Capítulo 1: El inicio

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Realmente fue un milagro que se hayan conocido, ambos tenían unas vidas miserables, pero era un poco mejor cuando estaban juntos.

La madre de Donghae, si es que se le puede llamar así, era un prostituta que por error quedo embarazada pero no tuvo otra opción más que tenerlo. A los 5 años lo vendía a hombres que pagaban mucho dinero por él, prefiero no entrar en detalles, cuando él me lo contó tuvo una crisis nerviosa.
Donghae era su gallina de los huevos de oro y no podía perderlo, por lo que a los seis años lo inscribió a la escuela.
Donghae no hablaba. Tenía miedo. Ella le dijo que si decía algo lo vendería a cualquiera para que lo matara lentamente.
Aún así, su desempeño era bastante bueno. Siguió así hasta los doce años, hasta que trato de revelarse una noche. Mala idea.
No entrare en detalles, solo dire que fue la peor noche en la vida de Lee Donghae.
Hyukjae por otro lado, era producto de una infidelidad de su padre a su madrastra. Su verdadera madre murió cuando el tenía 4, hasta ese entonces era feliz. Pero cuando ella murió su padre lo llevo a su casa. Su madrastra lo odiaba, lo golpeaba, incluso hubo una ocasión en la que quemo su espalda, lo dejaba sin comer, cuando su padre tenía algún viaje de negocios era encerrado en el sótano, solo él y un par de ratas.
En la escuela también era molestado por sus compañeros. Los niños son malos por naturaleza porque nadie los detiene. Con la excusa de "son unos niños y no saben lo que esta mal" dejaron de Hyukjae sufriera horriblemente.
Golpeado en su casa y golpeado en la escuela. No tenía un lugar en el que refugiarse excepto con sus amigas las ratas.
Él tenía muchas cicatrices en su espalda. Muchos pensaban que eran por pertenecer a la mafia pero no podían estar más equivocados. Eran cicatrices de su debilidad, si él se hubiera defendido no las hubiera tenido. Aunque gracias a ellas gano algo mucho mejor.

~•~•~•~

Cuando tenían once años ambos se conocieron, fue como si un poco de luz hubiera entrado en sus oscuras vidas. Ambos débiles, temerosos y con mucho dolor en su alma se conocieron.
Estaban molestando a Hyukjae como era costumbre, nadie lo defendía. ¿Maestros? A ellos no les importaba. Solo una persona lo "defendió". Donghae, asustado y tembloroso como un ciervo recién nacido se puso sobre Hyukjae para protegerlo de los golpes.
Cuando me contaron eso no podía creerlo, Donghae a pesar de todo tenía un poco de humanidad en su interior, más de la que esos imbeciles con buena vida.
Muchas patadas para ambos, golpes e incluso piedras... esos estupidos mal nacidos. Si supiera quienes fueron los torturaría de la peor y mas dolorosa manera posible con mis propias manos. Disculpa, me desvíe del tema.
Cuando se cansaron de golpearlos (cuando se dieron cuenta que uno de ellos podía morir si lo seguían golpeando) se fueron y los dejaron a su suerte.
-Oye- dijo con una voz quejumbrosa y suave- Oye, ¿estás bien? No debiste defenderme
-No te preocupes- le contesto Donghae, trato de reír pero solo le provoco dolor- esto no es nada para mí. ¿Cuál es tu nombre?
-Hyukjae. Lee Hyukjae.- dijo sentándose y ayudando a Donghae- ¿el tuyo?
-Tenemos el mismo apellido- le dijo, tratando, nuevamente, de reír. Cerro los ojos y se dejó caer de nuevo- Don...
Se desmayó. En los brazos de Hyukjae. El pobre no sabía que hacer y se puso a llorar, lo dejo en el suelo y trato, con pequeños e inofensivos golpes en su mejilla, de hacerlo despertar.
Nada. Tenía miedo. Era la primera vez que alguien era amable con él y no quería que terminara así.

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