I NEED YOU - Till the Bones [SANS X HUMAN]

OURSIDE - I

"Contigo aprendí a amar, a crecer y a creer que todo es posible, porque eres la única persona que realmente me hizo sentir libre, dándole alas a mi alma y a mis sentimientos.

Y es que aun te miro y me doy cuenta que mis ojos se apagarían si no pudiera tenerte nunca más."

El sonido de aquella taza de cerámica llena de chocolate caliente estampándose contra el suelo fue lo que después de unos minutos logró despertarme de mi transe, simplemente me encontraba mirando aquella puerta de madera frente a mis ojos ¿Ella había dicho lo que yo había oído? Ella... ella era uno de ellos. Uno de aquellos cazadores que iban a nuestra montaña, Zoe estuvo tomándome de tonto todo este tiempo.

"¿Sans, estas bien?" Escuche tras la puerta mientras sentía como los pasos de ella se acercaban.

Yo simplemente no era capaz de verla de nuevo, de ver aquellos ojos que pensaba que me amaban, de ver esa sonrisa de que creía era mía, simplemente... no podía verla otra vez. Pero, lo que si podía haber hecho es darle pelea, atacarla con la guardia baja, usarla a ella para que me diera información inconscientemente. Más no lo hice.

Ahora todo tiene tanto sentido... El haberme aceptado de buenas a primeras en el bar, el querer que le contara mi vida, mis problemas... mis sentimientos. Realmente no sé cómo no me di cuenta antes, como fue que fui tan imbécil como para no verlo ¿Ella supo todo este tiempo quien era yo? Por eso se había tomado el tiempo de hacer que me encariñara con ella. ¡Maldita sea! Undyne tenía razón...

"Todos los humanos son una basura."

Nunca debí haberme fiado de uno de ellos, yo dije que nunca lo haría, dije que no me encariñaría, que a esta ciudad venía únicamente a buscar información y al final le había dado mi amor a la persona menos indicada sobre la faz de la tierra. A la persona con la que seguramente en un futuro tendría que combatir para acabar con esto. Pero ¿Yo realmente seré capaz de pelear contra ella? Yo sería incapaz de lastimarle un solo cabello.

Segundos antes de que Zoe lograra abrir la puerta de su habitación yo... había desaparecido de su vida. Me encontraba en mi habitación, en mi hogar, en mi montaña, infestada de humanos que solo buscan dañarnos. Mi alma se encontraba destrozada, le había entregado todo maldita sea, todo de mí... a alguien que no había valido la pena.

Lo peor de mi historia no era que la mujer que amo me haya traicionado, eso era solo un grano de arena en un gigantesco desierto. La pena más grande que alimentaba el dolor de mi alma era que a pesar de todo eso, yo... aun la amo, aun la amaré y será para toda la eternidad de esa manera, simplemente no podré amar a nadie más, porque yo, le vendí mi alma al enemigo.

"Soy un completo idiota" Grité cuando ya simplemente no pude más con la opresión en mi pecho, mientras un rio de lágrimas corría por mis cuencas sin poder ser controladas. Yo soy un monstruo débil, yo realmente no soy capaz de soportar un buen golpe, pero me pregunto algo ¿Cómo es que este dolor aun no me ha matado?

De un segundo a otro mi hermano entró por la puerta de mi habitación, ni siquiera se molestó por tocar, solo entró y me miró con preocupación en sus ojos. Yo no quería llorar frente a mi hermano, yo no quería parecer débil ni inútil frente a él pero, simplemente no podía parar. Se supone que cuando te golpeas con el paso del tiempo el dolor se hace más llevadero pero, en este caso la herida solo se hacía más profunda. Sabía que me dolería si me quedaba con ella, viviendo en una mentira, pero también me dolía el saber que no podría estar a su lado nunca más.

Él al verme en ese estado solo alcanzó a abrazarme e intentar calmarme, pero ahora que lo tenía a él a mi lado... yo tenía su apoyo, su compañía, Papy... hermano, por favor déjame cambiar los papeles un momento, dame la dicha de poder usarte como mi pilar durante unos minutos.