Mi Querido Entrenador • [Kookgi]

Assimilando

Nos separamos por falta de aire, mientras nuestras mejillas escocían por la vergüenza.

-¿Eso es un sí?

-Yo... no lo sé.

-¿No lo sabes?, ¿entonces qué fue eso?

-Impulso.

El frunció el ceño, nunca lo había visto así, pero rapidamente cambió su expresión a una tímida, viéndome fijamente para decir lo siguiente.

-No besas a un hombre por impulso, o al menos yo no lo hago. Por un momento pensé que si lo hacías, yo creí que todo esto de ir al gimnasio era porque querías estar o por lo menos hablar conmigo.

-Claro que no.- ¿Cómo mierda se supone que pensó eso? No lo sé ¿será porque te acostaste con él y casualmente resultó ser tu entrenador? Genial - Sí fuí es porque quiero regresar con mi ex. Mira...  esto no significó nada ¿si?, deberíamos olvidar todo lo que pasó, yo soy hetero, amo a las mujeres, amo a Yerin y la recuperaré.

Parecía que sus ojos querían cristalizarse pero decidí ignorarlo, no podía salir con un chico, mierda, eso no se podía.

-Dime que no te gusto y te prometo que ya nunca volveremos a tocar el tema.

¿Enserio quería que no volviéramos a hablar del tema? ¿Enserio ya no quería besar sus labios? ¿Enserio todos esto no significó nada para mí?

Sí, definitivamente amaba a Yerin y mi vida seguiría siendo de lo más normal.

-No me gustas. - solté de manera seca, ganándome una mirada de cristal de parte de él. Parecía que iba a romperse en ese instante. Sentí una parte de mi corazón ser estrujada de manera fugaz.

-Bien. - dijo dándose la vuelta para encender la moto.

El camino fue rápido, pero no pude ignorar el hecho de como mis manos estaban un poco mojadas por las pocas lágrimas que sacó a "escondidas".

El se despidió de mí sin verme fijamente y se retiró de manera avergonzada hasta desaparecer en la carretera.

Su chaqueta se quedó conmigo aún, dándome calor.

Claramente tenía sentimientos encontrados en ese instante, quería salir corriendo tras el, pero otra parte de mi me decía que estaba haciendo lo correcto, el hecho de tomar esta decisión era lo correcto.

Quité mis zapatos y mi ropa decidido a darme un baño y quitar el sudor de mi cuerpo. Aún no estaba seguro si quería que su olor desapareciera de mí.

Pero aún así me metí a la bañera ¿no es como sí fuese a quedarme sin bañarme toda mi vida, ¿o si?

Salí de la bañera a los quince minutos, me cambié con una pijama de osito, puse mis pantuflas de ovejita para tirarme a la cama.