Los padres de (TN) se mudaron a la ciudad de Londres por cuestiones laborales. Poco después de llegar tuvieron a la niña. (TN) tiene una vida ideal: una preciosa casa a las afueras de la ciudad, un buen colegio y muchos amigos. No le falta de nada...
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(Narra Law)
La semana de la graduación y la fiesta fue todo un reto, tanto para profesores como alumnos. Los primeros se encargaban de organizar el acto académico, mientras que los segundos de organizar el baile.
Era lunes por la mañana, los compañeros estaban en el aula. Aunque no eran muchos, se habían dividido en pequeños grupos para encargarse de diversas tareas. Por un lado, la rubia ya no tan repelente y sus amigas se encargaban de la decoración. Por otro, (TN) y sus amigas de la comida y la bebida. Finalmente, los chicos se encargaban de la música.
—Creo que esta empresa de cáterin está bastante bien —murmuró (TN), mirando la pantalla del portátil. Nora y Emily estiraron la cabeza para mirar. Yo me acerqué también. Había bastante variedad de comida y tenía buena pinta.
—Sí. Está muy bien... Podemos pedir varias raciones. Cosas más para picar y algo que alimente un poco más —comentó Nora.
—Qué buena pinta... —murmuró Emily, mientras (TN) iba pasando las fotos.
—Está bien... Vamos a hacer cálculos. Tenemos que tener en cuenta a los alumnos, profesores, padres, invitados y algún extra, por si acaso —explicó (TN). Las otras dos asintieron y empezaron a hacer cálculos en el ordenador.
Me encantaba verle así de concentrada. Era una mierda que me quedaran tan pocos días para seguir disfrutando de ella. ¿Cuál sería el castigo por rebelarme contra el Príncipe? ¿Me desterrarían a vivir con las almas sin forma? ¿Me someterían a sus torturas diarias? No había hablado de este tema con (TN) porque no quería que se sintiera todavía peor, pero estaba claro que las consecuencias no serían buenas.
Alzó la vista del ordenador y me pilló mirándole. Se sonrojó levemente y me dedicó una dulce y fugaz sonrisa, antes de que sus amigas volvieran a hablarle.
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Había llegado el jueves, la noche previa al gran día. Gran día en todos los sentidos, no solo por la fiesta. (TN) estaba cenando con su madre y su hermana mientras yo esperaba en la habitación. El tipo idiota estaba reunido con sus compañeros. Debían estar preparando los últimos detalles y luego me comunicaría le información. Esperaba que fueran capaces de preparar un plan idóneo.
Un rato después, ella entro por la puerta. Llevaba puesto un pijama más veraniego. Unos pantalones cortos de tela azul oscuro y una camiseta blanca de manga corta.
—Law... —murmuró, mientras se acercaba a la cama y se subía para sentarse a mi lado—. Por favor... ¿Puedes quedarte esta noche conmigo?
—Sí —contesté, mientras acercaba mi mano a su cabeza. Tenía pelo tan suave... ¿Cómo iba a desaprovechar mi última noche en su habitación?
—Pero no vale que me duermas... Solo quédate conmigo y abrázame —me ordenó, algo nerviosa. Tenía las mejillas ligeramente sonrojadas.
—A tus órdenes —dije, sonriendo de lado, mientras me tumbaba sobre el colchón. Apagó la luz y se tumbó junto a mí. Yo estaba bocarriba, así que ella se puso de lado y acomodó su cabeza en mi pecho—. Espera, mejor así...
