Desde mi pregunta acerca del beso, Malfoy no ha dicho palabra, solamente nos sentamos bajo un árbol y nos quedamos mirando hacía el castillo. Luego de cinco minutos de silencio él tomo mi mano y la entrelazo con la suya, haciendo que mi corazón saltará de mi pecho y todo mi cuerpo se viera sacudido por ráfagas de electricidad.
Siento miedo, pero no la clase de miedo de caer de mi escoba y romperme un brazo, si no más bien... Miedo a caerme de un sueño y romper mi corazón.
Y así, señoras y señores, es como Harry Potter se ha vuelto cursi.
-¿Por qué quieres saberlo?-Me pregunta, niego con la cabeza.
-No lo sé.-
-Dímelo, ambos sabemos que lo sabes.-Me muerdo él labio.
-Me siento raro desde que me besaste, es todo.-Él sonríe pero se queda en silencio.
-Lo negaré a muerte si alguien me pregunta, borraré ese recuerdo de tu mente si hace falta...-Me dice.-Pero no lo quitaría de la mía.
-¿Es por qué ni siquiera lo recuerdas, verdad?-Bromeo, él sonríe.
-No estaba tan borracho, Harry.
El solo hecho de que me llamará Harry resultaba extraño, aún más que pensar en que estábamos tomados de las manos. Durante siete años solamente me dijo "Potter" y ahora, de repente y de la nada, paso a ser Harry.
-¿Entonces?-Pregunto.
No responde.
-No lo entenderías.-Toma su varita y desaparece. Niego con la cabeza y vuelvo al castillo, caminando, para poder pensar bien.
Jamás me lo hubiese imaginado, de hecho, si alguien llegaba a decírmelo hace unos años aún estaría riendo. Pero ahora, solamente tengo ganas de llorar. No volveré a ser el mismo luego de esto, definitivamente.
Llegó a mi cuarto y estoy solo, todos están en clase en este mismo momento. Pensándolo bien, yo también debería estarlo.
-Hola.-Escucho, Draco esta ahí, dejo escapar un poco de aire y me siento en la cama.
-¿Qué pasa?
-Detesto no poder pelearte...-Confiesa en voz baja.-
-Si, realmente ya se vuelve extraño que no lo hagas.-Sonrío, él se acerca a la cama y se sienta a mi lado.
-¿Qué pasa con nosotros, Malfoy?-Cuestiono, él me mira.-No somos así, se supone que debemos estar odiándonos.
-Resulta que...-Mira al suelo.-Ya no te odio, y dudo que pueda hacerlo.-Sonrío.
Malfoy toma mi mano y se pone a llorar, lo abrazo.
-Esto es un desastre, Harry. ¡No puedo con esto! ¿Qué dirá mi padre?
Él estaba admitiendo que había algo, y eso ya era suficiente. Pero no podía decirle nada, no sabía como consolarlo. Así que solo lo abrace.
-¿Estás bien?-Preguntó, pero sus gemidos al llorar me dicen que no, así que lo abrazo con más fuerza.-Yo estaré contigo ¿De acuerdo? En todo momento, diga lo que diga tu padre.
-Él esta en azkaban.-Me susurra, yo lo sé, pero se supone que no debo hacerlo. Así que me quedo en silencio.-Yo debería reemplazarlo, tomar su lugar, pero no soy como él, Harry.
-Lo sé.-
-¿Puedo...?-Me mira, y sus ojos están demasiado tristes. Se acerca a mí y coloco mi mano libre en su mejilla.
-Puedes hacer lo que quieras, Draco.-
La puerta se abre y ambos nos separamos escandalizados, me sorprendo al ver a Ron desde la puerta con los ojos abiertos. Trago saliva, él sale y lo persigo tan rápido como puedo, dejando a un muy asustado Malfoy en mi cama.
-Ron, espera...-
-Dios, Harry ¡Explícame eso!-Pregunta, y no sé que decirle.
-Lo siento, Ron, yo...-
-¡Harry! ¿Por qué? ¿Por qué él? ¡Es Malfoy!
Él no está cuestionando que él sea un hombre, lo que resulta extremadamente extraño.
-¿Qué? No tiene nada de malo que sea Draco.
-¡Es tu enemigo!
-Lo era.-Respondó avergonzando y agacho la mirada.-
-No diré nada, no te juzgaré pero...-Se muerde él labio.-No puedo creer que lo hayas a elegido a él.
No entiendo a que se refiere, pero se va antes de que pueda preguntarlo. Bufo y entro de nuevo a mi cuarto, Draco esta asustado.
-¿No hablara, cierto?
-Me ha dicho que no.-Parece tranquilizarse, pero se mantiene lejos de mí esta vez. Ya no llora, ni habla, solamente me mira. Me siento del lado contrario y me apoyo en la pared.
-Debería irme.-Dice Draco levántandose de la cama. Quiero pedirle que se quede, pero no me atrevo. Por que esto ha sido lo suficientemente extraño como para empeorarlo.
-Adiós.-Respondo.
Y se va.
Continuará ...