IV. Día de Modelaje

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-Sakura...te lo estoy pidiendo de corazón. Estamos hablando de un 50% de la calificación final de tu mejor amiga.-

-Eso es chantaje-

-No, ¿Funciona?-

-Sakurita…-

-Tomoyo…¿Es qué acaso no puedes conseguir otros modelos infantiles? Tienen que existir más niños de 5-6 años por ahí-

La amatista sólo hizo un puchero mientras abrazaba uno de los almohadones de la mullida cama de su mejor amiga.

-Ellos son perfectos. Fueron mis modelos para la colección juvenil y la profesora quedó tan encantada con ellos que casi me exigió  conseguir niños lo más similares-

-Sigo sin entender cómo Shaoran  y Lan accedieron…-

-Li fue el más difícil  pero mi madre y su madre están cerrando un trato para una nueva cadena de Piffle  Princess en Hong  Kong  así que su madre lo obligó a ayudarme. Y sabes que Lan ama ser el centro de atención así que fue fácil de convencer una vez que Li ya no tenía escapatoria-

Sakura miraba fijamente a su mejor amiga. Enserio quería volver a ver a la versión pequeña de Shaoran y estaba segura que Lan se vería igual de adorable pero sabía que su novio no le perdonaría  una segunda vez.

Kero se acercó volando y se posó en el hombro de la amatista -Sakurita,  ayuda a Tomoyo. Ella siempre está ahí para ti-

-Ambos son unos manipuladores. Tomoyo  te compró  con esa tarta de fresas que trajo hace rato-

-Quizás pero sabes que “Return” y “small” lograrían hacer el mismo efecto de lo sucedido  aquella vez-

-Si ese par me dejan de hablar… será su culpa- exclamó mientras tomaba  su celular y le pedía a su novio y amigo venir a su casa.

Veinte minutos después, Shaoran  y Lan se encontraban frente a la puerta de la casa de la esmeralda. Sakura se apresuró a abrirles  la puerta apenas los escuchó llegar. Con un obvio sonrojo que extraño  al castaño,  la chica hizo una profunda reverencia mientras empezaba a disculparse.

-Sakura…¿Qué pasa?- preguntaron al unísono

-¡Discúlpenme!- una lluvia de pétalos de cerezos empezó a rodear a los chicos mientras que un diminuto ser se posaba en la punta de sus narices.

-¡Son una lindura! Te dije que eran los modelos perfectos!- exclamó  Tomoyo que se había acercado a Lan  mientras lo atrapaba en un fuerte abrazo.

Sakura se quedó viendo a ambos chicos mientras trataba de suprimir una exclamación de ternura.  Ambos volvieron a tener  5 años. Shaoran llevaba su cabello más alborotado  que nunca mientras hacía un puchero y sus mejillas se sonrojaban. Lan por su parte parecía recibir sin ninguna  queja los mimos que le dedicaba su mejor amiga. El peliazul  llevaba el cabello un poco más largo de su versión joven y sus ojos manchados  relucían  aún  más.

-Ambos son unas ternuritas- exclamó mientras le pedía a Kero que tomara fotografías de los niños disimuladamente.

Tomoyo había logrado calmar la rabieta de Shaoran, quien estaba de mal humor, con un inmenso pastel de chocolate que una de sus guardaespaldas  acababa  de traer.

La esmeralda veía encantada los diferentes atuendos que la amatista tenía preparados  para los tiernos modelos. La temática de la primera sesión era realeza  así que ambos niños vestían  trajes similares a los que usaban los príncipes de cuentos de hadas.

La siguiente sesión fue Japón antiguo. Ambos pequeños vestían como mini samurais.

-La ventaja de usar  esa combinación de cartas es que se comportan acorde a la edad que parecen más no olvidan quienes son ustedes. Ademas, quién diría que el mocoso y Lan jugarían a los samurais como si  nada- exclamó el guardián mientras ambos pequeños se batían  a duelo con sus katanas  de juguete.

-Tomoyo…asegúrate  de luego mandarme una copia de esa sesión de fotos-

-Te dije que ellos eran perfectos Sakurita… te lo dije…-

El día había pasado volando entre juegos, pasteles y cambios  de vestuarios. Para la tarde, ambos niños se encontraban sumidos en un profundo sueño. Tomoyo los había logrado convencer de que se cambiaran a sus ropas originales  aunque estas les quedaban enormes.

-Sakura creo que podrías aprovechar que están dormidos para regresarlos a  la normalidad-

Sakura activo las cartas mientras cerraba la puerta de su habitación lentamente y solo por precaución le pidió ayuda sleep para que los chicos durmieran un poco más.

Las chicas estaban viendo todas las fotos que se habían tomado en la sesión cuando los gritos de los chicos las hicieron sobre saltarse. Shaoran y Lan bajaron las escaleras hechos unas furias. Al llegar a la sala notaron los atuendos y las fotos que veían las chicas.

-¿QUÉ NOS HICIERON?- gritaron al unísono  mientras un sonrojo  cubría  el rostro del castaño  y el peliazul.

Un par de pastillas para la migraña  después, Lan  y Shaoran escuchaban mortificados las miles de disculpas de Sakura.

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N/A: Obvio nos íbamos a subir al hype por el mini  Shaoran bebé  😂😂 sólo que se nos ocurrió  involucrar  al pobre Lancito  también.

¡Nos leemos !

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