Epílogo

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Jimin

Jungkook cerró la última caja soltando un largo suspiro de cansancio. Los tres estábamos muriendo del agotamiento después de pasar tres días sin descansar empacando para la mudanza. Todo lo que llevamos cupo en el auto de Jungkook, después de todo solo son las cosas esenciales, el resto lo llevaremos cuando ya estemos instalados o lo dejaremos aquí en el apartamento.

La casa a la que vamos es enorme y hermosa, fue un regalo de sus padres y realmente lo aprecio mucho. Más que por el dinero, por el hecho de que comprarnos una casa para que nos mudemos juntos demuestra que ya me aceptaron, lo cual me hace muy feliz.

Cuando nos reunimos hace unos días para despedirnos todo fue muy distinto a la primera vez que los vi. Esta vez se portaron tan amables que me sorprendí, la madre de Jungkook incluso me abrazó. Me largué a llorar a la mitad de la cena. El ver lo hermosa que es la familia de Jungkook y Taehyung y de cuanto los aman me puso sentimental. Tenía sentimientos encontrados, por una parte estaba feliz por ellos y por otra triste por mí, yo jamás tuve una familia. Cuando ambos me vieron llorar de inmediato se levantaron a preguntarme si estaba bien. A pesar de tener a ambos encima interrogándome logré ver la expresión de sorpresa en la cara de sus padres. Sorpresa al ver cómo me trataban, como se preocupaban por mí. Estoy seguro que en ese momento se dieron cuenta de cuanto me aman sus hijos.

- Bueno, el último adiós y nos vamos. –habló Taehyung mirando el apartamento a su alrededor, yo hice lo mismo.

Comencé a caminar lentamente por este, observando y apreciando cada detalle. Los recuerdos comenzaron a llegar a mi mente. Habían unos cuantos malos, pero la mayoría eran buenos.

Recordé cuando peleé con Taehyung porque pasó a tirar mi cepillo de dientes al inodoro por accidente. Era tarde por la noche y no había ningún lugar abierto para comprar otro así que me ofreció usar el suyo. Casi lo mato.

También recordé la vez en la que llegué cansado del trabajo, me saqué los zapatos y los dejé tirados en medio de la sala. Jungkook salió medio dormido de la habitación y se tropezó cayéndose y golpeándose fuertemente, según él, en la cabeza. Casi me mata.

En esos momentos se sintieron como peleas a muerte, pero ahora solo son recuerdos tontos que logran poner una sonrisa en mi rostro.

Recuerdos así siguieron llegando y para cuando me di cuenta ya estaba llorando. Dios, ¿Por qué tengo que llorar por cada puta cosa que pasa? Ni siquiera sé de donde siguen saliendo las lágrimas, ya debería estar seco como una pasa a estas alturas.

Volví a la entrada, Taehyung y Jungkook seguían ahí. Al verme llorando se alarmaron como siempre.

- Estoy bien, solo me puse algo sentimental. –hablé antes que pudieran decir nada. – Voy a extrañar este lugar.

- No es como si nunca lo fueras a volver a ver, lo más probable es que el fin de semana volvamos a venir.

- No será lo mismo.

- No, no lo será. –Jungkook me abrazó por la espalda y Taehyung apoyó la cabeza en su hombro. Nos quedamos así no sé cuánto tiempo, ni me importaba tampoco, no había apuros.

Una idea cruzó por mi mente logrando que al fin me separara.

- Quiero pasar a un lugar antes de irnos.

Intercambiaron una mirada de preocupación cuando les expliqué.

- No creo que sea una buena idea.

- Lo necesito para cerrar este ciclo. Necesito estar ahí una última vez.

Asintieron no muy convencidos. Bajamos las cajas al estacionamiento y nos subimos al auto rumbo al lugar.

Dúo de tres  {Vkookmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora