Defensa propia

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No. Sus vidas no cambiaron por el hecho de conocerse. Esto no es un cuento de hadas con felices para siempre.
Sus vidas seguían siendo las mismas fuera de la escuela pero dentro de ella hicieron el juramento de defenderse mutuamente. Eran inteligentes y sabían como golpear o mejor dicho aprendieron a hacerlo.

Al menos dentro de la escuela no tenían que preocuparse por abusos.

No eran fuertes pero ambos sabían donde golpear para dejar a otro chico en el suelo, de hecho, Donghae incluso siendo un adulto de 33 años seguía dando esas patadas que hacía que te arrodillaras ante él, era gracioso de ver. Te imaginas eso, normalmente si obligas a alguien a pagar una deuda lo golpeas en el estómago o lo torturas, pero él, él solo se te acercaba lentamente, te ponía una mano en un hombro y su rodilla en tu entrepierna. Con mucha fuerza, quizá más de la necesaria. Golpeaba de tal manera que era normal que algunos terminaban vomitando.

Discúlpame, sigo desviándome de la línea cronológica de los acontecimientos.

Cuando solo faltaba un mes para terminar ese curso uno de sus maestros, su nombre no es relevante, era un hijo de puta, eso es todo lo que necesitas saber, los llamo después de clases.
-He escuchado- les dijo sentado detrás de su escritorio, viéndolos, según Hyukjae, con repulsión- que se han metido en muchas peleas. Han golpeado a muchos de sus compañeros, los han hecho vomitar incluso. ¿Tienen algo que decir en su defensa?-
Ellos no lo podían creer, yo tampoco cuando me lo contaron. Ellos habían estado recibiendo abusos desde que entraron a esa estupida escuela y nadie. Nadie. Hizo nada por ellos.
-Es cierto que lo hicimos, pero porque ellos nos golpeaban. Solo nos defendíamos- le dijo Hyukjae. Ofendido, molesto y un poco asustado.
-La violencia no tiene manera de justificarse. Tendré que suspenderlos.
-Claro. Si el débil se defiende no tiene justificación. El fuerte puede hacer lo que quiera, puede golpear a otros y pasar sobre ellos sin que nadie lo detenga pero cuando alguien se opone a el es castigado. FUE DEFENSA PROPIA. NADIE NOS DEFENDIO CUANDO NOS GOLPEARON HASTA HACERNOS DESMAYARNOS. Y ahora... ahora que nosotros nos defendemos nos llama y nos dice que la violencia no tiene justificación? Jodase. Váyase a la mierda y no regrese!
-SUFICIENTE. No permitiré que hable de esa manera. Soy su maestro y como tal merezco respeto.- dijo golpeando con su palma el escritorio al terminar de decir esa última palabra.
-El respeto, querido profesor, es algo que se gana y usted- lo vio de arriba a abajo- no lo merece. No merece ni mi respeto ni el de nadie.
-Lee Donghae. Queda expulsado.- otro golpe al escritorio.
-¿POR DECIR LA VERDAD? Que buen maestro es usted, profesor mierda.
-Donghae por favor.- dijo Hyukjae tomándole de la mano para, tratar de, transmitirle un poco de tranquilidad. Era la primera vez que lo veía enojado, normalmente se podría decir que estaba neutro.
-Es solo que no lo entiendo- su voz tembló. No quería llorar pero no podía evitarlo.- ¿Por qué solo nosotros seremos castigados? ¿Por qué?- Sus lágrimas comenzaron a fluir, trato de detenerlas inútilmente. Odiaba llorar frente a otros porque no sabía cómo reaccionarían ¿lo golpearía para que se callara? O al contrario ¿disfrutaría ese maestro de sus lágrimas?
Hyukjae se puso frente a él. Lo hizo porque sabía que Donghae odiaba llorar, solo lo hacía cuando la situación se salía de sus manos, de esas pequeñas manitas que aplaudían cuando Hyukjae le explicaba algo y lo entendía, de esas manitas que tomaban las suyas solo porque sí, de esas que enlazaba mientras caminaban. Hyukjae odiaba verlo llorar. No sabía porqué, pero lo odiaba.
-¿Por qué la expulsión? Ya explicamos que fue en defensa propia, además, todo eso ocurrió fuera de la escuela. Tengo entendido que lo que pasa fuera no les incumbe. ¿Me equivoco?-Dijo Hyukjae, cuando me lo contó tenía una sonrisa llena de superioridad, creo que cuando se enfrento a ese maestro también la tenía.
-¿Quién te ha dicho que no nos incumbe?
-El reglamento. También dice que solo el director puede suspender o expulsar a un alumno así que, con su permiso, nos retiramos.

Puede que no creas lo que acabas de leer, un niño de once años hablándole así a un maestro es difícil de creer, o al menos para mí lo es.
Lo bueno de todo esto es que pudieron terminar ese curso.

Realmente no hay nada relativamente importante que contar sobre ese curso. Excepto como se conocieron y como se defendieron el uno al otro, aparte de eso ya lo dije todo. Su vida seguía siendo una mierda, y si me permites la expresión, una de las grandes.

Quizá haya una cosa, ¿a que no adivinas el regalo de graduación que la madre de Donghae le hizo? Lo alquilo durante todas las vacaciones de fin de curso a Soo.
Cuando el nuevo curso inició, Donghae odiaba a todos, odiaba a su madre, odiaba a esos hombres que pagaban por él, pero sobre todo odiaba a Soo.
Créeme que te hago un favor al no decirte lo que paso en esos dos meses. Cuando yo escuche todo lo que pasó no pude hacer otra cosa más que abrazarlo, a veces él era como un niño que se despertaba luego de una pesadilla con temor a que los monstruos de sus sueños lo encuentren en la vida real. Soo era su monstruo.
Quizá no odiaba a todos, cuando el primer día del nuevo curso llegó Lee Hyukjae se sentó a su lado y le mostró una sonrisa que mostraba todos sus dientes. Lee Donghae odiaba a todo el mundo excepto a Lee Hyukjae, el era ese algo que todos tenían, no sabía que palabra utilizar en aquel entonces porque nunca la había utilizado.
Lee Hyukjae era su único... ¿amigo?

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