Mi Querido Entrenador • [Kookgi]

Per sempre

Había pasado un mes desde que empecé mi relación con Jungkook y de eso  lo único que puedo decir es que me gustaba el desorden que el creaba en mí.

Amaba el desorden de las sabanas en la cama ligeramente desordenadas después de dormir juntos, nuestro cabello revuelto por el viento cuando salimos a correr, las carcajadas resonantes que rompían el silencio del departamento, el sonido de que emitía cuando acaba dentro de mí, la música que se disparaba  al momento que bailabamos cuando ibamos algún bar que hacía que mis pies se movieran sin parar, el motor de su motocicleta cuando ibamos y veníamos de alguna negligencia, mi llanto entre mis alegrías, mis adentros cuando llegaba él.

Bajé las escaleras de la uni caminando por el patio puedo visualizarlo recargado en su motocicleta esperando por mí una vez más.

Me lancé a sus brazos para besar sus labios necesitadamente.

-No sabes cuánto te extrañé.

-Dimelo a mí, no por gusto estoy diez minutos antes.

-¿Diez minutos antes?, awwwns - solté enternecido mientras el inflaba su pecho sintiéndose orgulloso.

-Es lo que hacen los novios que aman a sus novios - dijo haciendo otra voz más gruesa mientras me tomaba del mentón dando otro corto beso.

Miré el reloj de mi muñeca comprobando la hora.

-Mierda, Namjoon va a matarnos.

-Tienes razón, sube.

-Par de lagartijas voy a colgarlos de los huevos, llegan veinte minutos tarde - dijo Namjoon serio.

-Lo sentimos fue culpa de Yoongi. - dijo Jungkook, haciéndome soltarle un leve puñetazo en el hombro.

-¿¡Yo?¡, pero si tu fuiste el que quiso pasar a comprar una salchicha con papas - me escusé.

-Ay chicos, no importa, pero vámonos ya, sino llegaremos tarde. - habló Jin, metiendo las últimas cosas al auto.