FRÁGIL [kacchako]/[Bakuraka][PENDIENTE POR EDITAR]

¿A una cafetería?

A la mañana siguiente Uraraka salió de su habitación. Las clases habían acabado ayer y sólo queda hacer las recuperaciones, pero a ella no le hacía falta.

Tenía ojeras de no dormir y los ojos enrojecidos de tanto llorar.
Se fue directa a la sala de entrenamiento para ver si se despejaba un poco de todo eso.

Al llegar no vio a nadie y decidió practicar levantándose el mayor tiempo posible. Llevaba 20 minutos flotando por la estancia.
Había mejorado mucho desde el Festival Deportivo y estaba orgullosa de ello.
Repasó varios movimientos de artes marciales con un maniquí.

Hasta que rendida se sentó en un banco a descansar.

-Has mejorado, Cara redonda. Estoy orgulloso, te has esforzado mucho maldita sea. -Hechó un vistazo a la puerta del establecimiento y se encontró con los ojos rubíes de un peli-cenizo.

-Sí...-Hizo una media sonrisa. Dió un par de pasos hasta alcanzar al rubio. Y le saludó con la mano.

Quería alegrarla, pero no sabía bien de que manera.
Así que optó por lo siguiente...

-Oye, ¿has desayunado ya, idiota?-Tenía un plan que esperaba que a ella le pareciera bien.

-La verdad es que no...Bakugou-Kun...jejeje.-Sonrió un poco pero estaba desanima y Katsuki lo sabía perfectamente.

-Entonces...¿Vamos a una puta cafetería o algo así?...Yo tampoco he desayunado todavía.-La pregunta la sorprendió por completo. Y se sonrojó por las palabras de Katsuki..."¿No es cómo una cita?" Pensó la pequeña.

-De...acuerdo Bakugou...-Volvió a sonreír. El rostro del futuro héroe se tornó color carmín...no estaba seguro de si aceptaría.

-Y gracias...por lo de ayer...y por lo de ahora...-Se acercó a él y le abrazó. Necesitaba un abrazo, necesita cariño y amor...y él la había ayudado tanto emocionalmente...Se puso a llorar en silencio. Él acariciaba su cabeza con una mano mientras que la otra la aferraba al abrazo.

No quería verla triste.
No quería que la llamaran frágil.
Desde luego de frágil no tenía un pelo.
No podía verla así.

Quería ayudarla.
Porque la quería.

Hubo silencio por un rato pero a ninguno de los dos les importó.
Porque estaban a gusto.
Junto a la persona que amaban.