15.-El temor de Dios

9 0 0
                                        

Lectura Bíblica: Santiago 1:5

Todos los días nos encontramos con situaciones en las que tenemos que elegir si hacemos o no hacemos algo. Sean pequeñas o grandes, son incontables la veces que tomamos decisiones. Desde el tomar café o agua, hasta en dónde trabajar o qué estudiar. El problema es que, no todas las opciones nos llevan a donde queremos, no todos los caminos llevan a Roma; algunas veces es notable lo que debemos hacer para cumplir un objetivo o que las cosas salgan bien, pero hay otras veces cuando no es así. En esos casos, ¿qué hacemos? ¿Cómo sabemos qué camino tomar? Es decir, somos humanos, somos dados a cometer errores, y cuando no hacemos bien las cosas, podemos arruinarlo todo, y perder en un instante el fruto de mucho tiempo.

Si ya eres hijo de Dios, has tomado la decisión más importante de tu vida y por la eternidad: entregarle tu vida a Jesús. Aun así, hay muchas otras que tomas día a día, y puede costarte mucho trabajo, pero Dios nos ha dado una promesa: una de sabiduría.

Todos tenemos una idea o percepción de lo que es la sabiduría ¿Para ti, qué es? Para algunos es inteligencia, saber actuar, tomar buenas decisiones, ser astuto... si queremos evitar tropiezos, necesitamos ser sabios.

1.El plan de Dios: Quizás ya hayas escuchado que Dios tiene un plan para tu vida. A veces, cometemos el error de pensar que el llamado que Dios nos hizo, es llegar a cierto punto muy alto dentro de algo de tiempo: el clímax de nuestra vida, el momento para el que llegamos a este mundo. Eso es incorrecto. El llamado que Jesús nos hace es: "Sígueme". Cuando alguien nos dice eso, ¿Qué hacemos? no dejamos de caminar detrás de él hasta llegar a donde él quiere. Así es con Dios. Su plan es perfecto y es cotidiano. No es sólo un punto de tu existencia: es cada segundo de tu vida. Los grandes propósitos del Padre son para cada momento, por más pequeño que sea. Dios te ha dado todo lo que necesitas para vivir esa buena voluntad agradable y perfecta. Pero ¿Cómo saber qué hacer y el cómo hacerlo? Hechos 22:14 nos menciona que Dios no nos ha dejado solos en el camino, Él quiere que conozcas Su voluntad, y en Su libro están escritos todos tus días. Puede que nosotros no conozcamos lo que viene o lo que es mejor, pero Él sí. Por eso nos ha dado ésta promesa:

2.La sabiduría: El principio de ésta, es el temor de Jehová (Job 28:28). No es un miedo a ser castigado o a tener malas consecuencias. Es el hacer todo lo que Dios quiere que hagas, por amor a Él, por querer agradarle, y por no contristarlo. La sabiduría no es sólo conocimiento; no sólo se habla o se mantiene en el pensamiento, sino que se vive. Es importante conocer el qué hacer, pero más importante hacerlo. Y ahí, en medio de nuestro día, en cada acción, radica nuestra obediencia.

A) Pide. En Santiago 1:5 encontramos esa promesa grandísima para todos. Cuando no sabemos qué hacer, y aun cuando creemos saber; cuando nos falta el temor de Dios, la podemos pedir a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y nos será dada. No en vano, en la Biblia encontramos cinco veces o más, que el temor de Dios es la sabiduría, y podemos leer y estudiar muchos beneficios que ésta nos trae, específicamente en el libro de Proverbios. Si buscamos en todas partes fuera de Dios, jamás la encontraremos, ni la obtendremos por experiencia o por inteligencia. Sólo Dios es quien la da, si tan sólo se lo pedimos. "Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Él provee de sana sabiduría a los rectos..." (Proverbios 2:6-7).

B) Dios te guía. Es tiempo de entender que nuestros planes no son lo mejor para nuestras vidas, cuando no son los planes de Dios, por más buenos que sean. Jeremías 10:23 enseña que el hombre es incapaz de planear su vida, de ordenar sus pasos, mientras que en el Salmo 37:23 podemos ver que Dios es el Único que puede ordenarlos. Lo primero que debemos hacer si queremos actuar sabiamente, es dejar de tratar de hacerlo a nuestra manera. No podemos pasar por alto lo que Dios nos dice que hagamos, y esperar que todo vaya bien. Deja de intentarlo, permite que Él te guíe; ¿Qué dice Salmos 32:8? Cuando tú le pides, como dice el Salmo 143:8, que Él te enseñe el camino por el que debes andar, Él te promete hacerte entender, y enseñarte el camino por el que debes andar; créelo, y permíteselo, tómate de Su mano y síguelo. "Y el Señor te guiará continuamente" (Isaías 58:11). Isaías 30:21.

3.Principios: La Palabra de Dios debe ser nuestra guía en todo momento del camino. En ella podemos encontrar consejo y aumentar el saber (Proverbios 1:5). La voluntad del Padre es específica y diferente para cada persona, y la hallarás en lo secreto de Su presencia. Sin embargo, hay principios que nos ayudan a todos a saber lo que Dios quiere que hagamos. Al tomar una decisión o hacer cualquier cosa de nuestra vida, ésta:

A) Nunca nos va a apartar de Dios, ni nos acercará al pecado (1 Tes. 4:2 y 7)

B) Nos mantiene en oración, agradecimiento y gozo, y con el Espíritu encendido (1 Tes. 5:16-19).

C) Va acompañada de buenas obras, para las que fuimos creados (Efesios 2:10).

D) Nunca contradice la Palabra de Dios.

E) Cuando la sabiduría entra al corazón, libra del mal camino.

F.B. Meyer dijo en una ocasión: 'Cuando la Palabra de Dios, el impulso del Espíritu Santo en mi corazón, y las circunstancias externas están en armonía, entonces estoy convencido de que estoy actuando de acuerdo con la voluntad de Dios'. Jorge Müller aconsejaba que para actuar sabiamente, debemos rendir nuestra propia voluntad, no tener una elección definida, buscar la voluntad del Espíritu a través de la Palabra de Dios, observar las circunstancias, orar pidiendo dirección, y esperar pacientemente en Dios. Ambos coinciden en algo: al hacer cualquier cosa, Dios sabe qué es lo mejor que podemos hacer, y si permitimos sabiamente, con temor de Dios, que Él nos guíe, estamos haciendo lo mejor que podemos hacer.

Tampoco nos aceleremos al pedir dirección. Nosotros necesitamos luz para dar un paso a la vez, obedezcamos la luz que Dios ya nos ha dado, y entonces Él nos dará más luz. No acomodemos las cosas a nuestros deseos, más bien, permitamos que todo sea en el tiempo de Dios y conforme a Su plan. Ya sabes: si te falta sabiduría, pídesela a Dios, y Él te la dará abundantemente y sin reproche.

Tay-Reh'-O. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora