He leído muchísimos libros en los cuales el amor triunfaba... Por muchas partes que tuviera y aún pienso que mi libro favorito eres tú, ¿te lo puedes creer? Que importó si las cosas no salían bien... Que importó si no amanecimos juntos, que importó no vivir cerca... Y es que nada importó tanto como el estar juntos sin tener que preocuparnos de lo que pasaba a nuestro al rededor. Me han preguntado muchísimas veces qué era lo que importaba más y nunca tuve respuesta hasta que te conocí. Entonces supe que todos mis deseos y mis preocupaciones iban a ir destinadas a ti. No somos héroes, pero tú siempre fuiste el mío aunque no llevaras encima una capa de un color distintivo o aunque no tuvieras un superpoder al que recurrir cuando tenías que encargarte de algo, ni cuando tenías que intentar hacerme feliz, porque para eso ya estaba tu pequeña pero enorme sonrisa. Empecé a creer en la magia cuando me dijiste "quiero estar contigo", empecé a distinguir realmente los colores... Los colores del arcoiris que nunca terminaba de alcanzar. Porque tú me hacías ver la vida de colores... Y sencilla, como hasta ahora. No son los problemas los que afloran. Quizá sea yo la que tiene la palabra maldita y no consigue que las cosas sigan su cauce, pero me temo que nunca se han deshecho tan rápido de mí y menos lo harás tú, mi amor. Tú que tanto me enseñabas a ser una niña buena y mala cuando tocaba, tú que tanto me dijiste que era y tú que tantas veces te he soñado pegado a mí con miedo a soltarte por si te perdía. Después de casi dos años y tener el miedo que sentía cuando te besé por primera vez. Ay... Si es que, que poco sé de la vida pero cuánto sé de ti... Si tú supieras. No me aprendí la forma de tu cuerpo, tus pequeñas curvas y el lugar exacto de tus lunares para olvidarlos. Podría hacerte un mapa perfecto... Y entonces sabrías lo atenta que siempre estuve mientras hacíamos el amor... Y te desnudabas para mostrarme tus miedos, tanto como tus dudas. Me quedé con cada uno de tus pequeños detalles, esos que ni tú mismo veías... Y que a mí siempre me han gustado tanto. Porque aunque siempre lo duduras la perfección siempre ha estado y está en ti, hagas lo que hagas. No son palabras de rencor, de esas no tendré pase lo que pase, porque nunca voy a dejar de admirarte y mucho menos voy a dejar de amarte, ni mis palabras dejarán de hacer ímpetu en lo que eres y lo mucho que llegarás a ser, siempre estaré aquí mi amor.
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Problemas adolescentes
RandomEstos textos mezclan tanto el amor adolescente, la familia, los problemas familiares, la tristeza, la pérdida. En muchas ocasiones nos dicen que los adolescentes no sufren, pero yo creo que sí. ¿Te animas a sentirte idenficado con mi historia? ¿Le d...