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Pov. Taehyung

Comencé a caminar hasta llegar a la parada del autobús que se encontraba  unas cuadras del lugar dónde me encontraba. Observo todo a mi alrededor; los autos y personas que pasan. En la calle están construidos enormes edificios; tanto unos muy pequeños, como muy grandes. Uno muy peculiar llama mi atención, es un pequeño negocio de pan en el que muy apenas cabe un grupo de personas, mientras que a su lado, se encuentran un enorme edificio de al menos 20 pisos de alto.

"Justo como Jeon y yo"

Llegó a la parada de autobús, la cual sólo está habitada por unas cuantas personas. Envío un mensaje a Jimin y a mi tío deseándo que ambos hayan tenido un buen día. Tal vez desde hace tiempo no me encuentro con una estabilidad emocional, pero eso no significaba que dejaré de preocuparme por mis seres queridos. Además de que ellos son mi única razón por la que sigo en ese trabajo, mi hermano por ser mi responsabilidad y Jimin por nuestro sueño de mudarnos a New York.

Mi tío contesta casi de inmediato. Dice que Jinhyungie se encontraba muy feliz ya que había conseguido una nueva amiga en la casa de enfrente, pero que había enfermado levemente de gripe. Sonrío con un poco de tristeza al leer eso. Mi pequeño hermano era bastante enfermizo desde que estaba aquí en Corea, pero jamás pasaba a enfermedades mayores.

Observo el cielo; el cual se encuentra algo gris. No me sorprendería si la lluvia llegara a Seúl.

Respiro profundamente intentando sentir aquel peculiar olor que emana del viento antes de un día lluvioso. Mi mamá siempre podía descifrar los días lluviosos, decía que cuando la lluvia se acercaba, la atmósfera desprendía un suave olor a nueves y tierra mojada.

"Mi mamá ¿Cuánto tiempo llevará enterrada en el polvo de mis recuerdos"

Una mano en uno de mis hombros interrumpe todo mi mundo y me obliga a girar y encontrar aquella característica sonrisa de dientes perfectamente alineados.

  — Hoseok... — Su sonrisa se hace más intensa al escuchar su nombre emergido de mis labios.

  — ¡Oh pequeño Taehyung! ¿Dónde te has metido? — Toma uno de mis hombros para estrujarlo levemente — Llevo toda esta semana intentando acercarme a ti, pero siempre pareces tener prisa... ¿Acaso me estas evitando? —.

Mis ojos se abren con fuerza al escuchar eso. De verdad no tenía idea de que Hoseok se diera cuenta qué estaba intentando evitar a todo el mundo.

  — Lo siento, es sólo que Jeon... — Cubrí mi boca antes de poder terminar la frase y roge al cielo por no haber hablado demás. Los ojos de mi contrarío me observan con atención y confusión — Digo... Me refiero a que... Yo... No... Digo... —.

  — Tranquilo pequeño, todos sabemos que Jeon es un hijo de puta... Pero admito que ese hijo de puta paga demasiado bien... Sólo espero y no esté abusando de su poder —.

Respiro con tranquilidad al escuchar su respuesta; Hoseok cree que el problema con Jeon, es que está explotando mi trabajo; acción que hace, pero no se acerca a lo que realmente me aflige.

  — Por cierto ¿Te hiciste un cambio de look? Hoy te veo más hermoso de lo que estás a diario — Su mano viaja hasta mis teñidos cabello para tocar con la yema de sus dedos y jugar con las puntas — Te vez muy lindo —.

Bajo mi vista con un leve sonrojo; definitivamente aquellas palabras de Hoseok habían alegrado mi día de cierta manera.

  — Gr-racias... Hobi — Intento sonar casual y tranquilo, pero mi corazón no me lo permite.

Hoseok deja de jugar con mis cabellos para tomar aquel maletín que lleva en sus manos. Por su ropa y expresión cansada, me da entender que ha salido del trabajo.

  — Me dirigía al restaurante antes de llegar a casa ¿Te gustaría ir a comer conmigo? Yo invito la comida y tú las bebidas... Claro si es que no tienes algún compromiso en este momento —.

"¿Debería de hacerlo?"

Llevaba meses en el trabajo y por desgracia no había logrado mantener alguna conversación de más de dos minutos con alguno de mis compañeros. Todos ellos eran profesionistas o personas importantes; y por desgracia ellos no se relacionan con secretarios como yo.

La empresa estaba llena de personas con bastante dinero; ganaban bien gracias a sus amplios conocimientos y experiencia en sus licenciaturas, ingenierías, maestrías o incluso doctorados. El personal de limpieza y de mantenimiento e incluso los de la cafetería tampoco hablaban conmigo, era extraño ya que creí que sino había encajado con los profesionistas al menos los empleados generales serían más amables conmigo, pero no era así. Hoseok era la única persona amable y simpática.

  — Claro... Vamos —.

Ambos nos dirigimos a un restaurante sencillo, pero bastante agradable y con una comida deliciosa. Había asistido con Jimin y Yoongi antes, sabía que las hamburguesas eran un platillo muy delicioso en este lugar. Así que ordeno una hamburguesa, mientras Hoseok hace un pedido de Japchae.

Todo era tan deliciosos que no pude resistirme a la segunda ronda cuando Hoseok me ofreció.

Una vez concluimos; Hoseok me habló de su familia e incluso de su hermana mayor y su carrera de modelo. Yo le hablé de Jinhyungie y Jimin e incluso de cómo era que era que mi hermano era muy feliz en América con mi tío. Ninguno habló del trabajo o de Jeon y eso me alegraba bastante ya que mis momentos felices son cuando él no está cerca de mí.

Ambos salimos del restaurante y caminamos unas cuadras hasta pasar por aquél gran infierno al que muchos conocíamos como "Trabajo"; lo pasamos de largo y continuamos hablando y bromeando hasta que llegamos a la parada del autobús, dónde Hoseok espero por el carro en el que yo viajaría.

Cuando llegó la hora de separarnos; Hoseok se despidió con un fuerte abrazo y con un amistoso, pero tierno, beso en mi mejilla y un: "Espero y lo repitamos".

Subí a mi autobús y me despedí de él agitando mi mano y sonriendo.

"Después de todo no había sido un día tan malo"

<<Ninguno de los dos se había percatado de un auto negro que yacía estacionado del otro lado de la calle, con un azabache que mordía su labio interior observando toda aquella conmovedora y tierna escena.

  — Todas las bellas y cursis historias tienen un comienzo, pero no sólo lo bueno tiene un inicio — Se dijo a sí  mismo tomando con fuerza el volante — Jung Hoseok, te voy a demostrar que no te puedes meter con las cosas que son mías —. >>

SEÑOR JEON: KOOKV°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora