Temperarure

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Estaba a nada de morir en ese instante, cuando escuché el sonido de sus huesos cayendo a un lado de mi colcha y las respiraciones de su ser se hicieron al mismo tiempo audibles con las mías.

-¿Sabes?, también los entrenadores nos cansamos. - habló, mientras yo sentía como parte de su cabeza se juntaba con la mía, para quedad ambos mirándo el blanquecino techo de la sala.

-Tu no necesitas entrenar, tu solo podrías instruir mientras los demás te obedecemos.

-¿Eso crees? - podría jurar que su ceja se había levantado aunque no lo veía - Si las cosas fueran así, entonces no sería merecedor de mi trabajo, ¿sabes la diferencia entre ser un líder y ser un jefe?

Obvio que no sabía eso, estaba estudiando psicología no mierda de liderazgo. Aunque... me parecía que habíamos visto algún día, pero no lo recordaba con exactitud.

-No.

-Ser un jefe es dar ordenes, en cambio ser un líder es dar indicaciones.

Por su voz podría jurar que no mentía, mis clases sobre asimilación auditiva estaban dando frutos.

-¿Cómo es que no sabes eso?¿qué es lo que estudias?

-Psicología.- dije con un tono orgulloso. A pesar de que el estaba sudado el olor a su loción se mecía entre nuestros cuerpos, haciéndome embriagar, mientras yo apestaba a mierda seguramente, el sudaba a loción. Genial, lo que me faltaba.

-Esa vez que te vi en el café nunca creí que estudiaras eso, más bien creí que estudiabas no sé... tal vez leyes.

-¿Me ves cara de defensor drogadicto? - dije soltando una sonrisa.

-De drogadicto talvez. - el rió conmigo de una manera tierna, por un momento me sentí volar en el espacio. Un espacio en el que solo existiamos el yo.

Un silencio se instaló al momento que nuestras risas se apagaron.

-¿Crees que puedas levantarte o necesitas que te cargue? - preguntó, mientras se levantaba lentamente del suelo y me dedicaba una mirada dulce. Los mechones en su frente se pegaban de una manera sexy, haciéndolo ver tan delicado y extravagante a la vez.

¿Qué fue lo que dijo?

-¿Yoongi?

-¿Uh?

-Digo que... ah olvídalo. - me perdí de sus palabras al momento que sus fuertes brazos me estaban sostenido de mi cintura, iba a protestar, pero me sentía tan bien siendo cargado por él que omití hablar por completo.

Metí mi nariz en su pecho duro, inhalando su delicioso aroma a lavanda, mezclado con la loción mientras ignoraba el hecho que las yemas de sus dedos apretaban la pálida piel de mis muslos.

Los segundos pasaron tan rápido, perdido entre su refugio cuando escuché como la puerta del lugar fué cerrada y fuí depositado en la parte tracera de su motocicleta. El ya llevaba mi mochila y la suya ¿cuando fue que sucedió eso? La chaqueta de cuero con botones plateados que casi siempre reposa en su pequeño escritorio ya estaba en mis brazos dándome calor. Él sonrió, dejándome sin respiración al momento que su moto se encendió y yo aún no salía de mi trance.

¿Han sentido alguna vez cuando te pierdes en el supermercado, lloras y lloras sin parar hasta que por fin llega tu madre y te sientes que la paz llega a tí?

Quizá esa misma tranquilidad es la misma que sentí al momento que me sostenía fuertemente de su cintura, mis dedos se incrustaban en sus cuadritos mientras me cubría por el viento, sintiéndome pequeñito detrás de su pecho.

Nos detuvimos a dos cuadras de llegar a casa cuando notamos como el tráfico estaba obstruido por una enorme cola de carros.

-¿Quieres ir a dar una vuelta? - soltó de sus labios, viéndome de reojo.

-S...sí. - no supe en que momento contesté, cuando el dió la vuelta y emprendimos camino por el otro lado de la calle.

-¿Yoongi? - logré escuchar de sus labios, suavemente.

-Dime. - respondí igualmente, sin pensar lo que el iba a preguntar en ese instante.

-Dime..., ¿fuí yo el primero?

No sabía que decir en ese instante, y empecé a divagar si tirarme de la moto era la mejor manera de huir. Quizá la muerte sería rápida, un golpe en la cabeza y mi vergüenza se acabaría.

Mis mejillas escocían, mientras él esperaba mi respuesta.

-Yo... no sé de que hablas.- dije por impulso.

¿No eras el que quería que sacara el tema a relucir? Lo hace y ahora actúas como un estúpido. Quería darme una bofetada en ese instante.

-¿Entonces lo dejarás como si no pasó nada? - el detuvo la moto en ese instante, en un lugar que no conocía mientras volvía verme fijamente serio. Quiero morir .

-N...no lo sé.

- Escucha, no lo mencioné antes porque no se me dió la oportunidad y creí que tal vez te sentías avergonzado, pero el día de ayer Namjoon me dijo que tu... ya sabes tú eras virgen y yo enserio me sentí mal. Estaba borracho y créeme que no soy el tipo que se acuesta con cualquiera, aunque no lo creas, pero ese día no sé que me pasó, solo... perdóname, tu en serio me gustas y me hubiese gustado que lo nuestro hubiera sido más lindo, no una noche de calentura y ya.
Por eso quería saber algo desde ayer que te vi, sé que es algo rápido pero ¿yo te gusto? - mirándome fijamente mientras veía como el vapor debido al hielo de la noche salía de su boca y sus labios estaban temblando por el frío.

Estaba pasmado, sin saber que decir, ¿enserio yo le gustaba? ¿qué podría hacer? ¿enserio el me gusta? No lo sabía en ese instante, mis manos sudaban y mis piernas temblaban y a lo único que mi impulso me llevó fue a sostener su rostro y cellar sus labios con un casto beso. En serio deseaba hacer esto. Toqué de una vez por todas sus enormes brazos mientras el apretaba mi cintura masajeando la zona de mi espalda baja por encima de mi camisa. Su lengua fue testigo al momento que la mía jugaba con ésta intercambiando toda la saliva necesaria de una manera excitante.

¿El tomaría esto como un sí? ¿En realidad es un sí?


¿El tomaría esto como un sí? ¿En realidad es un sí?

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Mi Querido Entrenador •  [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora