Lectura Bíblica: 2 Crónicas 33:12-13
Introducción.
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1. Ídolo: Esta palabra viene del griego “Eidolatria” que es una conjugación de “Eidolon”, que quiere decir imagen, aquello que es o se ha visto, apariencia, una idea, imaginación, fantasma, semejanza; y “latreuo” servir, adorar. La segunda palabra, implica esclavitud. Consiste en dar la adoración debida solamente a Dios, a cualquier ser distinto de Dios. Entonces, ¿Será que podemos idolatrar a muchas cosas más que sólo imágenes? ¡Sí! Mateo 10:37 dice que el que ama a su padre o madre, hijo o hija, más que a Jesús no es digno de Él. Cualquier cosa a la que le demos el lugar que sólo debe ser de Dios, está siendo nuestro ídolo, ya sea un familiar, el trabajo, la escuela, los amigos, algún objeto o imagen, un hábito, cualquier cosa, puede convertirse en un ídolo. Y la Biblia nos enseña en Éxodo 20:4-5 “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso…” Es muy claro: Dios merece el primer lugar en tu vida, Dios merece la adoración. Nadie más. El Señor no quiere que tú le des parte de tu vida a imágenes que son “obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos” (Salmos 115:4-8)
2. Lo que representa un ídolo: Muchas veces en la Biblia, está escrito como en Joel 2:27 “Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que Yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro…” Dios quiere que entendamos que Él es el único y sabio Dios, sólo Él merece la gloria (1 Timoteo 1:17); y no hay nada semejante a Él (Isaías 46:9). Idolatrar algo representa que creemos que Dios está muy ocupado como para escuchar nuestra oración, que necesita ayuda de alguien más para obrar, que ese ídolo es semejante a Dios, ya que puede salvar, perdonar, hacer un milagro, ayudarnos, e incluso representa que te ama más o que es más bondadoso o mejor que el mismo Dios. Sólo Dios salva, sólo Él perdona pecados, sólo Él te puede ayudar en todo lo que necesites, sólo Él es Dios. Un hombre dijo una vez: “Vivir para uno mismo es aburrido, a la larga, vivir para otros puede llevarte a la frustración, pero vivir para Dios, esa es la mejor manera de invertir la vida”. Hay infinidad de cosas, de personas que pueden ocupar un lugar en tu vida, pero ninguna se compara a Dios; muy seguramente si otras cosas reciben de ti lo que deberías darle a Dios, terminaran mal las cosas. Veamos un ejemplo bíblico de lo que sucede:
3. Manasés, Amón y Josías: 2 Crónicas 33:1-5. En los libros de Reyes y Crónicas, se menciona al comienzo de la narración de la historia del rey si lo que hizo fue bueno o malo ante Dios, y en el caso de Manasés, en el versículo 2, leemos que él hizo lo malo. ¿Qué fue lo que hizo mal? El reedificó los lugares de adoración, levanto altares, hizo imágenes y adoro al ejército de los cielos, y les rindió culto. Notemos en dónde lo hizo: en la casa de Dios. Hay iglesias en las que no es raro esto, en el mismo lugar en el que se adora a Dios, se rinde culto y adoración a imágenes, a ídolos. Hay muchas personas que creen que están en lo correcto al amar más a otras cosas, ya que también aman a Dios, pero no es así. Según los versículos 10-11 ¿Qué sucedió con Manasés debido a esto? Fue aprisionado, atado, y llevado cautivo. v. 12-13 Tal vez Manasés “vio muchos milagros” por las imágenes que adoraba, pero cuando estuvo en la presencia de Dios, y el Señor respondió a su oración, el rey reconoció que Dios es uno y NO HAY MÁS. Podemos leer en los versículos 15-17 lo que hizo después de esto: quitó y echó fuera los dioses ajenos y adoró junto con todo el pueblo al único y verdadero Dios.
Hubo otro hombre, Amón, el hijo de Manasés, quien también hizo lo malo ante Dios, ya que hizo lo mismo que su padre antes de arrepentirse, más Amón no se humilló, sino que “antes bien aumentó el pecado” (v.23). Como consecuencia, sus siervos conspiraron contra él y lo mataron en su casa.
2 Crónicas 34 nos habla de otro rey, Josías, el hijo de Amón y nieto de Manasés, quien, a diferencia de ellos, hizo lo correcto delante de Dios, no sólo porque no adoró a otros dioses, sino porque ¡Destruyó todo de ello en la tierra de Israel! (v.7) Él fue bendecido por Dios por lo que hizo, porque puso al Señor en primer lugar, antes que todo, y le obedeció, porque sabía que Dios es Dios, y no hay otro.
Conclusión.
Todo tiene un orden. Darle el primer lugar a Dios no significa apartarte de todo, meterte en una cajita y nada más. Es vivir con un orden de prioridades obedeciendo a Dios antes que a nada ni a nadie; buscarle en toda oportunidad y reconocer que Dios es Dios, nadie ni nada te puede dar lo que Él te da. Es tu decisión: vivir como Amón que estaba mal delante de Dios por tener ídolos; vivir como Josías, quien erradicó por completo todo lo que había recibido el primer lugar que merece Dios y fue bendecido; o hacer lo que Manasés, quien a pesar de que se había equivocado, se humilló y reconoció que Dios es uno y no hay otro. Toma hoy esa decisión y Dios responderá a tu oración si haces lo correcto. Éxodo 20:6 dice que Dios hace misericordia a millares, a los que le aman y guardan sus mandamientos.
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Tay-Reh'-O. 1
EspiritualEsta es la primera recopilación de estudios bíblicos a nombre de MejorLeeTuBiblia. He revisado, leído, estudiado, y analizado estos 20 estudios de diferentes tópicos realizados en un periodo de 2 años, y hay mucho que no recordaba. No me cabe duda q...