SEÑOR JEON: KOOKV°°

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Pov. Taehyung

Muchas veces las personas creemos que la luz es la que viene acabar con la oscuridad, lo que no tenemos en consideración es que la luz viene a rebelar todo lo que hemos ocultado en la oscuridad; como en este caso mi destrozado corazón.

Siento los brazos de Jimin que me sujetan con fuerza por la espalda, sé que me trata de decir algo, pero son tan fuertes los sollozos y gritos que salen desde el fondo de mi garganta que no logro escuchar con claridad. Con mi nublada y mojada vista, intento enfocar a el rostro de Yoongi que me sujeta las mejillas con la fuerza de sus palmas, se ve tan destrozado, jamás lo había visto llorar antes, sus dedos viajan hasta mis oídos y los cubre con fuerza mientras junta nuestras frentes como si intentará transmitir algo con éste gesto.

"No puedes hacer nada, Yoongi, he quedado hueco"

El hombro de mi camisa es empapado por las lágrimas y saliva de Jimin. Siento que soy una mala persona, estoy empeorando nuestra pérdida con mi sentimientos fuera de control.

"Lo siento, lo siento, Jimin, perdona por empeorar éste momento"

Después de un largo rato de no tener control sobre mi mismo cuerpo, siento que un tercero llega y clava algo en mi cuerpo, tal vez debería de poner un poco más de atención sobre el área dañada, el pinchazo está lleno de dolor, pero ahora mi cuerpo se siente tan dolido y jodido que cualquier podría venir y meterme un tiro y ni siquiera me daría cuenta.

Las energías se van de mi cuerpo y caigo sobre el cuerpo de alguien; creo que es Hoseok, quisiera decirle que gracias por sostenerme y no dejarme caer, quisiera, sin embargo, las palabras no salen de mi boca, siento tan desgarrada y cansada mi garganta que sé que no puedo emitir palabras. Mis ojos no dejan de derramar aquella salinidad por mis mejillas, siento todo mi rostro mojado que es tan incómodo.

No puedo respirar, siento como si el aire frío del ambiente se hubiera marchado con su presencia.

"No me abandones en éste infierno tan sofocante, Jinhyungie"

Mi corazón duele, mis pulmones dueles, mi estomago, garganta y cabeza también lo hacen. No quiero, me niego aceptar una muerte más en mi vida, me niego a volver a sufrir, él es sólo un niño, es un maldito niño que no ha vívido nada de la maldita y perra vida.

"Mi hermano, mi hermanito, mi bebé, mi pequeño, mi niño, mi hermano"

Eso es lo único que mi mente puede mencionar en este momento. No quiero, no puedo ver la vida sin él, yo vivo para él, yo trabajó y soportó todo el maldito infierno por él.

"¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?"

No dejo de preguntarme una y otra vez esa pregunta ¿Por qué a mí siempre me sucede lo malo o peor? ¿Por qué yo no puedo ser siquiera feliz? ¿Por qué todo lo que quiero no dura?

Mis oídos siguen cubiertos que me cuesta trabajo escuchar mis mismos sollozos. Siento como pierdo poco a poco la fuerza de mi cuerpo. Hoseok sigue sujetándome y tratando de transmitir su calor, pero no es suficiente. Mis párpados comienzan a pesar, pesan tanto que el sueño comienza a inundar todo mi cuerpo.

"Quiero dormir y no quiero despertar"

  — Tramquilizate, por favor — Logro es escuchar la dulce voz de Jimin a lo lejos — Sólo ésta vez, p-por favor — Su voz se quiebra un poco — Sólo por él... Por él o ella... Por favor... Tae — Su voz cada vez es más lejana.

Abro un poco mis ojos y me encuentro antes la vista de tres personas.

  — Jimin, Yoongi, Hobi~ — Digo en un tono tan bajo casi inaudible — Kookie... —.

Llevó mis manos a mi pequeño vientre y lo siento. Él o ella sigue en esa parte, lo estoy dañando y lo sé, la forma en la que se retuerce me lo hace saber.

"Lamento no ser suficiente para ti, lamento no poder ser esa persona que tú necesitas, lamento haberte traído al mundo de mierda, merecías nacer en una mejor familia"

  — S-sólo eso, Tae, — Vuelvo a escuchar la voz temblorosa de Jimin — Sólo eso, por favor, sólo eso te pido, no más, no menos —.

Cierro mis ojos y veo la figura de mi hermano, está posado entre el camino de árboles en aquél bello parque que visitamos en América. Llevá su pijama color púrpura que le regalé en navidad. Detrás de él hay una corto camino que se pierde entre la luz resplandeciente del atardecer. Sonríe con esa gran sonrisa cuadrada de dientes disparejos y hace un ligero gesto con su mano de despedida, para después dar unos cortos pasos hacia la luz y desaparecer entré está.

  — S-sólo eso~— Susurró aún con mis ojos cerrados — Adiós... — Terminó para después caer inconsciente.

(...)