x23x

945 136 162
                                    

Me alejé por el extenso pasillo, sin prestar atención a absolutamente nada alrededor. Hacía sonar los nudillos de mis manos constantemente, a lo lejos ví a Bert observarme fijamente mientras caminaba. Luego cambió la dirección de su mirada para observar algún punto detrás de mí.

—Hey, ¿te pasó algo?—Brendon interrumpió mi camino. Solo ahí me dí cuenta de que estaba llorando, las lágrimas inundaban mi rostro.

Negué intentando quitarlo de mi camino, pero por alguna razón pensó que era una broma y comenzó a bloquearme el paso mientras reía.

—Alejate, idiota—Le mascullé. Bert se estaba acercando al lugar.

—Qué temperamento—Mencionó Brendon burlandose, pero al instante se quitó de mi vista para dejarme continuar mi camino.

—¡Frank, espera!—Escuché la voz de Gerard retumbar en las paredes, no pensé que sería tan imbécil como para seguirme, seguramente Lindsey estaría confundida.

Inevitablemente sentí desesperación de que se acercara y comenzé a caminar de una manera rápida, el pelirrojo tomó mi mano ágilmente para obligarme a detenerme. Nos encontramos frente a frente, pero sus palabras habían perdido cualquier tipo de credibilidad ante mí.

Ninguna de sus excusas, que probablemente fueron inventadas en ese preciso momento, podían convencerme. Ya no eran significativos sus dichos, no me prometían nada, ni siquiera me causaban tristeza.

Bert opacó toda la atención que le estaba prestando al mayor, aunque más bien mi mirada fue directamente a su vaso de batido.
—Me decepcionaste—Arrebaté la bebida de Robert velozmente, si  dejarlo reaccionar. Luego lo dí vuelta sobre Gerard, empapandolo todo. El rostro de sorpresa que expresó era satisfactorio, aunque no me hacía sentir mejor.

—Me lo merezco—Mencionó agachando su cabeza, intentando limpiarse un poco con las mangas de su chaqueta. Yo asentí, tirandole el vaso vacío en la cara.—Puedo explicartelo, Frank.

—¿Explicarme qué?, ¿estas consciente de lo que hiciste?, todo este tiempo me mentiste, ¿ni siquiera fui tan importante en tu vida como para saberlo?—Lo señalé molesto, escupiendo mis palabras. Era la única emoción que podía demostrar en ese momento.—¿¡Por qué no lo dijiste!?.

—Pensé que ibas alejarte de mí.

—¡Lo único que lograste fue exactamente eso!—Bert se interpuso entre nosotros, al levantar la voz un pequeño grupo de personas había decidido quedarse a mirar el espectáculo. Pero eso no era lo importante; Lindsey estaba sólo a unos pasos, y tenía a Bandit en sus brazos.

La pelinegra lucía sumamente confundida, tal vez molesta por verme maltratar a su novio, aunque no supiera las verdaderas razones.

—¿Qué es esto Gerard?—Indagó, con sus cejas inclinadas, dejando a la niña en el suelo, abrazada a una de sus piernas. El nombrado sólo miró hacia otro lugar, sin responder absolutamente nada. Mientras Lindsey continuaba insistiendo y ninguno de los presentes respondía, algunos cuchicheos sonaban de fondo.

Decidí mirarla a los ojos. Estaba borrosa, todo estaba borroso por las lágrimas, incluso mis sentimientos, que sólo eran un montón de pensamientos entrelazados con emociones adormecidas; era como un espejo, sólo podía saber lo que veía, pero no significaba nada. Todo estaba vacío, sus ojos, sus manos, simplemente demostraban burla ante mí, una entelequia que se encargó de crear mi mente. Su amor resultó ser un simple envoltorio bonito, el interior estaba vacío.

El vacío englobaba esa situación, ninguna palabra demostraba nada, tan solo con observar la tristeza en la mirada de Lindsey podía entenderlo todo. La situación no se trataba de mí, en realidad era yo el que no significaba nada.

Solamente un capítulo que pasará al pasado, un infortunio. Algo que la pelinegra va a olvidar con una promesa, y Gerard va a volver a caer en unos nuevos brazos que le den un poco de calor, con la condición de que no sean los de su novia.

—Lindsey—Ella giró su rostro para encontrarse con el mío.—Gerard te engañó conmigo, también me engañó a mí. Pero lo que realmente importa es que no va a volver a suceder—La mujer no respondió. Algunas risas se escucharon, tal vez era gracioso para las personas que pasaban.—Espero que al menos puedas reirte también de esta relación que nunca tuvimos, del amor que realmente nunca me diste y de todas las mentiras que afirmaste—Me dirigí al pelirrojo al decir esas palabras.

Esperaba que si algún día me dejara de dar rabia mirarlo a los ojos pudiera ser todo un poco mejor, si de verdad el recitado improvisado que me soltaba, sin importar la presencia de Lindsey, era real, no importaba todos los sentimientos que juraba sentir, los desmentiría. Pero mientras tanto no sentía nada además de mi corazón roto.

Irónicamente fue un amor perfecto, aunque hubiese preferido dejarlo flotando en mi mente mientras descansaba en mi cama, pero de todas formas estaría arrepentido.
Gerard podía ser todo y nada a la vez, lo que me falta y al mismo tiempo aquello que no necesito. Conocerlo fue una experiencia emocionante y lluviosa, pero nunca fue mía, nunca fue mío. Lo prefería así, un amor que existiera cuando tenga ganas de hacerlo. Y Si algún día volvieramos a sentir lo mismo.

Taché la última frase, no podía dejar de tener una guerra entre la perseverancia y la resignación.
Tal vez algún día dejaríamos de ser dos amantes igual que todos los demás. ¿Algún día podré decir "no me importa" después de escuchar uno de sus te amo?.

XoFrnk

FIN.






* * *

No me peguen todavía falta el epílogo

Les gustó?

Lxs amo mucho ❤

I don't care. [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora