Motivi

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Las cosas eran un tanto extrañas. Hablar libremente con Jungkook después de lo que pasó no era precisamente de lo más normal.

Puede ser que me sintiera avergonzado de que un chico tan poca cosa como yo se haya acostado con el. O tal vez solo no lo recuerdo por el alcohol. Pero... yo estaba borracho y aún lo recuerdo. Fue lo que pensé mientras terminaba de hacer mi ejercicio sobre deducción de muecas.

Ese día Namjoon no había llegado y me sentía solo en el salón de clases, pues no era muy social que se diga. Agradecía el hecho de que me haya enviado un mensaje para decirme que todo el día estaría donde su abuela, así por lo menos estaba sabedor de la situación.

Miré hacia el patio trasero de la Universidad, notando como las porristas realizaban las piruetas con sus pequeñas minifaldas, pero claro, mi vista era 90% para Yerin.

Ella era una de las más lindas para mí, sin duda, mis pensamientos se fueron al momento en que la conocí.

Flashback:

-Deberías pedir ayuda con eso, sino vas aplazar el período - dijo el profesor Nenu, frente a Yerin, al momento que todos salían del aula, incluído yo.

Yo era el tipo de chico que por más que una persona le gustara u odiara no lo decía, y en éste caso era la primera, pues siempre estuve enamorado de Yerin, desde el día en que nuestras madres nos presentaron en aquella cafetería que sería de mi familia en unos días.

Estaba por abrir mi casillero cuando el olor a chocolate se coló por mis fosas nasales, haciénme llevar mi vista hacia ella, y fue entonces cuando pude visualizar aquellos ojos color miel viendome fijamente, seguido de una pequeña sonrisa en el rostro de Yerin, mi amada.

-Hola, Yoongi.

-Ho...la - respondí de manera torpe, en el momento que mi corazón se aceleró, tiñiendo mis mejillas con un pequeño sonrojo.

-Quería decirte algo y a la vez pedirte algo.

Moví mi cabeza, preguntándome si talvez había otro Yoongi, pero no había nadie más que yo y ella. Entonces deduje que si era que estaba hablando conmigo.

-Pues... dilo.

-Verás, estoy a punto de dejar reflexión y moderación. - hizo un puchero, el cual solo me dejó anonado - y quisiera saber si tu podrías ayudarme a entender. Lo que pasa es que se me dificultan un poco los ejercicios y tu eres el mejor de la clase. - Me sentí halagado, diablos para mi era la chica más linda y estaba hablando conmigo, no podía negarme por nada.

-Está bien, solo dime cuando puedes y yo estaré ahí para tí.

-Gracias. - dijo ella para darse la vuelta, rápidamente, pero en ese mismo instante se regresó donde , mostrando de nuevo su sonrisa.

-Disculpa que te moleste tanto pero ...¿podrías prestarme dinero para el almuerzo?, lo olvidé en casa. - el puchero se volvió a formar.

-Claro. - respondí, sacando dinero de mi bolsillo. - agradecí el hecho de que mi madre un día antes me haya dado mi mesada y tenía un poco de dinero extra. - tendiendolo en la pequeña mano de Yerin, la cual lo tomó rápidamente, para darse la vuelta, aún sin dar las gracias. Me quedé como un total tonto, con mis manos sudando y el corazón acelerado."

Mi Querido Entrenador •  [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora