Se encontraba en una terraza de un hotel cualquiera, el aire le daba de frente en el pecho el cual se hallaba desnudo, era el quinto cigarro de la noche, la ansiedad volvía a él, era curioso, toda su vida se la había pasado huyendo de sus problemas y frente a este es incapaz de hacerle frente.
Respira hondo.
Llueve. Diluvia .Angustia. Miedo. Putos recuerdos.
El hecho de tener que volver a España le da vértigo, tanto como el que siente un niño en una montaña rusa.
No sabe por qué sí solo tiene que reencontrarse con sus amigos, los cuales había dejado de lado por perseguir sus sueños, pero en España también vivía ella, se siente tonto, porque hace más de cuatro años que no tienen contacto desde que decidió poner punto y final a una historia de la que nunca se había arrepentido empezar, pese a que ella reiteró que solo habían sido un error.
Las palabras retumban en su mente y se asusta de una figura que acaba de abrir la puerta de la terraza, le agarra por detrás y pone las manos en su pecho, instintivamente se las retira.
-Alba, sabes que no me siento cómodo cuando me tocas el pecho-dijo él, mientras se giraba para atraer a la chica de metro setenta hacia él y dejarle un beso en sus labios.
Llevaba 3 años probando cosas, mujer tras mujer, cama tras cama, pero nunca daba con lo que exactamente deseaba, tampoco lo iba a dar, ya que su pecado más deseado se hallaba en Barcelona.
Sin embargo, un año atrás conoció a Alba, una chica de Jerez de 32 años, que se había mudado a Berlín en busca de un futuro mejor. Dulce, graciosa, elocuente, y sobretodo madura, y le daba estabilidad, lo que en ese momento le hacía mucha falta.
-Quiero aprovecharte un ratito más, mañana te me vas 1 mes a España y te voy a echar mucho muchísimo de menos- Contestó la andaluza entristecida.
-¿Qué es eso de mucho muchísimo?- le pregunta el gallego tan solo para picarla.
-Pues ya sabes, esto sin ti no va a ser lo mismo-confiesa la chica.
-Para tu graduación estaré de vuelta, te lo prometo-dijo el chico, tomando la mano de la chica para después dejarla un beso sobre su meñique- y prepararemos la boda-
-Juntos-Sentenció la chica mientras besaba a su novio y se lo llevaba para dentro y se disfrutaban una última vez.
Porque juntos llevaban más de un año, porque juntos decidieron viajar, experimentar, disfrutar y tomar el gran paso de casarse.
Aunque él sabía a ciencia cierta que no se iba poder quitar el remordimiento que le causa pensar en Aitana, y mira que lo intenta, pero su última imagen que tiene de ella la tiene grabada a fuego en su retina, y es incapaz de borrarla, ni en sus canciones, ni en sus discos, ni en sus conciertos llenos de gente.
Porque si, triunfó.
Y gran parte de este triunfo se lo debe a ella, y a todos sus fieles amigos de España, porque siempre estuvieron con él pese a todo, y él no supo estar a la altura. Cuando se fue, dejó de tener contacto con todos, aunque hay que decir, que la única persona que lleva manteniendo y mantendrá será a Roi, porque se conocen de pequeños, y nunca se han fallado, y sin ninguna duda a la primera persona que abrazara será a él ,
Aquel que viajó más de 3400 kilómetros para ver a su mejor amigo dando su primer concierto en Berlín.
Le suena el despertador a las 6:00 am, aunque no ha podido dormir mucho por la ansiedad, se levanta, deja un beso en el hombro de su acompañante y se va al baño, se ducha, se recorta la barba y se viste.
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Ciencia Cierta o Incierta
RomanceCaminos separados, ejes rotos, coordenadas partidas y promesas sin cumplir.