Mi Querido Entrenador • [Kookgi]

Felicitá

Creo que sí antes me hubiese preguntado  que concepto tenía sobre la seguridad, hubiese dicho que estar en casa posiblemente bajo mi cama era la mejor opción, pero si me lo preguntaran ahora diría que estar en la espalda de Jeon Jungkook era la mejor opción. No por el hecho de que iba sostenido a su cintura, ni porque ésta me protegía del viento, sino por el hecho de que sé que si me subía parándome en el asiento trasero de su motocicleta aunque él llevara la mirada fija en la carretera, volvería a mirarme dándome su mano y mostrando esa peculiar sonrisa que quería decir "aquí estoy contigo".

Él me dejó en mi departamento después de repartir besos en todo mi rostro haciéndome soltar unas risitas.

El sonido del motor de su motocicleta desapareciendo en la carretera fue lo único que escuché al momento que se fue.

Sonreí como un estúpido sacando mis llaves para ingresar a mi tan querido hogar.

Todo estaba tal y como lo dejé, gracias al cielo. Miré la hora en mi reloj, notando que si me apresuraba talvez podría ir ayudar a mi madre a la cafetería, después de todo ya había perdido el parcial y la clases en la Uni.

Subí hasta el baño para despojarme de mi ropa y entonces pude divisar en el espejo las marcas de pequeños moretones en diferentes partes de mi cuerpo, sobé algunas de ellas y pensé tapar con maquillaje una enorme en la zona de mi cuello; definitivamente tendría que usar cuello de tortuga si quería salir.

¿Alguna vez han sentido la necesidad de abrazar fuertemente a un ser querido cuando han estado aproximadamente dos días fuera de casa? ¿No? Pues yo sí, y ese fue el motivo por el cuál di un fuerte abrazo a mi madre junto a un beso en su mejilla.

-Vaya, ¿y esa felicidad?

No podría decirle a mi madre la verdadera razón de mi felicidad, ¿o si?

-Pues ya ves, la verdad es que no hay razón para darte un abrazo, ¿o tendría que haber una razón especial para hacerlo?

-No sé, pero esta no te la creo, ¿no será que tu y Yerin volvieron?

-No, para nada, ella es feliz con su novio y yo co...

Mierda.

-¡Aja!, suéltalo ya, ¿ya tienes otra chica?, de esta no te salvas, Yoongi - dijo terminado de poner crema chantilli a un pastel de chocolate -si me dices te daré una porción de este rico pastel, ¿trato?

Mierda, no puedo creer que aún dudara de decirle la verdad a mi madre, ella siempre ha estado conmigo al igual yo con ella desde casi siempre y sé que si existiera alguien que me aceptaría sin dudarlo sería ella, pero había algo que aún no me dejaba aclarar mis temores. De repente  la sonrisa de Jungkook llegó a mi mente, la imagen de él dándome su mano y diciéndome "tu puedes" me motivó a soltar la verdad.