x20x

1K 147 130
                                    

Tuve ganas de llorar aún más al escuchar el "yo también te amo" por parte de Gerard, acompañado por un montón de besos por todo mi rostro. Me dormí acunado entre sus brazos, pero me desperté un rato después al notar movimiento en la cama.

El pelirrojo estaba vistiendose para irse, pude ver através de las cortinas que el cielo estaba completamente oscuro.

—¿Qué hora es?—Pasé mis manos por toda mi cara debido al sueño, él apenas notó que estaba despierto se giró y dejó un beso en mis labios.

—Nueve y media—Abrí mis ojos sorprendido, me alteré por lo tarde que se era. Probablemente él también se había quedado dormido.

—Es muy tarde—Me sentí un poco apenado, no podía evitar pensar en lo preocupada o enojada que estaría Lindsey.

—Lo sé—Sonó demasiado despreocupado, pero al mismo tiempo sabía que era fingido, seguramente la pasaría mal cuando llegara a su casa.

—Perdón, no quise quitarte tanto tiempo—Gerard me miró y me atrajo hacia él, luego me abrazó y comenzamos a besarnos lentamente. Parecía como si no quisiera separarnos, cada vez que nuestros labios se alejaban unos centimentros, volvíamos a acercarnos sin decir nada.

—No me estas quitando tiempo, Frank—Lo escuché decir mientras se colocaba su abrigo, no era lo que realmente yo pensaba, empezaba a sentirme como lo que realmente era, el amante. Y sus palabras eran tan inciertas.

La soledad que había en mi habitación luego de que acompañé al pelirrojo hasta la entrada fue atormentante. Apesar de retenerlo unos diez minutos más en la puerta, pidiendole besos y abrazos cada vez que se encaminaba a la salida.

Me envolví con una sábana por el frío, estaba en la cocina intentando hacer algo de comer, pero se quemó un poco porque no le estaba prestando nada de atención. Dejé la comida sobre la mesada, ni siquiera tenía hambre.

No había manera de que la cama se sintiera al menos tibia estando solo, las mantas y almohadas era ásperas en comparación con su piel. Ni siquiera habían pasado unos minutos de estar recostado cuando me comenzé a sentir triste.

Me giré sobre mi propio cuerpo para aplastar mi cara sobre el colchón, dí un grito de frustración que se escuchó amortiguado. Después pataleé un poco como un niño, pero ya no quería que ninguno de mis padres me consolara. Quería tener a Gerard dándome toda su atención.

No entendía cómo podía estar tan enganchado con esa extraña relación, nunca me hubiera imaginado que algo de poco tiempo podría ser tan intenso. A veces sentía que mi amor era algo pasajero para Gerard, pero yo de verdad estaba confundido y enamorado, parecía que había esperado mucho tiempo para al fin poder demostrarselo.

El amor inalcanzable de la secundaria se había vuelto aún más doloroso e intenso, ojalá hubiera sido lo suficientemente valiente en ese momento para intentar algo, y así evitar también la tristeza de una persona que no tiene la culpa; Lindsey.

Cuando ya me había cansado de pensar y ya no tenía otra cosa por hacer más que llorar, intenté dormirme, pero cada vez que lo lograba me despertaba a los minutos por alguna pesadilla.

En uno de los momentos difusos entre el sueño y la realidad mi teléfono vibró, yo alzé mi cabeza con dificultad buscando en mi mesita de luz, tomé el celular entre mis mano y lo desbloqueé. Entré a WhatsApp, porque de ahí provenía la notificación, y abrí el mensaje.

Gee💖: Dulces sueños bebé

Con esas simples palabras me sentí un poco mejor para dormir, pero de todas formas intentaría que conversaramos un poco más.
"Igualmente amor, todo estuvo bien cuando llegaste?", Envié.

I don't care. [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora