Capitulo 10.

1K 36 12
                                    

Ya había anochecido y estaba ahí acostada en su cama intentando poner en orden toda sus ideas, Renata ya no estaba ahí se había ido a alguna parte de Like con Machu, Kathy se fue junto a Keiko a la biblioteca y ella seguía sin saber que contestar al mensaje de su novia era un simple “Nos podemos ver”  y de eso ya habían pasado algunas horas ni siquiera había querido abrir el mensaje por miedo a no saber que contestar, dejo escapar otro suspiro había perdido la cuenta de las veces que había suspiro, se suponía que Machu le había dicho la verdad sobre el asunto de Matilde pero por alguna extraña razón no podía ver a los ojos a Manuela se sentía demasiado tonta por a ver actuado como lo hizo, el sonido de la puerta la saco de sus pensamientos se levanto para quedar sentada y al ver de quien se trataba sus ojos se abrieron con sorpresa.

-Así que aquí te estabas escondiendo de mi- parada en la puerta estaba Manuela con una media sonrisa Regina no supo que hacer en ese momento ni siquiera sabia que decir sólo se quedó ahí mirando a su novia perdiéndose en su mirada.

-Manu…yo…- intento decir algo pero no lo consiguió no entendía porque estaba nerviosa y esos nervios crecían cada paso que Manuela daba para acercarse a su cama, en completo silencio comenzó a subir siendo observada por la morena que solo se movía para que pudiera sentarse a su lado.

-No tenéis que decir nada Machu ya me contó lo que Matilde te dijo- Regina no pudo evitar sorprenderse tenia que hablar con la castaña para pedirle una explicación del porque le contó a la española-No tenéis que enojarte con Machu ella suele hablar demasiado cuando esta molesta-

-No estoy molesta con Machu es solo que hubiera preferido ser yo la que te lo dijera- la morena desvío su mirada tal vez si le hubiera dicho desde un principio a la española lo que sucedía no se hubiera enterado por nadie más.

-Regina- la española llamo la atención de su novia no sabia porque pero se sentía muy tranquila la molestia que tenía parecía a verse esfumado con el simple echo de estar cerca de su novia-Entiendo si lo que te dijo Matilde te haya echo dudar de mi pero os juro que lo que te contó no fue cierto, si tuve algo que ver con ella pero escúchame jamás he querido tener nada serio con ella ni si quiera se me paso por la cabeza el volver a tener ondas con ella te juro que te estoy diciendo la verdad-

-Manu- la morena tomo con sus manos las mejillas de su novia haciendo que sus miradas se encontrarán-Te creo en serio y lamento no a vértelo dicho antes es solo que medio miedo, miedo a que lo que decía Matilde fuera cierto, miedo de pensar que podrías dejarme por estar con ella-

-Escúchame bien Regina Regil yo jamás te dejaría por estar por alguien más yo te amo y no veo mi vida con nadie mas que no seas tu- Manuela quería transmitirle todo sus sentimientos que supiera que lo que decía era cierto porque si ella no se veía con nadie mas que con Regina y muchas personas podían decirle que a su edad no podía jurar amor eterno pero ella lo aria, tomó las mejillas de su novia y unió sus labios a los suyos con ese beso le diría sin palabras todo lo que quería decirle, el beso fue lento, tierno no tenían prisa por demostrarse su amor cuando el oxigeno les faltó ambas se separaron sin dejar de mirarse con sus frentes pegadas mientras una sonrisa adornaba sus rostros.

-Te amo Manu y quiero estar a tu lado por siempre- después de decir aquello volvió a unir sus labios en un beso.

Un beso que comenzó siendo lento porque no tenían prisa, tenían todo el tiempo del mundo porque ese era su momento porque nadie podría romper la pequeña burbuja en la que estaban metidas, porque querían demostrarse el amor que sentía una por la otra, porque querían sentir esa conexión de la que tanto hablaban, el beso comenzó a subir de intensidad, estaban nerviosas no podían negarlo porque para Regina era su primera vez y aunque Manuela ya tenia experiencia era la primera vez que se estaba entregando por amor, quería ser cuidadosa con su novia, quería que tuviera un hermoso recuerdo de aquel momento, porque no solo se estaban entregando en cuerpo si no también en alma, porque estaban uniendo sus corazones de una forma única, por eso no había prisa porque cada momento querían grabarlo en su mente, porque en ese momento se estaban volviendo una sola y para su amor no había prisa porque sabían que estarían siempre juntas y ese acto de amor era como una promesa de que estarían siempre la una para la otra.

Un amor verdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora