FRÁGIL [kacchako]/[Bakuraka][PENDIENTE POR EDITAR]

Corazón roto

La de menor estatura se dirigía corriendo lista para declararse.

-Todoroki-kun, eres muy lindo.-Midoriya mantenía una conversión con un chico de cabello mitad rojo y mitad blanco.

Estaban a punto de irse, pero la chica que manipulaba la gravedad los detuvo.

Se paró.

En frente del joven heredero de One for all.

Quien sólo la miraba extrañado.

-Deku-kun...hay algo que te quiero decir...Me gusta el color de tus ojos,... la dulce manera en que sonríes....tu determinación...a lo que quiero llegar es a decirte que...¡Te amo!-

Nadie habló.

Todo estaba en un silencio sepulcral.

Ella tenía la cabeza agachada y estaba mínimamente inclinada.

Esperando una respuesta por parte de él.

Y por fin este habló:-Uraraka-san...yo...-La miró a los ojos.-Lo siento mucho... Siento algo por otra persona...espero que algún día me perdones.

Ella no concebía lo que sus oídos escuchaban. Se quedó estática.
Sin tener idea de como responder.

Hasta que lágrimas de dolor y tristeza resbalaron por sus mejillas.

Ahí es cuando corrió.
Se alejó.
Dejándolos atrás.

Pero detrás de unos arbustos una mirada color carmín observaba la escena.

Era Katsuki.

Dedujo que había ido a su dormitorio... y se fue con ella.

Al llegar allí vió la puerta bien cerrada.

Tocó tres veces.

Nada.

Tocó tres veces más fuerte.

Nada.

Tocó tres veces y hubo un largo silencio...

-Vete por favor...-Suplicó Ochako entre algunos sollozos.

-Uraraka escucha...-Él replicó.

-¡Vete!-Acabó gritándole, aunque su voz sonaba entrecortada de tanto llorar.

-...No seas tonta. Me quedaré aquí hasta que decidas abrirme. No importa cuanto espere.-Se sentó al otro lado de la puerta.

-pfff-El comportamiento del chico le causó una leve risa.
Le levantó un poco el ánimo.

Katsuki lo escuchó y se le dibujó  una pequeña sonrisa en el rostro.

El pobre había esperado durante más o menos 3 horas.

Tanto él como ella tenían hambre. Bajó a la cocina y regresó con un par de mochis, no sin antes insultar mucho a Deku.

-Si no me vas a abrir por lo menos come algo, Cara de Ángel.-Le dejó el plato al otro lado de la puerta.

A lo que ella abrió cogió el plato y con una sonrisa mojada de lágrimas le dijo...-Gracias Katsuki...siento haberte hecho esperar...yo...-Fue interrumpida.

-Cómetelo ya, que estarás muerta de hambre...y de nada, idiota.-Se fue a cenar más tranquilo...pero se seguía sintiéndose mal...al fin y al cabo él le había dado ánimos a declararse.

Ella sonrió.