OUTSIDE - VIII

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Nos quedamos en aquella posición durante un poco más de tiempo, ella aún apoyaba su frente contra la mía y yo no tenía la intención alguna de romper aquel momento, en pocas palabras, podría sin problema quedarme así, a su lado para siempre. Pero, muchas de las cosas que queremos en este mundo no se hacen realidad cuando así lo queremos, con el paso de los minutos ella comenzó a alejarse, pero mantenía su mirada fija en mí en todo momento ¿y cómo no?

Ahora Zoe sabía todo, bueno... casi todo. Uno de mis mayores temores en estos últimos meses había sido el ser rechazado por ella, estaba tan nervioso pensando en lo malo que sería, que nunca me detuve un segundo a cuestionarme el cómo sería si ella me aceptase, y ahora que ha sucedido me alegró de no haberlo pensado nunca, ha sido todo una hermosa sorpresa y no me arrepiento de habérselo contado.

Mi alma por otra parte se encontraba en una enorme batalla para mantenerse entre mis costillas, está tan conmocionada que pareciera que fuera a saltar de mi pecho y correr a sus brazos pero, a quién quiero engañar, si no fuera a verme tan extraño, yo también correría hacia ella, aunque... está a tan solo un paso ¿Por qué no? Un abrazo no mata a nadie ¿cierto?

Sin pensándomelo demasiado la abracé con fuerza a mi pecho, ella al principio se sorprendió de mi reacción, pero con el paso de los segundos no pudo hacer más que corresponderme. Me sentía un poco raro en esta forma, ahora ella era un poco más alta que yo, aunque también tenía sus ventajas que me mantuviera así, sin aquella capa de magia sobre todo mi cuerpo me era más fácil el poder sentir realmente su calidez.

— Sans... —Dijo ella casi en un susurro.

— Dime, cariño.

— No te vayas nunca de nuevo ¿De acuerdo?

No me iré nunca... nunca dejaré sola a tu alma, lo prometo. — Dije mientras poco a poco nos separábamos de aquél abrazo y ella se acercaba a besar justo en el agujero donde debería estar mi nariz.

Luego de aquel momento, las cosas entre ambos se apaciguaron, ella se veía más calmada o simplemente menos preocupada, mientras yo realmente sentía un peso menos en mi interior. Mentirle a Papyrus había sido difícil, al principio él era en lo único que yo debía preocuparme, pero con el paso del tiempo esa sensación que al comienzo sentí al ocultárselo a Paps, había ocurrido también con ella, aunque me arriesgaría a decir que mucho peor.

Ella había tomado asiento en el sillón que se encontraba en el salón de su apartamento, mientras yo solo me quedaba ahí de pie viéndola. Ella me había prohibido solo por un par de horas volver a ser el Sans humano que ella conocía tan bien, imagino que pensará que no volverá a verme de esta forma. En realidad sin saberlo me estaba haciendo un enorme favor, había usado mucha magia en aquel combate... o intento de combate, como para volver a transformarme.

Realmente no tenía muy en claro como era que aún me mantenía de pie en ese lugar, estaba tan agotado que fácilmente podría dormirme en donde sea... aunque ahora que lo pienso no necesito estar cansado para eso. Pero, aún había un par de cosas más que Zoe necesitaba saber y solo me encontraba esperando a que el momento en el que preguntara sobre eso llegase.

— Sans... ¿Por qué estás sólo ahí de pie? —Preguntó. Eso no era lo que yo esperaba...

— Bueno, básicamente porque no me dejas ser humano de nuevo.

— ¿Eso que tiene que ver?

— Me incomoda ser más bajo que tú, es todo —Ella rio y en mi caso sólo se ensanchó un poco más mi característica sonrisa.

— Ven, siéntate a mi lado, no le prestes atención a eso.

Hice lo que me pidió y me senté junto a ella en aquel sillón naranja, ella giró su rostro para mirarme y entonces, soltó una pequeña risita, cubrió su rostro y se disculpó, yo por otra parte no entendí el porqué de su reacción hasta que ella misma se dio la tarea de aclarármelo.

I NEED YOU - Till the Bones [SANS X HUMAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora