo tiempo?.

Cuidare de ti Señorita StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora