VIII. Fiesta

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Una fiesta universitaria. Típica entre los jóvenes del lugar. A decir verdad eran relativamente tranquilas, los jóvenes se reunían en una casa para bailar, beber un poco y entablar una conversación más allá de lo relacionado con los exámenes y proyectos. Más sin embargo una hermosa joven de ojos amatistas  veía de reojo una esquina en particular del lugar, donde un joven de cabello azul y otro de cabello castaño parecían mantener una acalorada conversación.

-¿Cómo demonios se te ocurre que voy a llegar así como si nada y voy a empezar una conversación con la mujer que me ha robado suspiros desde que entré a esta fiesta? ¡Me puedes explicar cómo eso tiene la más mínima lógica!- 

-Es sencillo… solo debes ir, acercarte y saludarla. No creo que te lance su bebida si haces eso- exclamó el castaño mientras tomaba el vaso  y lo movía lentamente en círculos con su mano.

-Claro… ¿Cómo  no se me ocurrió? Si tan sólo fuera tan sencillo… si es así ve y habla con Sakura…- exclamó y empezó a sonreír maliciosamente  al ver como los ojos ambarinos de su mejor amigo se abrían con sorpresa y sus mejillas se tornaban rojas.

-Yo… es… eso es diferente….- logró responder mientras volvía a tomar un chocolate que había en la mesa de bocadillos del lugar.

-No comprendo  tus temores… Sakura es mi vecina de toda la vida y estoy seguro que siente lo mismo por ti… pero son tan lentos los dos que solo se conforman con mirar sin que el otro sepa-

-Ya, ya, ya entendí.  No voy a decirte que hables con ella cuando yo no logro cruzar palabra con Sakura-

Al otro lado de la habitación, la joven de ojos amatistas y largo cabello negro se reía disimuladamente al ver a los chicos pelear. En ese momento un vaso de jugo de naranja con vodka  apareció frente a ella.

-¿Pero que..?-

-Si planeas hacer lo que creo que vas a hacer…. vas a necesitarlo…-

-Y tú querida prima vas a necesitar la botella entera y no precisamente de jugo de naranja-

La joven de cabello castaño y hermosos ojos esmeralda se dejó caer pesadamente en la silla al lado de la chica. -Sabes perfectamente que las palabras no son lo mío…-

-Bueno no tienes que hablar precisamente con Li-

-¡¡¡Tomoyo!!!-

-¿Qué?-

-¿Cuántos tragos has tomado?  Ese tipo de bromas no son lo tuyo-

-En realidad ni la mitad de uno… solamente siento que hoy es la noche para dejar todas las inhibiciones de lado…- murmuró mientras volvía a ver de reojo a los dos muchachos de la esquina.

Sakura siguió la mirada de la chica y abrió los ojos con sorpresa al percatarse a quien estaba viendo su mejor amiga -¿Lan? Me estas diciendo que al fin vas a hablar con él. Siempre que te digo que te lo puedo presentar rechazas la oferta-

La amatista sólo se encogió de hombros mientras le dedicaba una sonrisa  a su amiga -Creo que por primera vez ese despistado se dió cuenta de que existo-

-No creo que sea eso, es algo más, como que es la primera vez que te animas a dejar que él logre notarte-

En ese momento Tomoyo miró su vaso y lo colocó  con un movimiento decidió sobre la mesa -¿Sabes qué?  Hoy saldremos de las sombras Sakura. Si quiero hablar con Lan necesito que Li desaparezca… y tú me vas a ayudar con eso.- exclamó mientras la esmeralda sólo tragaba grueso y tomaba el vaso de vodka que originalmente le había llevado a la chica.

Los minutos pasaban y Lan sabía que estaba perdiendo su oportunidad de oro. Sabía perfectamente quién era la chica que había captado su atención. Se llamaba Tomoyo Daidouji  y era la prima y mejor amiga de Sakura. Lo sabía por que un día mientras caminaba por el campus de la universidad la vio. Su aura era una llena de calma y elegancia además de que era imposible no admirar lo hermosa que era. Para el peliazul había sido todo un desafío lograr saber su nombre. Le costó varias semanas traer a colación el tema cuando se encontraba a Sakura por casualidad en el vecindario y por suerte su vecina era una despistada y no sospecho del motivo detrás de sus preguntas. 

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