13 Edifica mi casa

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Lectura Bíblica: Salmos 127:1

Cierto día, un reportero realizaba una investigación sobre la separación de los desechos domésticos. Intrigado sobre quién hacía el trabajo que, notablemente, en las casas no se hacía, decidió visitar el gran depósito de basura de la ciudad. Allí encontró montañas y montañas de desperdicios. Había muchísima gente en ellas buscando algo para vivir. Al parecer, todo les servía, y prácticamente ese lugar era casa de la mayoría de ellos. ¡¿Cómo era posible eso?! Con curiosidad, se acercó a un hombre que comía con desesperación un trozo de comida. Le preguntó: -Por favor, no se moleste, pero quisiera saber ¿cómo es que está usted aquí, comiendo eso, en medio de tanta basura, y con este terrible olor, cuando puede luchar por una mejor vida? El joven, le respondió: -Bueno, llevo en este lugar desde pequeño, aquí tengo todo lo que es mío. El olor no me molesta, ni el sabor; ya no los percibo, me he acostumbrado. Tampoco me molestan la basura ni el estado de las cosas, ni el trato que recibimos y damos. Así estoy bien.

Hermanos, vivimos en medio de una sociedad que está llena de tanta basura. Un mundo que se está acostumbrando tan rápidamente al olor y sabor de todo lo que contamina a las familias. Y muchas veces nosotros cometemos el error de actuar como si Dios estuviera cambiando conforme cambian los tiempos. Decimos que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre, cuando necesitamos un milagro o Su bendición; pero cuando se trata de vivir conforme a Su Palabra, decidimos que el mundo nos guíe. Tal vez Dios ya no es "tan estricto". ¿Eso nos enseña la Biblia? No. Sino que nos enseña: "No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios transforme su vida con una nueva manera de pensar. Así podrán entender y aceptar lo que Dios quiere para ustedes y también lo que es bueno, perfecto y agradable a él" (Romanos 12:2 versión Palabra de Dios para Todos)

1.El modelo de este siglo y lo que nos ofrece: ¿Las cosas siguen siendo iguales que hace 50 años? ¿Como hace 20? No, ciertamente el tiempo no se detiene, sino que cada día encontramos muchísimos avances y cambios en todas las áreas. El conocimiento aumenta al igual que la tecnología. Nuevas cosas se enseñan en las escuelas. Algo que debemos de entender es que no nos podemos cerrar ante este avance, pero como hijos de Dios debemos de saber elegir qué entra a nuestras vidas y qué no. Tomar lo bueno, y desechar lo malo. A eso se le llama discernimiento. Y es que a veces, no entendemos que el modelo que se nos presenta en la sociedad, en la televisión, el cine y los medios masivos no es el correcto. Dejamos equivocadamente que las cosas de este mundo entren a formar parte de los cimientos de nuestros hogares. Y entonces, viene la destrucción. ¿Por qué? Lo veremos a continuación.

A) Edificar es un trabajo difícil ¿Cierto? Más cuando se trata de un templo. Entre más empeño se tenga en él, más rápido y mejor resultará. Esdras 1:1-3, habla de cómo el rey Ciro de Persia manda edificar una casa para que el pueblo pudiera buscar en ella la presencia de Dios. En el versículo 4, ordena que a los judíos se les brindara ayuda "con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias". Pero en el capítulo 4 de Esdras, hombres se dirigen a los jefes del pueblo de Judá, para edificar junto a ellos la casa donde habitaría Dios, aclarando que a Él le servían. Más, ¿Cuál fue la respuesta que recibieron en el versículo 3? "No nos conviene edificar con ustedes casa a Dios, ustedes no tienen nada que ver con nosotros". ¿Por qué? En el versículo 1 podemos leer que esos hombres eran en realidad sus enemigos. No buscaban su bien. Durante todo el tiempo en que se construyó el templo, buscaban a poderosos reyes para impedir que terminaran de edificar.

B) Edificar es un trabajo difícil ¿Cierto? Más cuando se trata de tu casa. Entre más empeño se tenga en ella, más rápido y mejor resultará. Dios te ha mandado a edificar un hogar en el que Él pueda estar junto a ti y tu familia, para que puedan buscar Su presencia. Día a día, aunque no lo notes, el Señor te quiere hablar para indicarte qué es lo que debes de hacer, cómo hacerlo, y con qué; te quiere instruir sobre lo que debes permitir que entre en tu vida y en la de tus hijos. Pero, aunque tal vez tampoco te hayas percatado, muchas otras cosas han querido entrar a "edificar" junto a ti, haciéndote creer que es para tu bien, y que "no pasa nada". Sí, al igual que con el pueblo de Judá, son tus enemigos, que únicamente vienen a "robar, matar y destruir" tu casa. ¡No lo permitas! Aunque parezca inofensiva, la televisión es un medio por el cual pueden entrar para quedarse un sinnúmero de hábitos y mañas que terminaran con tu familia. Muchas no actúan al instante: poco a poco van destruyendo lo que Dios ha hecho en tu vida, deshaciéndose de la familia que Dios te dio. Lo mismo sucede con el internet, las redes sociales, las relaciones inadecuadas con las demás personas, y una gran lista de "ladrillos de papel" que al ponerlos en tu hogar, terminarán lastimándolos.

2.Lo que Dios quiere para nosotros: Hay otra alternativa, que incluye escoger bien lo que es bueno para tu casa, pero principalmente tiene que ver con Aquél que conoce todo sobre ustedes, y que sabe cuál es la salida a los problemas que han tenido, que sabe cuál es el modelo perfecto que debe ser tu casa, porque Él la creó: Dios. En Su corazón nació la idea de que tu familia sea plena en amor, una idea alcanzable ahora para nosotros, porque Él es amor, y si Dios habita en tu hogar, y lo edifica, comprobarás "lo que Dios quiere para ustedes y también lo que es bueno, perfecto y agradable a Él" La biblia dice en el Salmo 127:1 "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia" Búscalo: cuando no sepas qué hacer y las cosas empeoran, búscalo, permite que Dios edifique tu casa; cuando creas saber lo que es bueno, búscalo, permite que Dios edifique tu casa; cuando las cosas vayan bien, búscalo, permite que Dios edifique tu casa. Todo sale mejor, cuando Dios edifica tu casa.

Conclusión.

No te acostumbres al mal olor y sabor de la basura que se te ofrece constantemente, recházala por completo. Eso YA NO lo debes vivir. No más. No te niegues a adaptarte al cambio, pero sé sabio y deja que Dios te enseñe hasta dónde debes llegar, no dejando tampoco que entren tantas cosas a tu vida que sólo te destruirán, al igual que a tu familia: las decisiones que tu tomes les afectan a ellos, seas padre, madre, hijo, hermano, cónyuge; y lo que tu dejes entrar a tu vida te sigue hasta tu familia. Lo que viene de Dios y lo que no, está muy claro en la Biblia, pues es Su palabra. Todo lo que no venga de Él recházalo, y di: "No nos conviene edificar con ustedes casa a Dios, ustedes no tienen nada que ver con nosotros."

Tay-Reh'-O. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora