Pídeme la vida

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El frío arrasa por el pecho desnudo del gallego, lo necesita, debe relajarse, debe volver a sentir, necesita que todo salga bien.

La llamada nocturna de Alba y sus 35 mensajes no le ayudaron mucho a desconectar del todo y es que la boda le está volviendo loco, joder necesita pensar, elegir las cosas poco a poco.

En cambio, ella es el huracán en medio de la niebla que perturbaba y robaba completamente su paz interior y es que en medio de una noche gallega lo que menos le apetecía era cogerla el teléfono para decidir el puñetero color de las servilletas.

Sabe a ciencia cierta que se enfadará por no dar señales de vida, pero quiere tiempo para él, sus amigos y el empiece de su nuevo disco.

Sus amigos le llevaron al bar de siempre, pidieron lo de siempre y decidieron coger un par de guitarras para disfrutar.

Era lo que necesitaba.

Unos golpes en su puerta hacen que vuelva a la realidad y posteriormente su madre entra.

-Tienes una llamada cariño-anuncia Encarna.

Le da el teléfono a su hijo, y antes de que pueda marcharse, su hijo la coge del brazo y la da un beso en el moflete.

-Buenos días mamá-dice Cepeda.

Su madre sonríe de oreja a oreja y es que no puede sentir más felicidad de tener a su hijo en casa así que le deja solo.

-¿Sí?-pregunta Luis dudoso, no quiere creer que sea Alba, en el más fondo de su ser no quiere que sea ella.

-¡Cepeda!-chilla una chica al otro lado de la línea dejando al gallego un tanto sordo pero sin duda es fácil saber de quién se trata.

-¿Amaia?-pregunta haciéndose el tonto.

-Cepeda joder, ¿lo dudabas?-pregunta incrédula la de Pamplona.

-Claro que no, solo me parecía raro que llamaras, llevamos casi 4 años sin hablar-confiesa Cepeda.

Y es que en la ruptura de Luis y Aitana la familia se tuvo que  dividir, Luis mantuvo y se llevó como apoyos incondicionales a su trío zamburiña, Miriam y Roi, y Aitana a los demás.

Los demás tomaron al chico como el malo de la película, aquel que dejó a su novia cuando más le necesitaba para estar haciendo el tonto por Alemania intentando convertirse en famoso, anteponiendo así  la música.

Pero eso no fue cierto, Aitana fue la que tomó la decisión y la que tuvo que soportar miles de críticas hacia el gallego por ser incapaz de sincerarse.

Al principio, ni Alfred, ni Agoney ,ni Nerea, ni Ricky ni nadie  entendieron el motivo de la ruptura de sus mejores amigos ya que el incordio que dieron hasta que finalmente decidieron ser pareja no fue comparado con nada.

-Nunca es tarde para hacerlo ¿no?-intenta solucionar Amaia.

Pero es que la chica no esperaba que estuviese tan borde.

Ella sabía toda la verdad, pero nunca tuvo el valor suficiente como para hablar con él, era Luis Cepeda, su gran compañero de canto y de baile además de uno de sus mejores amigos, y no entraba en sus planes separarse de él, pero fue inevitable.

A Luis realmente le dolió que le dejaran de lado por ese hecho pero es que nunca se va arrepentir de cumplir sus sueños.

-Quien sabe-dijo Luis-¿Necesitas algo?-pregunta el chico curioso.

-Quería saber cómo estabas después de tanto tiempo-contestó Amaia.

-Muy bien la verdad, súper feliz-admitió el gallego.

Ciencia Cierta o InciertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora