Capítulo 23

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(Narra Law)

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(Narra Law)

La mañana siguiente después de nuestro primer encuentro con un alma sin forma, decidí visitar el mundo de la Oscuridad. Supuestamente ya había acabado mi misión y no tenía por qué seguir en el mundo de los humanos, a no ser que fuera para divertirme y corromper a gente, así que debía ir de vez en cuando para disimular.

Varios de mis compañeros estaban sentados en la sala común del castillo. Debía llenarme de paciencia para escuchar sus estúpidos comentarios. Estaban hablando sobre sus planes cuando sometieran a los humanos.

—Joder, Law. No sé cómo has tardado tanto en corromper a tu chica. Si me hubiera tocado ella le hubiera violado mil veces hasta que le hubiera acabado gustando —comentó uno de mis compañeros, riéndose. Maldito cabrón de mierda. Se giró hacia otro— La tuya tampoco estaba mal. ¡Qué lástima que me haya tocado un chico!

Me quedé allí, en silencio, escuchando las diversas torturas que tenían preparadas para cuando el plan diera comienzo. Definitivamente, era necesario parar todo esto. Quiero decir, eran buenas torturas para ciertos humanos, pero ellos no pensaban solo en los malos. De hecho, disfrutaban haciendo sufrir a gente buena. ¿Desde cuándo habíamos llegado a esto? Castigar a las almas malignas era lo que debíamos hacer, no esto. No pensaba permitirlo.

—Me largo —dije, mientras me levantaba.

—Claro, ve a joder a unos cuantos humanos —comentó uno, divertido. Ni me acordaba de sus nombres. Casi nunca me había relacionado con ellos, solo cuando el Príncipe nos reunía—. Que se vayan preparando.

Desaparecí sin contestar. Estaba rodeado de idiotas. Si se los ocurría acercarse a (TN)... Me encargaría de ellos personalmente. Menos mal que me había tocado a mí corromperle a ella. No quiero ni imaginarme lo que le hubieran podido llegar a hacer. Además, seguramente no hubiera abierto los ojos. Hubiera sido fatal para la humanidad.

Cuando llegué a su casa no la vi por ninguna parte. Ni en la habitación, ni en el salón, ni en la cocina... Era por la tarde, puede que hubiera salido. Tampoco estaba en la guardería. Me acerqué a la cafetería en la que solía tomar el té con sus amigas algunas tardes, cuando quedaban para charlar. Estaba allí, con las dos. Bien, me divertiría un poco. Me escondí cerca de un callejón de allí, no iba a hacerme visible de repente.

Entré por la puerta de la cafetería y vi que su amiga Nora le daba un codazo mientras me acercaba. Ella me miró nerviosa durante uno segundos, pero no tardó en apartar la mirada. Se ponía así siempre que me hacía visible para sus conocidos.

—Hola, ¿os acordáis de mí? —pregunté, cuando estuve en frente de ellas.

—Como para olvidarte... —contestó Nora, mirándome de arriba abajo. Me fijé en que (TN) le miró frunciendo el ceño.

—¿Puedo sentarme con vosotras? —pregunté, mirando a cada una de ellas.

—Sería un auténtico placer —contestó Nora, por las tres. Emily y (TN) de sonrojaron levemente. La otra se levantó y cogió una silla de otra mesa que estaba libre. La colocó muy cerca de (TN).

Mi demonio personal  «Law x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora