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—¿Qué le pasa?, ¿vieron lo rídiculo que es su peinado?—Apenas la pareja se alejó un poco, después de despedirse, Nicole comenzó a opinar sobre todo lo que podía de Lindsey. Mencionó que era fea, que su cuerpo no era armonioso y que su cabello, nariz y ropa no eran bonitos.

Brendon y yo sólo la dejábamos hablar, obviamente lo hacía porque al parecer ya había perdido su oportunidad con Gerard, sólo le caía mal por ser la novia de su enamorado.

A mí siempre me pareció una mujer hermosa, no podría tener la opinión de Nicole sobre ella, mucho menos si yo estaba intentando algo con Gerard, aún sabiendo de su relación.

Brendon no le respondía nada, sólo la miraba y asentía, no creía que realmente la estuviera escuchando. Yo no le estaba prestando atención, sólo la dejaría que se desilusionara, técnicamente era la competencia.

La pelinegra había mencionado a Mikey, el hermano de Gerard y además a "Bandit", que no sabía quién era. Seguramente tenían visitas en su casa, y por eso Lindsey pasó a buscarlo.

Se me estaba haciendo tarde para el trabajo, así que decidí dejarlos e irme a la parada de autobús. Me sentía cansado, además de pensar constantemente si realmente quería insinuarme a alguien en pareja.

El día en el trabajo fue demasiado pesado, aunque solamente debía dar boletos y de vez en cuando ayudar a alguien a colocarse sus patines podía ser bastante agotador, en especial cuando los niños lloraban por no poder ingresar.

En fin, esa noche no cené y me fui directamente a la cama.

Al día siguiente, llegué un poco más temprano que de costumbre. Había dormido mal y probablemente sería un día horrible. Me mantuve tranquilo en una banca hasta que fuera la primera hora de clases, pero me interrumpió una amiga de Nicole, Jamia.

—¿Anoche murió tu perro o por qué esa cara?—Rápidamente recordé cuando hace unos años murió mi mascota, pero no iba a decirselo. Parecía bastante agradable, aunque era demasiado confianzuda.

—Ayer fue un día pesado y no dormí bien—Le sonreí un poco y ella hizo lo mismo.

—Yo también dormí mal, tal vez fue por algo de la luna—Inmediatamente pensé en que era una de esas locas que creía en los horóscopos, pero intenté seguirle la corriente.

—Sí, por la luna...—La conversación murió luego de mis palabras. Pasaron unos segundos en silencio, ella parecía bastante incómoda. Tenía el cabello hasta el mentón, me encantaba ese corte de pelo, así que decidí decirselo, al menos para romper el silencio.—Tu cabello es genial, me gusta el corte.

—¡Gracias!, lo corté hace poco y pensé que me había pasado—Acarició algunos mechones de su propio cabello, riendo.

—¿Te lo cortaste sola?—Jamia asintió. Estaba sorprendido, una vez había intentando cortarme el cabello solo y tuve que llamar a Hayley para que arreglara el desastre que me había hecho.

—Mi madre tiene una peluquería, aprendí desde niña—De esa forma tenía más sentido.

Ella llegó a la conclusión de que algún día tendría que hacerme algún peinado, yo estuve de acuerdo, me daba bastante confianza su actitud. Nos despedimos un momento después, ambos debíamos entrar a nuestras clases.

***

En la hora del almuerzo pasé junto al chico de barba que siempre estaba con Gerard, pensé que me ignoraría, como yo planeaba hacerlo, pero se detuvo a hablarme.

—Hola Félix—No sabía si me estaba hablando realmente a mí, me detuve un poco y miré hacia atrás, para comprobar que no estuviera saludando a alguien más.—Te estoy hablando a vos—Me señaló.

—No me llamo así.

—Bueno...Félix, Franco, es lo mismo—Blanqueó sus ojos, ni siquiera había dicho bien mi nombre una sola vez, y tengo un nombre demasiado común.—¿Queres sentarte conmigo?.

Esa pregunta me recordó al secundario, cuando todos estan separados en grupos, claramente yo era uno de los fantasmas que se sentaban al fondo del salón.

Asentí y lo seguí hasta una de las mesas, ahí comenzó a hablar sobre temas poco reelevantes, como que hace un par horas tuvo que pelear contra sus lápices porque se quebraba constantemente el grafito. Y cómo no va a pasar eso, si apenas se sentó arrojó su mochila al piso sin ningún cuidado, pero no se lo dije, iba a sonar como un regaño.

Unos minutos después se acercó Gerard, tenía una ceja levantada mientras miraba a Bert.

—Sólo invité a Félix a comer con nosotros, no te pongas celoso—El pelirrojo se sorprendió por lo que dijo y sus mejillas se tiñeron un poco de carmesí.

—¡No se llama Félix y no estoy celoso, idiota!—El contrario se rió y continuó molestándolo.

—No hay por qué negarlo, de todas formas yo estoy reservado para Nicole—Me llamó la atención inmediatamente ese comentario, Gerard lo miró negando disimuladamente para que se callara, probablemente el rubio no sabía que yo era amigo de la chica.

—¿Te gusta Nicole?—Pregunté, no iba a decirle nada a ella, pero me pareció un poco cómico el enrredo que había entre personas que se gustaban.

Bert miró a Gerard sin decir nada, el pelirrojo desvió la mirada a su comida. Se quedó un momento sin decir nada hasta que por fin respondió.

—El ciudadano se reserva el derecho a responder—Me reí por la idiotez que se le ocurrió decir, era obvio que sí le gustaba.—No me gusta, a Gerard sí.

—¡Robert!—Me confundí un poco, pero luego me dí cuenta de que el rubio continuaba molestandolo.

—Era broma Félix—Lo interrumpí diciendo mi nombre correctamente.—Bueno, Frank. A Gerard le gusta otra persona.

—Sí, Lindsey—Eso me dolió.

—O no...—Bert hizo una voz graciosa al decirlo, Gerard sacó una manzana de su mochila y se la lanzó en la cabeza.

Un rato después el rubio se estaba comiendo la manzana y el pelirrojo lo miraba mal, no entendía como eran amigos si el noventa por ciento de su conversación había sido para molestarse.

Me pregunté si así de pesado era yo cuando le hacía bromas a Ray, cuando llegara a casa lo llamaría para preguntárselo.

* * *

Me dolió escribir cosas feas de la hermosa de Lindsey u.u

I don't care. [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora