Dúo de tres {Vkookmin}

Capítulo 23

Taehyung

Desperté con un dolor agudo en la cabeza producido por lo mucho que lloré ayer. Jungkook aún estaba dormido a mi lado. Pasaron unos segundos hasta que logré despertar por completo, ¿Y Jimin? Miré a mí alrededor pero no lo encontré. Me levanté de la cama y comencé a llamarlo por todo el apartamento pero no estaba por ningún lado. Al llegar a la cocina hallé una nota pegada a la encimera. Tras terminar de leerla me comenzó a costar respirar.

Nos dejó.

Corrí a la habitación y desperté a Jungkook.

- Se fue, nos abandonó. –me miró confundido así que le pasé el papel.

- Si piensa que lo dejaremos en paz está loco. Vístete, iremos a la gasolinera. –asentí y corrí al armario.

Nadie nos lograría separar de Jimin. Nadie. Ni siquiera él.

Jimin

Pasé la noche en casa de Hoseok, llorando en sus brazos. El pobre no durmió nada consolándome. Llegamos a la gasolinera y yo simplemente parecía un zombi, ya ni siquiera tenía expresión en la cara. Estaba completamente vacío, no vivía, sobrevivía y cada segundo se hacía más difícil que el anterior.

- Jimin, me duele verte así. Tú menos que nadie mereces sufrir, tienes que superar esto, este no es el fin del mundo. Ya verás cómo con el tiempo irás olvidando lo que pasó. –comenzó a acercarse cada vez más. – Hay más personas en el mundo, otras que merecen tu amor mucho más que ellos, que te pueden cuidar y querer sin límites. Solo déjate querer. –entonces me besó. Intenté separarme pero me tenía acorralado contra la pared. Se escuchó a alguien hablar y recién ahí me soltó.

- Así que todo el teatro de la culpa era solo una excusa para estar con este.

Jungkook.

- Y nosotros como estúpidos viniendo corriendo a buscarte, no entiendo como pudimos caer en tu juego. –habló Taehyung.

- Yo no-. –me interrumpieron antes que pudiera decir nada.

- Ahórrate las palabras, nosotros ya nos vamos, fue un error venir. Hasta nunca Park Jimin, espero que tengas más suerte engañando a la gente en el futuro. Vamos Taehyung, no tenemos nada que hacer aquí. –Taehyung agachó la mirada con los ojos llenos de lágrimas y salió tras Jungkook por la puerta.

El dolor que tenía en el pecho se cuadruplicó y ya ni siquiera pude mantenerme en pie.

- ¿Por qué lo hiciste Hoseok? ¿¡Por qué me besaste!?

- Lo siento mucho, me dejé llevar por el momento y solo lo hice. Tal vez fue para mejor, ahora sí se mantendrán alejados y no nos... Te volverán a molestar. –no respondí y solo seguí llorando. - ¿Qué tal si nos vamos a mi casa? Cerremos este lugar y larguémonos, nadie lo notará. Mi casa está sola, mi madre tiene hora al médico y mi hermano está en la escuela, allá podremos hablar tranquilos.

Asentí, necesitaba salir de ahí.

Me fui al auto mientras Hoseok cerraba todo, a los pocos minutos llegó y arrancó el auto en dirección a su casa. Una vez ahí me derrumbé a llorar sobre su cama.

- Jimin ya basta, no merecen tus lágrimas.

- Si no me hubieras besado esto no hubiera pasado. Habríamos terminado las cosas en paz y les hubiese evitado más dolor.

- Bueno, ya te besé, no puedo cambiar el pasado. –habló enojado. - Y aunque pudiera tampoco lo haría, ese beso estuvo delicioso ¿O acaso vas a decirme que no te gustó? Yo sentí como tú también lo disfrutabas. –se acercó más a mí.

- ¿Hoseok de qué hablas? No-nosotros somos amigos, somos como herman-

- ¡Ni siquiera lo digas! ¡Amigos, ja! –soltó una risa sarcástica. - ¡Estuve años junto a ti apoyándote siempre! ¡Años de aguantarme cada uno de tus lloriqueos! ¡Años de hacer todo lo posible para que seas feliz! ¡Años intentando como un imbécil que te enamoraras de mí! ¡Ese par de inútiles llegaron y a los dos días ya estabas "perdidamente enamorado de ellos"! ¿¡Y dónde quedé yo!? ¡Me cansé! –gritó furioso. La situación me tenía al límite del colapso. Vi la puerta y quise salir pero Hoseok me detuvo y me empujó sobre la cama. Se trepó sobre mí y el pánico comenzó a inundarme.

- ¿Hoseok qué haces? Ya para por favor. Hablemos, podemos solucionarlo. –me ignoró. Empezó a desabotonar mi camisa y luego abrió su pantalón. Intenté sacármelo de encima pero no lo logré.

- ¡Ayuda! ¡Alguien ayudem-. – Cállate o te irá peor. Yo quise hacer esto por las buenas Jimin pero tú no me dejaste otra alternativa. Abre las piernas, cierra la boca y todo será más fácil, yo sé que al final lo vas a disfrutar.

En ese momento supe que no tenía escapatoria, iba a pasar hiciera lo que hiciera y nada podría detenerlo.