Tay-Reh'-O. 1

9 Prepárate

Tema: Prepárate

Lectura Bíblica: Mateo 25:1-13

Introducción.

Es sorprendente todo lo que Dios tiene preparado para nosotros. Es más de lo que podemos imaginar: somos tan importantes para Él, que tiene todos nuestros cabellos contados (Mateo 10:30), Él nos creó, y tiene un plan perfecto para cada uno de Sus hijos; y no sólo eso, sino que hay una eternidad en la presencia de Dios, una morada que Jesús ha preparado para nosotros. Tan sólo podemos imaginar cómo será el estar allí, calles de oro, mar de cristal (Apocalipsis 4:6), estando cara a cara frente a nuestro Dios. Y la Biblia dice que Dios quiere que todos seamos salvos y gocemos de todo lo que tiene para nosotros (2 Pedro 3:9), pero también nos enseña que no todos lo serán, y que aún muchos de los que ya le conocen se perderán (Preguntar al grupo) ¿Por qué sucederá así? (Esperar respuestas) (Decir):

Porque: "No por el momento", "No estoy listo", "Quiero vivir el tiempo que me toca", "Lo dejo para después", "Hago lo más que puedo por ser una buena persona", "No estoy preparado", "No soy lo suficientemente bueno", "He fallado demasiado", "Es muy difícil", "A mi manera", "Lo voy a pensar", "Los demás me rechazan", "Así estoy bien", "No creo poder", "Alguien más lo puede hacer", "No tengo tiempo"... son sólo una parte de una gran lista de excusas y prórrogas que muchos ponen entre ellos y la voluntad de Dios (Preguntar al grupo) ¿Las has escuchado? (Esperar respuestas) (Decir): Muy seguramente, sí. No sólo se dan en el trabajo, o en la casa, sino aún dentro de la misma Iglesia de Jesús. Muchas veces, no valoramos Su sacrificio en la cruz, todo lo que dejó al despojarse de sí mismo (Filipenses 2:7), y dejamos pasar los días, años, meses... pero no sabemos en qué momento ya no va a haber tiempo para buscar a Dios y comprometerse de verdad con Él.

Estudiemos hoy una parábola que el Maestro nos enseña sobre la necesidad que tenemos de estar preparados y en el lugar correcto, para el momento en que Él venga por Su iglesia.

Desarrollo.

1. Preparados (v. 1-4): Para entender esta parábola, necesitamos entender un poco de las bodas de los judíos. La primera parte era cuando el novio iba a la casa de su novia para participar en algunas ceremonias religiosas para que la novia fuera su esposa. Después él regresa a su casa para acomodar todo para la llegada de su esposa. Más tarde, iría para recoger a su esposa y llevarla a su casa para tener una celebración. A veces, la esposa ni sus damas sabían el día ni la hora que el esposo llegaría. Su responsabilidad era estar listas y preparadas cuando él llegara. (Comparar parte por parte, con Jesús) Jesús se refiere a sí mismo como el novio, quien vino aquí a la Tierra a dar su vida en pago por la nuestra; Él regresó al Cielo a preparar todo para que estemos con Él (Juan 14:2-3). La parábola menciona a 10 vírgenes; Todas esperaban al esposo, sin embargo no todas fueron responsables ni tuvieron el mismo cuidado al prepararse para recibirlo. (Preguntar al grupo) ¿De quiénes hablaba Jesús refiriéndose a ellas? (Esperar respuestas) (Decir): De nosotros, Su Iglesia. De ésta formamos parte todos los que hemos entregado nuestras vidas al Señor, los que le hemos confesado con nuestra boca y creído en nuestro corazón,

todos los que hemos sido hechos hijos de Dios; Tú formas parte de esa Iglesia, y está en ti el ser prudente y prepararte o ser insensato y no hacerlo, para el momento en que Jesús te llame para estar con Él. Éstas vírgenes llevaban todas una lámpara, ésta, representa tu vida, tu corazón. Las lámparas necesitaban aceite para poder encenderse a la llegada del novio, éste aceite simboliza la unción del Espíritu Santo, Su presencia, sin ella, nuestras lámparas no están encendidas, ese fuego que debe arder en nuestro corazón no lo hace. Si buscamos a Dios en oración sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17), y nuestra relación con Él es la que debe de ser, entonces estaremos listos para el Gran Día.

2. Él viene pronto (v. 5-12): La siguiente parte de la parábola nos habla de la llegada del novio para entrar con las vírgenes a las bodas. Pero sólo cinco de ellas estaban preparadas para recibirlo, pues llevaban suficiente aceite para mantener encendidas sus lámparas. Las otras cinco no tenían así que fueron a comprar más para que sus lámparas no se apagaran. "Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta" (v.10). Para cuando esto sucedió, las novias insensatas no estaban, y se quedaron fuera.

Jesús prometió regresar pronto por Su Iglesia, y podemos encontrar muchas señales y descripciones de su regreso en el Nuevo Testamento. Él vendrá como el esposo, por nosotros, para ir al Cielo con Él, y en la Biblia vemos que unos irán, y otros serán dejados (Mateo 24:40); sólo son esas dos opciones, no más. Esta parábola nos enseña lo mismo, sólo hay dos cosas que podemos hacer: La primera es buscar a Dios mientras pueda ser hallado (Isaías 55:6) y estar listos para ese momento; la otra es dejar pasar el tiempo hasta que éste se haya terminado ya no tengamos oportunidad para acercarnos a Dios y seamos dejados fuera.

conclusión.

Las novias insensatas creyeron que no necesitarían más aceite o que tendrían tiempo para ir por más, y cuando se dieron cuenta de lo contrario, creyeron que las prudentes les darían de su aceite, pero la relación que debemos de tener con el Padre es personal, cada uno debe de buscar a Dios y amarle con todo nuestro corazón, mente, alma y fuerzas (Lucas 10:27). El tiempo, no sabemos cuánto queda; y el aceite debemos renovarlo día a día para que el fuego nunca se apague. Sólo así estaremos listos para Su Venida. "Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir" (v. 13). Hoy es el tiempo que Dios ha preparado para que tu tomes una decisión: si no le has entregado tu vida a Dios, hoy es tiempo de que lo hagas; y todos podemos comprometernos a buscar a Dios y mantener ese fuego ardiendo en nuestro corazón, no esperar más para vivir la voluntad del Padre, sino vivir todo lo que tiene para nosotros en el momento en que Él lo quiere. No lo prolongues más, no sabemos el momento en que Jesús vendrá, y no vayas con Él. Aparta la desidia y vive todas las maravillas que fueron escritas para ti. Te sorprenderás al ver todo lo que hay esperando por ti.