Ciencia Cierta o Incierta

DESAHOGO

La ansiedad muchas veces es necesaria para intentar ver las cosas desde otras perspectivas e intentar pensar en lo que realmente necesitas y centrarte.

Se mueve en la cama intentando buscar el punto más cómodo, pero es imposible. No recuerda otra noche tan mala como la de hoy, la ansiedad le come por dentro y es que no se puede sacar de su memoria la mirada rota de ella. No entiende el por qué, no debería estar tan jodido.

Tras estar tirado durante horas en el suelo abrazado a Roi, consiguió relajarse para hablar.

-Necesito hablar con ella-dice Luis-dame su dirección-pide el gallego a su amigo.

Roi nervioso niega con la cabeza rápidamente, es incapaz de ver a su amigo sufrir así, y otra vez por ella. No le había visto de esta manera desde la última vez que estuvo con ella y le rompe el alma.

-Roi ¡joder!, por favor te lo pido, necesito pedirla perdón-suplica mirándole.

-Cepeda, lo primero has bebido, lo segundo estás con un ataque de ansiedad muy grande, lo tercero no es una buena idea volver a hablar con ella y lo cuarto tienes en tu móvil más de 50 llamadas de tu novia-advierte Roi-cuando te relajes la llamas.

-No tendríamos que haber salido, joder-dice Luis mientras niega con la cabeza escondiéndose entre sus rodillas.

-Luis joder, ¿no lo tenías tan superado? ¿No la habías olvidado ya? ¿Qué pasa, vas de duro y de chulo pero ahora te sientas a llorar porque la has visto?-dice Roi mientras se levanta-como te vea otra vez llorar por esta tontería te mando directo a Alemania ¿entendido?

Cepeda levanta la mirada y asiente, su amigo le ayuda a levantarse y respira hondo para relajarse.

-Te acompaño al hotel venga-dice su amigo.

Y de esta manera, sin cruzar palabra llegan hasta el hotel y solamente se dedican una mirada para despedirse y  sube a su habitación.

Una vez allí, se quita la camiseta y se sienta en los pies de la ventana y vuelve a tomar aire.

A veces es necesario dar un parón, reflexionar y es lo que está haciendo ahora mismo.

Roi tiene razón, no puede seguir anclado al pasado, han pasado 5 años y su recuerdo lo guarda como oro en paño, aunque recordarla es vivir en el olvido y pensarla es joderse más así mismo, así que no puede seguir viviendo a la espera de de encontrar algo que nunca más será buscado, siendo así su ausencia su peor recuerdo, gritando sin voz su nombre sin que exista una respuesta.

Se levanta y decide darse una ducha de agua fría para despejarse y se vuelve a sentar al lado de la ventana para seguir relajándose, decide coger el móvil y ve las numerosas llamadas de Alba. Por primera vez, hace caso a su amigo y marca el número de su novia, sorprendentemente se lo coge al primer tono, lo que a Cepeda le da una sensación de mal rollo y de dependencia.

-Cariño ¿Qué tal estas?-le pregunta la andaluza.

-Bien, está todo bien, perdón por no haberte llamado antes-contesta el gallego intentando parecer tranquilo.

-No te preocupes, entiendo que estés ocupado-admite Alba desde el otro lado del teléfono, con lo que Luis se relaja.

Alba siempre había sido esa calma después del huracán, alguien que durante los últimos meses le ha apoyado incondicionalmente, y no puede estar más agradecido. Es su novia, su amiga, su confidente y su principal razón para seguir día a día, además de admirarla ante todo aquella persona que está a punto de graduarse y preparando a su vez una gran boda.