Todo se volvió raro luego de esa semana de ignorarnos, Draco apenas aparecía por donde yo estaba. Comía en su cuarto y no asistía a muchas de las clases que compartíamos, por un lado lo agradecí, no tenía ganas de verlo o tener que ver algo con él. Simplemente quería que se alejara de mi vida para poder así volver a la normalidad. No lo odiaba ni mucho menos, pero por ahora prefería guardar las distancías con él. Así se solucionaría todo. Con la poción fuera todo se volvía más normal en nuestra vida.
-¿Vas a ignorarlo para siempre?-Me pregunta Hermione.-Aunque quieras negarlo, sé que sientes algo por él.
-No lo estoy ignorando, él y yo jamás tuvimos nada que ver. Lo que paso en los últimos días fue un error por la poción, nada más.
-Harry...
-Hermione, te quiero, así que por favor no hagas que me enoje contigo ¿De acuerdo?-Ella asintió y me abrazo.
-Siento que te haya pasado esto, Harry.-Acaricíe su mejilla y sonreí agradecido de que estuviera a mi lado, sabía que podía confiar en ella pasará lo que pasará. Había estado para mí desde el principio y lo agradecía.
Ron entro a nuestro cuarto, solo. Se sentó en mi cama.
-¿Sigues deprimido?
-No estoy deprimido.
-Olvidaste que iríamos ayer a ver a Hagrid, él pregunto por ti.
-Estaba durmiendo, no me despertaron.-Él arqueo una ceja.
-¿Desde cuando hay que hacerlo? Jamás duermes a la tarde. Harry, es nuestro ultimo año, luego de este no podremos volver a Hogwarts, tienes que disfrutarlo.
-Lo disfruto.
-No parece que lo hagas...-
-Sucede que ahora no hay un asesino buscandonos, Ron.-Bromeo.-Entonces ya no hay tantas aventuras como antes, y además, luego de siete años ya estoy algo cansado. Solamente quiero dormir eternamente hasta que vuelvan los problemas.
-¿Qué te hace pensar que los habra otra vez?
-Si no los hay, los causaremos. Ya sabes eso.-Él ríe y me pega en el hombro despacio.
-Si quieres hacer algo, estaremos en la sala común.-Asiento y él se va.
Tomo algo de ropa y una toalla y me dirijo al baño, necesito urgentemente una ducha.
-Potter...-Escucho, volteo y veo a Draco otra vez allí. Parece preocupado.
-Algo ha entrado al castillo ¿No has oído? Tenemos que reunirnos en el comedor.-
Antes de que pueda cuestionarlo un ruido ensordecedor se escucha por las paredes, lo tomo de la chaqueta y entramos a mi cuarto.
-¡Dije que al comedor!-Me grita él.
-¡Es muy tarde, nos atrapará! Mejor quedarnos aquí.-Tomo una cama y la coloco frente a la puerta, por si acaso.-¿Qué es?
-Creo que una de las bestias de Hagrid, se le ha escapo.
-Entonces, estaremos aquí un buen rato...-Digo, y me arrepiento al instante. Malfoy se aleja de mí y se sienta en la cama de Ron dándome la espalda.
Siento ganas de ir tras él y abrazarlo, besarlo, decirle que nada de lo que dije es verdad. Pero no puedo, me recuesto en la puerta y lo miro. No se temible como antes, se ve vulnerable.
-¿Sabes, Potter? Siento vergüenza por todo lo que paso, por eso quise hablar contigo. Nunca lo hubiese hecho de otra manera, esa poción nos hizo hacer cosas que ninguno quiso. No creo odiarte, pero si me caes mal, como siempre. Todo ha vuelto a la normalidad.
Mi pecho se contrae al escuchar esas palabras, él ríe apenas y mira hacía la ventana. Solamente espero que el tiempo pase rápido, por que no puedo resistir mucho con él aquí.
-Tú si me agradas...-Le digo.-No lo suficiente para ser amigos, pero casi tanto como para que dejemos de pelear.
-Creo que puedo vivir con eso.-Responde sin mirarme.-Quizá ni siquiera volvamos a vernos, no falta mucho para que el año termine.
-Faltan 5 meses...-
-Bueno, es algo. En cinco meses ya no tendremos que vernos más la cara.-
Cinco meses. No quería abandonar Hogwarts, no me sentía listo para eso. Pero sobre todo, no me sentía listo para abandonar a la gente que estaba aquí, y eso, quisiera o no, lo incluía a él.
-¿Qué harás luego?-Pregunto, pero él se encoge de hombros y no responde. Supongo que no quiere hablar conmigo, por que como dijo antes, no le agrado. Y esta en todo su derecho, sobre todo luego de lo que paso.-¿Por qué viniste a buscarme?-Pregunto.
-No iba a dejar que esa cosa te mate, no seas idiota, lo hubiese hecho por cualquiera.
Cierro mis ojos y me recuesto en la pared.
Él no lo haría por nadie, y ambos lo sabemos, en algún lugar también le importo. Y estoy seguro de eso.
Continuará...