Malfoy.
El mensaje recibido era claro, y yo aún continuaba impactado. Todo había terminado, ahora ya no tenía excusas para alejarme de él, ahora ya no había forma de que volviera a decirle lo que sentía, ahora estaba seguro de que toda historía debía guardarse y permanecer lejos del alcance de cualquiera.
Potter ha sido victima de un "Obliviate" por parte de las personas que dicen
amarlo, o haces algo o dejas que todo se vaya. Lo único que no recuerda
es a ti. No sabe lo que sucede, sé cuidadoso.
Lo había visto extraño cuando vino por Ginny, indiferente, como si su corazón se hubiese apagado. Y ahora lo entendía, ¿Cómo no? Seguramente la sangre sucia de Hermione le lanzó el obliviate, para alejarlo de el dolor, de mí.
¡Pero no es justo!
Él debe decidir si quiere o no conservar eso en su memoría, recordarme algún día con un astibo de sonrisa en su rostro, no es cuestión de ellos. La historía empieza y termina entre él y yo, y no tiene que ser de otro modo.
Salí enfurecido de mi cuarto y los encontré a los cuatro caminando en el pasillo riendo, Potter y Ron con las chicas en sus espaldas, sonrientes. Me mordí el labio, quizás debería dejarlo así.
-Granger, necesito hablar contigo.-Hermione trago saliva y bajo de la espalda de su novio, quien la tomo rápidamente de la mano.
-Ni lo sueñes, solos ustedes jamás. Vamos los dos.-Asentí y camine por delante de ellos, Potter y su novia se habían alejado ya de nosotros, le lance una mirada fugaz antes de doblar con los amigos de este.
-Sé lo del hechizo.-Ambos se miraron fingiendo no saber nada del asunto.
-¿Quién te lo dijo?
-No tengo idea, pero me lo dijeron. No me parece justo, él debió decidir si borrar sus recuerdos o no, quizás con el tiempo lo hubiese superado, no debieron entrometerce.
-¿Cómo sabes que no lo decidió él? ¿Qué no nos pidió que le borraramos la memoría?-Camine alrededor de ellos.
-No fue así, lo sé, él no lo sabe... ¿Por qué lo hicieron? Dime Granger, cuando tengas un problema con Ron ¿Quieres un obliviate también? Estaría encantado de hacerlo.-Murmuré acercandome peligrosamente a ella.
Parecían arrepentidos, cabizbajos, me miraron con recelo. No me daban lastima, ellos no podían llamarse amigos.
-Tienen que devolverse sus recuerdos.
-No hay modo, él... No se remedia un obliviate.-Me sentía desfallecer, él jamás se acordaría de mí.
Con un gesto de mi mano les indique que salieran de la sala de menesteres, caí en el suelo y comencé a llorar. Él nunca me recordaría.
Un papel cayó junto a mi mano, lo aprete entre mis manos y lo abrí. Miré hacía arriba, estaba solo ¿De dónde salían? Era identico al anterior.
Hazlo recordar.
Lo arroje al suelo y corrí hacía el cuarto de Harry, yo estaba furioso con él. Lo odiaba, pero lo necesitaba, y aunque no volvieramos a estar juntos no me quedaría de brazos cruzados. Era víctima de sus amigos y él decidiría si recordar o no, si volvía a sufrir yo mismo me encargaría de hacer el hechizo de la memoría. Pero solamente si me lo pedía.