SEÑOR JEON: KOOKV°°

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Cuatro meses después

Kim Taehyung se encontraba recostado en una de las camillas de hospital mientras a su lado se encontraba el hermano de Min Yoongi portando un traje de enfermero azúl y un cubre bocas. Desdé su cambio de residencia, extrañamente había forjado una especie de amistad con el mayor de los Min; tal vez no podía llamarse precisamente amistad, pero aquello no cambiaba el hecho de que el mayor lo ayudará y lo cuidara en todo momento.

"Demasiado para mí, pero no suficiente para seguir"

Aquello lo pensaba todos los días el joven Kim. Tras la muerte de su hermano y la destrucción de su corazón, Kim no había mejorado, comía y se cuidaba por la salud de su hijo, sin embargo, eso no significaba que haya olvidado todo.

"Vivimos en un mundo de mierda en dónde nunca y jamás podemos estar tristes"

  — Lo hiciste bien, Kim, lo hiciste muy bien — Alagó el pelinegro acercándose al mencionado, para después dejar un breve beso sobre su frente — Cuando te recuperes necesitaré un poco de ayuda sobre el porche... Jimin quiere que quites esa cara triste y aparentes la actitud de un padre primerizo —.

"La tristeza está prohibida"

El mayor de los Min se acercó y se recostó a un lado del castaño,
pasando su brazo por el ahora no abultado y cortado vientre.

  — ¡Auch! — Se quejó el menor por fin emitiendo sonido.

  — Lo siento, lo siento ¿Te dolió?  — Susurró retirando su brazo y llevándolo a los desordenados cabellos — ¿En que piensas, Tae? — Preguntó cambiando drásticamente su tono de voz a uno frío y bajo — Sé que jamás podre comprenderé tu tristeza, pero es algo que debes superar... Sí yo no puedo ayudar, entonces debes buscar ayuda, eres padre ahora —.

"Todos siempre dicen que no debemos estar tristes, sin embargo, yo quiero estar triste"

Después la mudanza del castaño a la residencia Min, muchas de las cosas habían cambiado drásticamente; por desgracia su mayoría era en el mal sentido.

  — Esta bien si quieres llorar... Estoy seguro de que eso ayudará un poco — Continuó el mayor fijando su vista en el techo — Pero no creo que eso sea suficiente... Al menos no para eso —.

El mayor de los Min, tan sabio con sus palabras. Ambos se quedaron un momento en silencio mirando a la nada, hasta que severo dolor se adquirió en el vientre del joven que acaba de recibir una cesaría.

El castaño llevó el borde de sus dedos para sentir aquella herida que permanecía solamente unida por puntos, por lo cual el mayor supo perfectamente a lo que se refería.

  — La anestesia debe de estar pasando, es algo normal que duela — Comento el pelinegro con su vista fija en el cuerpo moreno — Y en tanto a la cicatriz, no te preocupes, esa es nuestra especialidad — Sonrió intentando animar al menor — En poco tiempo sólo será una pequeña línea casi invisible —.

En silencio Taehyung dejó de tocar aquella marca y llevo sus manos a todo su vientre en general.

  — No te preocupes por la estrías, con un poco de cuidado... Una cuantas fajas, cremas, tratamientos y ejercicios parecerá que jamás tuviste un hijo —.

El mayor de los Min y el castaño se podían comunicar y comprenderse perfectamente sin emitir ningún tipo de palabra; algo muy inusual, pero sin duda, verdaderamente útil.