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Ya había despertado. Bueno, no del todo. Sus ojos estaban abiertos sin embargo sólo veían al techo con cero intenciones de levantarse de aquella cama. Oh, espera. Aún seguía en la cama y Yoongi también sólo que éste estaba dormido. Giró su cabeza a la derecha encontrándose con el rostro casi que perfecto de Yoongi. Dormía en posición fetal y eso se le hizo súper lindo.

—Mierda..—ahora entendía todo. Tuvo un sueño en el cuál estaba durmiendo junto a Jimin cómo solían hacerlo de pequeño. Sentía el cuerpo del bajito contra su espalda y su pierna y brazo rodeándole.
Ahora entendía que aquel sueño fue realidad sólo que no estaba durmiendo con Jimin, sino con Yoongi. No se despertó haciendo cucharita con Jimin, sino con Yoongi.

Y eso se sintió tan genial.

Miró hacia la ventana y logró ver que a pesar de que siguiera lloviendo pero muy leve, había una radiante luz exterior. Él sol esta vez no estaba cubierto por nubes. Con sumo cuidado salió de la cama, miró sus manos y tres de sus dedos estaban ensangrentados. Fue hasta el cuarto de baño donde consiguió unas curitas. Las colocó en sus dedos y salió de allí. Fue hasta un cajón donde sacó una muda limpia de ropa para pasar ese día. Sabía que no iban a salir, el tiempo no estaba cooperando como para hacer un picnic cómo él había pensado.

Tomó su ducha para después salir de allí. Iba saliendo mientras secaba su cabello con una pequeña toalla cuando vio a Yoongi sentado en la cama mirando al ventanal.—¿Yoongi?—pronunció Hoseok.

—Ah, Hoseok. ¿Cómo amaneciste?.—preguntó.

—Bien, ¿y tú, hyung?.—Yoongi respondió con un bien y fue hasta donde estaba Hoseok. Tomó entre sus manos la mano lastimada de Hoseok.—Y-yo... fu-fueron los nervios. Siempre tiendo a morderme los dedos...—mintió.

—¿Seguro? Una persona no se hace tanto daño así, Hoseok...—dijo con seriedad.—Iré a bañarme, pide algo de desayuno y luego hablaremos de lo qué pasó anoche.—Hoseok con temor asintió.

Ya en la ducha Yoongi estaba pensando las cosas con más detalle. Primero comenzó analizar sobre lo que Jungkook le había dicho. Entiende muy bien sobre los traumas de Hoseok, lo de sus padres fue algo tan impactante que debió ser el triple para un simple niño de siete años. Lo de su ansiedad era evidente, podía notar como Hoseok se comportaba, tartamudeaba o alardeaba de cosas sin sentido. Comenzaba a mover sus pies rápidamente y mordía sus uñas. Y de eso viene el tema de su dermatofagia, pensaba que lo que Jungkook decía era una broma, pero, después de verlo allí en el suelo con sus dedos ensangrentados. Sabía que eso estaba lejos de ser una broma.

Ya se había vestido y salió hasta la sala de estar donde estaba Hoseok. Tomó su celular que la noche anterior había dejado en el sofá. Puso su huella dactilar y se adentró al buscador. Dermatofagia.

Ya entendía. Era un trastorno compulsivo que lo llevaba a mordisquear sus dedos cuando estaba nervioso, ansioso o varias veces cuando su estado era normal. Habían casos de personas que llegaban a deformar sus dedos, era tanto que mordían que causaban una gran herida que tiempo después dejaría una horrenda cicatriz.

Apenas leyó aquello volteó hacia dónde estaba Hoseok. Estaba mordiendo sus uñas.—Hey, ¡Hoseok!.—llamó su atención.—Deja de morderte los dedos, te harás daño.—Hoseok miró sus manos y rápidamente las metió entre sus piernas.—¿Me contarás?

—Yoongi y-yo creo que.- —el timbre sonó interrumpiendo a Hoseok.—E-es la comida, ven.—Llevaron los platos a la mesa del lugar. Se sentaron en el mismo lugar. Uno frente al otro.

P0ST;; sopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora