Vi su cara desencajada por el miedo y la confusión, cuando miré bien que era lo que estaba pasando me di cuenta de que sostenía una daga con la que había apuñalado a la persona que ahora tenía delante.
- ¿Por qué? - dijo en un sollozo casi inaudible.
Tenía las manos llenas de sangre y de mis ojos brotaban pequeñas lágrimas que no entendía porqué se estaban derramando... Ni entendía porqué había apuñalado a la persona que tanto había amado, sostuve durante un tiempo la daga con una mano y con la otra, el cuerpo casi sin vida de mi novio... Grité y grité... Hasta despertarme de aquella pesadilla. Entonces me di cuenta que no solo era una pesadilla realmente, hacemos daño sin darnos cuenta igual que los demás nos lo hacen a nosotros y ese día era culpable de muchas cosas... Culpable de que me hubieran dejado sin vuelta atrás por traicionar los principios que tanto había defendido. Tenemos tanto miedo a fallar y a veces fallamos con tanto miedo... Que es imposible remediarlo.
- Que triste - me dije por última vez.
ESTÁS LEYENDO
Problemas adolescentes
AléatoireEstos textos mezclan tanto el amor adolescente, la familia, los problemas familiares, la tristeza, la pérdida. En muchas ocasiones nos dicen que los adolescentes no sufren, pero yo creo que sí. ¿Te animas a sentirte idenficado con mi historia? ¿Le d...