De las ultimas ocasiones

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¿Que haces cuando gobiernas toda una cuidad? A la edad de los 20 años, Donghae y Hyukjae gobernaban esa cuidad desde las tinieblas. El casino había crecido bastante, tanto así que habían abierto dos más de los que se encargaban bastante bien. Tenían varios conocidos que eran políticos, si hubieran querido hubieran tenido todo a sus manos.

Dejaron los robos de lado en gran parte, seguían haciéndolo al menos una vez al mes.

Yo apenas tenía 17, pero cuando cumplí los 18 los edificios pasaron a estar a mi nombre. Edificios Lau, suena hermoso, lo se.

~•~•~

Pasaron los años tranquilamente, Kyuhyun se casó con una mujer bastante hermosa, ya no lo veíamos seguido, quería ser el mejor hombre para su esposa y futuros hijos. La casa ahora se sentía muy grande para solo tres personas y un perro.

-¿Deberíamos mudarnos?
-¿Tu crees? No lo sé Donghae, no estoy seguro de que sea una buena idea.

Comenzaron a discutir porque era una buena y mala idea, los pros y contras...
-Henry- dijeron al mismo tiempo. Ya estaban como siempre. Siempre terminaba en medio de sus pequeñas peleas. Nunca pelearon realmente ahora que hago memoria. Son los padres que cualquiera hubiera deseado tener.

Terminamos mudándonos a una casa mas pequeña, de una planta, tres habitaciones con baño propio, una hermosa cocina y con un gran patio trasero. Donghae ató una llanta con una soga al árbol que estaba en este.
-¿Para cuando los hijos de Kyuhyun sean más grandes?- pregunte cuando termino de atarlo.
-¿Ah? No, es para mi. Siempre quise uno
-Por supuesto que es para usted.- dije riéndome, se sentó en la llanta y comenzó a balancearse. Una. Dos. Tres veces. Y luego un golpe sordo. El nudo se había deshecho.- Ah, tuve que haberlo grabado.
-Cállate y ayúdame a ponerme de pie.
-Déjeme pensarlo... ¿qué gano a cambio?
-Yo no te enseñe a ser así. Y deja de tratarme de usted, no soy tan viejo.
-¿No? Apuestas, apuestas y más apuestas ¿seguro que no? Y sí, si es viejo.- Tres años de diferencia, pero amaba molestarlo, aunque no tanto como a Hyukjae.
-Olvídalo- se puso de pie, se sacudió y llamo con un grito a Hyukjae.

El pobre llegó corriendo preocupado y sudado.
-¿Qué, qué pasa? ¿Por qué gritas de esa manera?
-Pon el columpio, yo voy a desempacar.
-Pensé que tú querías poner el columpio.
-Y lo hizo- le dije.- pero el no fue un niño explorador así que no sabe hacer nudos.
-Tu tampoco lo fuiste, nadie de los que conozco lo fue- exclamó Hyukjae.

En esta situación solo podíamos hacer dos cosas, tratar de atarlo nosotros mismos o llamar a Kyuhyun, elegimos la segunda opción para evitar que alguien se lastimará al caer. Según me dijo Hyukjae, Donghae tenía un gran golpe en su trasero. Al pobre le dolía sentarse.

-¿Es que no pueden hacer nada por su cuenta?- dijo Kyuhyun por teléfono pero igual nos ayudo, su casa no estaba lejos, estaba a unos 20 minutos caminando, la de Heechul estaba a una media hora.

Ahora sí, ya estaba el columpio, solo faltaba una casa del árbol y sería lo mejor para cualquier niño. No dije esa idea en voz alta por amor a Kyuhyun, estaba bastante seguro de que sería él quien terminaría construyéndola si lo decía.

~•~•~

Cuando cumplí los 25 me dieron un viaje a China, aunque fuimos todos. Donghae, Kyuhyun, su esposa y dos hijos de cuatro y tres años, Heechul e incluso Amber. Nunca tuve tantas ganas de romper la regla de no matar como en ese viaje. Amber y Donghae eran una pésima combinación para mi paciencia.

Habían cuatro niños, yo tenía que responsabilizarme de dos, sí, uno de mis amados salvadores y Amber, eran peor que unos niños de cuatro años. Mi error, un niño de esa edad no es tan desesperante.

-Vamos a disneyland por favor.
-Donghae por décima vez. Eso esta muy lejos de donde nosotros estamos.
-Pero Henry...
-Nada de peros, aprende de los niños de Kyuhyun.
-Esos niños son aburridos, no quieren jugar, solo se la pasan en esa estupida tablet.- ¿Estaba haciendo un puchero? Qué hice para merecer tal tortura. Solo vendía drogas para ganarme la vida.
-¿Puedo volver a la calle y vender drogas tranquilamente?
-¡Henry! Haré como si no dijiste eso si vamos a disneyland- En serio ¿Qué hice para merecer esto?
-Donghae, ¿puedes comportarte como alguien de tu edad?
-Que tu seas un amargado no quiere decir que todos lo seamos.- Traducción: déjame ser el niño que nunca tuve permitido ser.

Al final fuimos a disneyland, Heechul se vistió como Ana, aún tengo fotos de eso.

La peor semana de la vida, aunque Heechul conoció a un chico, al menos a alguien le fue bien. Y el pobre no se fue ahuyentando por Donghae.

~•~•~

Cuando volvimos a Corea compre mi propia casa, a unos cinco minutos de la de ellos pero al menos era independiente completamente, podía invitar a chicas sin que me dijeran nada. Siempre me se daban cuenta aunque no les dijera nada.

-Henry, teníamos cámaras de seguridad, es obvio que nos íbamos a enterar- me dijeron en un almuerzo de cumpleaños, unos tres meses después de que mudara. No recuerdo de quién era el cumpleaños, creo que de la madre de la esposa de Kyuhyun pero no me hagas mucho caso, solo estaba ahí por la comida.

Esa fue de las últimas ocasiones en las que todos estuvimos reunidos.

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