𝐌𝐘 𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄

𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗦𝗮𝗻𝗵𝗮 ;

Mi cabeza viajaba por la habitación que MJ me había prestado. Habían pasado las horas y ellos habían idio a dejar a mis amigos a sus casas. Mi corazón latía tan rápido, no podía controlarlo, era como intentar domar un toro. ¿Qué se suponía que haría? Lo peor de todo era que Eunwoo estaba muy extraño conmigo, desde aquel "casi beso" me evitaba y ni siquiera me miraba, estaba más distante.

La pena y los nervios me abrieron el apetito, de modo que me levanté a comer una galleta y a beber un poco de leche. Lastimosamente MJ había acabado la leche en quién sabe qué cosa, así que tuve que tomar mi abrigo y las llaves que JinJin me había dado, e ir a comprar. A cada paso que daba, contaba las líneas del asfalto que pasaba, más bien, iba diciendo un "me quiere, no me quiere". Descubrí que la líneas mienten, porque Eunwoo no siente nada por mí... Llegué a la conclusión de que él sólo me odia y siempre será así.

Entré al local y tomé una caja de leche pe~ro habían varios dulces que se veían mu~y bien, así que pensé en llevar algunos. Obviamente le guardaría a MJ y JinJin. Metí algunos en un canasto y me dirigía a la caja registradora cuando vi a Rocky y Bin conversando del otro lado. Iba a ir a saludarlos pero oí por accidente una conversación algo privada.

— ¿Por qué te gusta? Lo acabas de conocer Bin, a mí me conoces de toda la vida. — Se quejó Rocky entre lágrimas. ¿Qué habrá pasado?

— Rocky, el amor no se elige, simplemente pasa... Y él me gusta desde que comencé a verlo en casa de Eunwoo. — Mi respiración se detuvo por un segundo. ¿Estaba hablando de... mí?

— Pues suerte, porque a Sanha le gusta alguien más. No pienso decirtelo porque es mi amigo y le prometí no decir nada, pero te aviso que jamás te verá como yo te veo. — Luego de eso, Rocky se marchó.

— Rocky espera, por favor, no hagas esto. — Bin salió detrás de él.

Mi corazón latía demasiado rápido. Le gustaba a Bin desde hace años y yo nunca noté nada. Esto era terrible, Rocky estaba herido y Bin probablemente también lo estaría, porque mi corazón sólo le pertenecía a una persona... Lee Dongmin. Me alteré, pagué rápidamente las cosas y salí corriendo del lugar, quería esconderme bajo unas sábanas y no salir por 84 años, quizá para esa epoca haya salido un nuevo titanic y me ahogue en Alaska.

Sequé mis lágrimas, debía hablar con Rocky, no me importaba que se enojara porque escuché a escondidas, quería hacerle saber que jamás haría algo para herirlo. Tomé mi teléfono y me senté en una banca, le marqué y esperé a que me atendiera.

(Por favor, hyung, atiendeme.)

— ¿Hola? — No sabes el alivio que me causa oir tu voz, Rocky.

— Ho-Hola hyung. — Dije secando mis lágrimas.

— Sanha, ¿qué sucede? ¿Te encuentras bien? ¿Por qué estás llorando? — Preguntó preocupado.

— Estoy bien hyung, sólo quiero hablar contigo de algo. — Tragué en seco y suspiré. — Escuché lo que hablaron tú y Bin en el local, lamento haberlo hecho pero es que iba a saludarlos y por accidente los oí. Te prometo que jamás haría algo para dañarte, hyung, sabes que mi corazón le pertenece a Eunwoo.

— Sanha, cálmate. — Rió un poco, con voz débil. — Sé que jamás me dañarías y agradezco que te preocupes, pero las cosas a veces son así. Algunas veces debes rendirte y en mi caso... Rendirme es lo mejor. — Sollozó un poco. Sí, Rocky era fuerte, pero hasta los más fuertes pueden caer ante las garras del dolor y de la tristeza. — Pero no te desanimes, estaré bien, tú concentrate en Eunwoo.