Una cuenta pendiente

172 25 8
                                    

Regresemos un poco en el tiempo, a cuando compre la casa, simplemente la compré porque estaba cerca de la casa de Donghae y Hyukjae.

Estaba buscando una desde hace unos pocos meses, fue una suerte encontrar esa tan cerca de la de ellos. Suerte que en ocasiones era buena y en otras era mala.

Debido a que tenía pocas cosas no se me hizo difícil mover todo, puse las cajas en el sótano y todo estaba bien.

Aunque no voy a mentir, ese sótano estaba lleno de polvo y telarañas por lo que me llevo un fin de semana completo limpiarlo.

Cuando estaba limpiándolo me di cuenta que unos tablones hacían ruido cuando los pisaba, como si solo estuvieran puestos y no fijados. Y ya sabes lo que dicen, la curiosidad mató al gato.

Me agaché y trate de levantar uno, me sorprendió ver que realmente solo estaba puesto y que parecía que había una especie de puerta bajo esta. Quite tres tablones más y me encontré con una escotilla.

Tenía mucha curiosidad por saber que había ahí dentro pero había un problema, tenía un cerrojo y yo no tenía la llave.

Pase toda la noche del domingo buscando por toda la casa pero no encontré nada, trate de contactar con el que me vendió la casa pero no contestaba, era como si la tierra se lo hubiera tragado y eso solo aumentaba mi curiosidad.

Pase una semana así, tratando de pensar dónde podría estar esa llave, en ese punto solo no quería rendirme.

Se me ocurrió un lugar, o más bien algo, que no había revisado. Los tablones. Para mi suerte la llave estaba pegada a uno de ellos por la parte de abajo.

Cuando por fin pude abrirla lo primero que vi fueron unas pocas escaleras, no se podía ver más porque no había luz pero si había un olor horrible, semejante al de un animal que lleva varios días muerto. Saque mi teléfono y encendí la lámpara, lo llevaba en una mano mientras que con la otra tapaba mi nariz.

Baje lentamente apuntando a mi alrededor con la lámpara, el corazón me latía a mil, el olor era horrible, sentía que iba a vomitar.

Cuando baje las pocas escaleras me congelé, habían manchas de sangre en el suelo y en las paredes, una de ellas, además, tenía muchos aparatos de tortura. No te voy a mentir, esa imagen me hizo vomitar.

Subí rápidamente y cerré esa pequeña puerta, puse los tablones sobre esta y me senté en el suelo. No sabía que hacer, no podía mudarme de casa, había gastado bastante en esa.

Me la pase bastante tiempo pensando en que hacer, aunque ya te harás una idea de lo que elegí.

Ese sótano del sótano, como a mi me gusta llamarlo, me tomó casi dos meses limpiarlo por completo.

Me decide del olor y de todas esas manchas secas de sangre. Iba a arrojar los aparatos pero una parte dentro de mi me dijo que los guardara.

No sé por qué obedecí esa voz... pero no me arrepiento de haberlo hecho.

Seguí con mi vida normalmente, como si ese sótano del sótano no existiera, nunca pensé darle un uso más que para quizá hacerle una broma a Kyuhyun.

Pero ahora, luego de haber encontrado a esos dos que hicieron de la infancia de Donghae un infierno, se que sirve para más que una simple broma.

~•~•~

Un mes después de la muerte de Donghae y Hyukjae fui a la casa de Kyuhyun. Su esposa no estaba debido a que había ido a visitar a sus padres, y sus hijos estaban en la escuela.

-Henry, es raro verte. Últimamente estabas como un zombie.
-Bueno, creo que eso es lo que tiene perder lo más cercano que tenía a figuras paternas.- No dijo nada, se le notaba incómodo y eso me molestaba- De hecho, quería pedirte un favor ¿podrías acompañarme a mi casa?
-Claro- Iluso.

Llegamos a mi casa, bajamos al sótano y le pedí, con mentiras, que me ayudara a quitar los tablones. Abrí la pequeña puerta y lo empuje, rodó por las escaleras.

Baje rápidamente y cerré tras de mi. Habían tres sillas, dos de ellas ocupadas por ya sabes quienes.

-Henry- se había arrodillado en el suelo, su voz temblaba por el miedo, estaba paralizado- ¿Qué es todo esto?

-Siéntate en esa silla. Ahora.
-Explícame...
-Ahora.

Se puso de pie y se sentó. Su mirada agachada, así sería más fácil que me dijera por qué les había dado un arma cargada. Me apresuré a tomar unas sogas y lo até.

-Hagamos esto de la manera sencilla- le dije mientras movía una de las sillas donde estaba uno de los demonios de Donghae para que quedara frente a él.- dime por qué les diste tu arma cargada a Donghae y a Hyukjae.
-No... no sé de qué me hablas yo...- lo calle con un golpe.
-Habla con la verdad.

Pasaron varias horas hasta que decidió decirme la verdad, perdió unos cuantos dientes y gracias a él uno de los demonios terminó sin las uñas de los dedos de su mano derecha.

-Estaba cansado de ellos, no tenía pensado que mataran a alguien, iba a inculparlos de un crimen para que acabaran en la cárcel, así yo podría quedarme con los casinos. El arma que les di fue con la que Donghae mató a su madre.

Luego de que hubiera confesado le disparé, justo en el pecho. Justo como les habían disparado a ellos.

Metí su cuerpo, o mejor dicho partes de este, en varias bolsas negras envueltas en cinta adhesiva. Las metí en mi coche y viaje por varias partes del país. Debido a esto nunca lo encontraron completo.

Probablemente pienses que fui un exagerado pero él hizo que mataran a dos personas que confiaban ciegamente en él, aunque ese no fuera su plan pensaba dañarlos. El se merecía esa muerte, incluso pienso que fui muy amable con él.

Gloomy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora