(Narra Law)
Durante el resto de la semana, el ser de luz estuvo dando explicaciones e instrucciones a (TN) sobre cómo usar su poder. Era importante que aprendiera sobre ello, ya que debíamos esperar a que todos los niños recuperaran su aura. Espera que lo consiguieran, sino sería más complicado cerrar el portal.
Ese tipo había conseguido fácilmente volver a recuperar el aura de (TN). Ella simplemente tenía que arrepentirse de verdad y él le absolvía del pecado. Estaba seguro de que no hacía falta tanto paripé como el que hizo, pero ese tipo era demasiado dramático para todo.
Era viernes por la tarde y estábamos en la guardería con ella. Los niños estaban sentados en frente ella mientras les leía y un cuento. El ser de luz también estaba junto a los niños escuchando la historia y parecía realmente emocionado. A ratos me quedaba embobado mirando a (TN). No me interesaba la historia, de hecho ni me estaba enterando, pero me encantaba mirarle.
Eran las siete de la tarde cuando (TN) salió por fin de la guardería. Se despidió de todos y cada uno de los niños con un besito en la mejilla. Después, entró al despacho de la señora para despedirse también. Mientras lo hacía, el ser de luz y yo nos transportamos fuera, justo en frente de la puerta.
—No hacía falta que me acompañarais. Podéis hacer otras cosas. Debe ser muy aburrido verme jugar con los niños —comentó ella, nada más salir por la puerta. Después de asegurarse que no había nadie en el callejón, claro.
—A mí me gusta mirarte, hagas lo que hagas —confesé, casi sin querer. Odiaba hacer ese tipo de comentarios delante del tipo, pero casi me salían solos cuando ella hablaba.
—¡Qué demonio tan romántico! —exclamó, riendo el idiota. Me dio un manotazo en el hombro—. En fin, voy a comprobar qué tal le va todo a mis compañeros. Haced el favor de controlar vuestros instintos sexuales en mi ausencia.
—Cállate, idiota —gruñí, cabreado, mientras desaparecía. Me fijé en que (TN) se había sonrojado ligeramente. Realmente era complicado aguantar las ganas de hacerla mía—. Oye... ¿Qué te parece si cenamos algo por ahí? Puedo hacerme visible para todos. Si te apetece.
—¡Sí! ¡Me encantaría! —contestó ella, emocionada. No se esperaría esa propuesta por nada del mundo. También era raro para mí, pero me apetecía hacerlo—. Voy a mandar un mensaje a mi madre para avisarle de que ceno fuera.
Después de unos cuantos minutos hablando con su madre, ya que esa mujer era demasiado sobreprotectora, por fin nos pusimos camino hacia algún restaurante. Decidimos ir a una zona tranquila, donde no hubiera mucha gente. Encontramos un sitio donde servían comida al estilo americano. A ella le apetecía, así que entramos y nos sentamos en una de las mesas.
—Yo quiero una hamburguesa con queso, bacon y huevo. Luego también unas patatas fritas con salsa barbacoa y para beber un agua —pidió (TN), cuando el camarero llegó para tomarnos nota. El hombre se giró a mirarme.
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Mi demonio personal «Law x Lectora»
RomanceLos padres de (TN) se mudaron a la ciudad de Londres por cuestiones laborales. Poco después de llegar tuvieron a la niña. (TN) tiene una vida ideal: una preciosa casa a las afueras de la ciudad, un buen colegio y muchos amigos. No le falta de nada...