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Pov. Taehyung

La vida cambia y cambia de gran manera en muchos aspectos, un día somos pequeñas bolitas de grasa que necesitan de su madre o padre en todos los aspectos, otro día somos unos diablillos inquietos que creen saber todo sobre la vida cuando no sabemos ningún carajo, luego somos aquellos no tan diablillos que hacen preguntas referente a todo y por ultimo crecemos y nos convertimos en el soporte de alguien más.

Cuando era pequeño y vivía a junto a mi madre, en mi mente siempre abundaba la pregunta de: ¿Por qué? ¿Por qué esto? ¿Por qué el otro? Y ¿Por qué nosotros?

Mi mente estaba retorcida un poco ante esa pregunta, yo necesitaba saber el por que de todas las cosas.

"¿Por qué no soy como los demás niños y sólo tengo un familiar? ¿Por qué los otros niños tienen una familia muy grande y yo una pequeña? ¿Por qué yo sólo tengo a mamá? ¿Por qué mamá no se puede quedar en casa como las otras madres? Bla bla bla"

Mi vida literalmente estaba llena de esa estúpida pregunta, recuerdo que mi madre se irritaba y a veces me abofeteaba para dejar de decir aquella palabra. Ella decía que cuando yo preguntaba aquello sólo la lastimaba, no lo entendí muy bien hasta que un día en primer grado de preescolar, mi madre conoció aquella persona que contesto a todas mis preguntas.

"— Porque mamá estaba esperando a que yo llegara —"

Esas simples palabras callaron mi boca al instante, cuando él llego a nuestras vidas, las cosas mejoraron notablemente.

"— No despiertes a tu mamá—"

Pero esas palabras hicieron que todo cambiara aun más.

"¡Taehyung! ¡Taehyung!"

Mi mente escucho que alguien me llamaba a lo lejos. Abrí mis ojos saliendo de aquel pequeño trance que había sufrido. La luz resplandeciente con las nubes de color gris, la pálida y triste luz se reflejó sobre mis ojos, el piso se sentía demasiado incomodo, la mitad de mi cuerpo estaba recortado en una sobre esa calle sucia. Después un enorme chillido inundo mis oídos cuando intente mover mi cuerpo y un horrible dolor se adquirió en la mitad de mi cuerpo.

—  M-me due-le — Me quede de ese dolor sacando unas cuantas lagrimas — ¿Ji-jimin? ¿Eres tú? — Susurre con dificultad.

No no era Jimin, los muslos en lo que estaba recostado eran un poco más grandes que los de mi mejor amigo. Por más raro que suene conocía a mi mejor amigo a la perfección de pies a cabeza y esos no eran sus muslos.

Me queje e intente desviar mi vista del resplandeciente cielo pero aquellos brazos que sostenían mi cabeza me lo impidieron. Alguien estaba sujetando la mitad de mi dorso sobre sus grandes brazos.

Luego pude escuchar voces y ruidos provenientes de humanos. Sombras de diferentes colores estaba al rededor de nosotros formando un circulo.

Era horrible, no podía enfocar bien pero estaba seguro que aquellas sombras coloridas se trataba de toda una multitud que estaba rodeándome y observándome como si me tratara de una animal de zoológico, tal vez se habían asustado por el gran impacto. Mis ojos se hicieron como dos grandes platos soperos e intentaron luchar para permanecer despiertos al recordar que un autobús me había golpeado. Moví ligeramente mis pies para asegurarme de que no había quedado inválido o con alguna discapacidad y agradecí a los cielos al poder mover el dedo gordo de mi pie.

Estaba seguro que me encontraba bien o es esperaba, mi vista intentaba enfocar aquello de mi alrededor, pero no podía, un extraño sueño me invadía. Me sentía como aquellas veces en la madrugada cuando estaba demasiado cansado y no podía permanecer despierto.

— ¡Taehyung! ¡Taehyung! — Unos fríos dedos viajaron hasta mi rostro. Estaba seguro que conocía aquella voz  pero el golpe en la cabeza me había puesto más torpe de lo usual.

Intente fijar la mirada en aquel resplandeciente rostro blanco que me sostenía y brillaba a unos centímetros de mi, sabía que era alguien cercano, sabía que no estaba agonizando, esa persona que estaba sosteniéndome era alguien que me conocía y yo lo conocía a él.

— ¿Hoseok? — Dije aún más bajo, casi inaudible.

El cuerpo pareció tensarse ante aquellas palabras. Eso significaba que no era él. No era mi Hobi la persona que estaba sosteniéndome. Y luego recordé, sólo una persona conocida por mi estaba cercas cuando todo esto sucedió. 

— ¿Jungkook?— Susurre aún más bajo.

Aquellos muslos y aquellos brazos se quedaron en total tranquilidad como si hubiera acertado. 

Sin si quiera poder pensar con claridad emití una sonrisa torcida y sarcástica, de todas las personas que pude haber empujado y librado de esos momentos, tenia que ser él, el más maldito e irreprochable señor Jeon. 

No pude soportar más, un horrible y fuerte dolor invadió toda la parte de mi hombro izquierdo. Mi cuerpo se desvaneció y mi conciencia huyó al mundo de los sueños. 

SEÑOR JEON: KOOKV°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora